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"Hay alcaldes que han sido amenazados por apoyarme"

Por Javier Esturillo - Marzo 25, 2017

Miguel Moreno Lorente (Jaén, 1964) llega al Café Jaén solo, sin séquito y dispuesto a batirse a pecho descubierto. "Pregunte, pregunte", desafía el precandidato a la presidencia del PP de Jaén. Puede presumir de ser el alcalde popular más votado de España (64%) en las pasadas municipales, que son, por otro lado, las únicas elecciones que la derecha gana en Porcuna, lo que da más valor aún a su victoria. Abogado de profesión, se ha curtido en la política rural, en la que cada voto hay que pelearlo cuerpo a cuerpo. Habla sin medias tintas, de manera clara y directa porque no tiene miedo, ya que dice que no le debe nada a nadie. Miguel Moreno cree que ha llegado el momento de dar un golpe de timón al Partido Popular de Jaén. Su rival es, nada más y nada menos, que el secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya.

—Es alcalde y diputado. Tiene un despacho de abogados. Es decir, que todo le marcha, más o menos, bien. Entonces, ¿para qué se mete en este embolado?

—No fue idea mía directamente. Esto parte de un grupo de personas con vocación municipalista, que son, al fin y al cabo, los que ven la cara a los vecinos día a día, los que escuchan sus problemas y los que tratan de solucionarnos. Nos sentimos desprotegidos, desatendidos y abandonados, y vemos que las decisiones en la provincia se toman de manera unilateral sin contar con los órganos correspondientes, muchas veces nos enteramos de esas decisiones a través de la prensa. Entendemos que un partido es mucho más que eso. Queremos aprovechar los cambios introducidos en los estatutos en pro de la democratización del partido para que eso también se produzca aquí con los alcaldes que trabajan en muchísimas ocasiones sin recursos, sin apoyos y sin retribución económica y que se baten el cobre simplemente para que sus pueblos mejoren.

Esto no es 'un quítate tú para ponerme yo', sino una regeneración del partido. Nuestro proyecto se basa en tres premisas fundamentales. La primera: democratizar el PP de Jaén. La segunda: renovarlo. Y la tercera, y más importante, apoyar a los municipios y que estos tengan representación en la junta directiva para que las decisiones cuenten con todos, no solo con unos pocos. Lo que no puede ser es que todo gire alrededor de la capital y que, cuando se confeccionen las candidaturas al Parlamento de Andalucía o al Congreso, sean concejales o el alcalde de Jaén quienes las encabecen. O si se va a nombrar a un portavoz en la Diputación tenga que ser un concejal de la capital. O que la subdelegada del Gobierno también tenga que ser concejal del Ayuntamiento de Jaén. En definitiva, recordar que en la provincia también hay gente válida con la que se puede contar.

La capital es la madre de los pueblos, y contaremos con ella, pero sin olvidar a los municipios, como ocurre ahora, puesto que se han perdido muchas estructuras locales y representación municipal debido a este centralismo. Esta es una rebelión democrática porque entendemos que estamos legitimados para presentar un proyecto que, ante todo, es integrador, de consenso y de acuerdos. Pensamos que es la mejor manera para llegar al Gobierno de la Diputación después de 38 años en manos del PSOE.

Esto no es un 'quítate tú para ponerme yo', sino la regeneración del partido para que sea más democrático y municipalista

—Lo veo como Don Quijote de la Mancha...

—(Risas) No soy ningún Quijote, aunque sí soy una persona intrépida, que afronta las cosas con valentía. Dejo de ser el personaje de Cervantes en el mismo momento que tengo el apoyo de sesenta municipios y veo a veinte de los veinticinco alcaldes del PP detrás de mí en mis primeras declaraciones públicas. Lo que me siento es un presidente provincial cercano a la gente, a los concejales.

 Miguel Moreno, en el Café Jaén de la capital. Foto: Miguel A. Rodríguez Cárdenas.
Miguel Moreno, en el Café Jaén de la capital. Foto: Miguel A. Rodríguez Cárdenas.

—Sus datos contrastan con los ofrecidos por el alcalde de Los Villares, Francisco Palacios, quien asegura que 75 ejecutivas locales están con José Enrique Fernández de Moya,

—Creo que Francisco Palacios no ha hecho bien las cuentas o que ahora me entero de que la provincia tiene 150 municipios y no 97. Me sorprende mucho que diga esto. Y se lo demostraré la próxima semana cuando salgamos los sesenta municipios en una fotografía. Le pediría que hiciera lo mismo. Lo que no podemos hacer es confundir a la gente. Nosotros sí vamos a tener a la gente que decimos y lo vamos a demostrar.

—Usted dice que tiene la fuerza de los pueblos, pero no controla al aparato. ¿Le teme?

—Lo único que temo es que no juegue limpio. Por eso, le pido y exijo que sea transparente y neutral para que sea un congreso limpio y con garantías. Sé, y me consta, que la dirección regional actuará de manera correcta y neutral, es decir, que gane el mejor. Sospecho, sin embargo, que el aparato aquí no será igual. No en vano, dispone de todos los medios, desde comunicación propia hasta coche pagado por el partido. En cualquier caso, insisto en que lo único que exijo es que sea neutral y que el congreso provincial sea transparente y limpio.

Le pido y exijo al aparato que sea transparente y neutral para que se celebre un congreso limpio y con garantías

—¿Le ha llamado alguien para pedirle que se retire de la lucha por la presidencia?

—A mí personalmente no, pero sí han llamado a simpatizantes, militantes y lo que es más grave y lamentable aún es que a un alcalde, miembros de la dirección provincial, lo hayan amenazado por mostrarme su apoyo. Es más, le han llegado a decir que le quitan la Alcaldía.

—Es una acusación muy grave.

—Es muy grave, pero hay testigos y el alcalde que ha recibido esas amenazas está dispuesto a decirlo públicamente.

 El precandidato a la presidencia del PP de Jaén, en la calle Bernabé Soriano. Foto: Miguel A. Rodríguez Cárdenas
El precandidato a la presidencia del PP de Jaén, en la calle Bernabé Soriano. Foto: Miguel A. Rodríguez Cárdenas

—Menuda papeleta tiene por delante por defender el mundo rural.

—Es que creo firmemente en ello. Queremos que se pongan en valor el trabajo de la gente que trabaja en los municipios, sobre todo en los pequeños, que, como he dicho, se enfrentan cada día a los problemas de la gente sin medios, ni retribuciones económicas. Y encima, en vez de ofrecerle ilusión y confianza, les damos miedo, pues ahí está la razón por las que estamos perdiendo representación municipal y las estructuras locales.

—¿Esto es una batalla entre pueblos y ciudades?

—Ni mucho menos. A mí me apoyan también ciudades, como Alcalá la Real o Andújar. De hecho, vamos a tener candidaturas en todos los municipios, incluso, hasta en la capital. Tenemos gente de la valía y el compromiso de Rosel Giménez Ruiz, por ejemplo, en Linares, donde también se presentará al congreso local. En Úbeda también tenemos dos o tres concejales. Y en la capital me llueven las llamadas de apoyo, de ánimo y de entusiasmo, por lo que no vamos a dar ningún municipio por perdido. Le aseguro que vamos a tener una candidatura de compromisarios muy fuerte y potente. Los compañeros de las ciudades más grandes comparten la inquietud de los pueblos y la necesidad de democratizar el partido. Y en el caso de que no consigamos la dirección provincial, estamos dando un paso muy importante para las Nuevas Generaciones que, dicho sea de paso, también son otras de las grandes olvidadas por Fernández de Moya. Están abandonadas y hay que ofrecerles algo más. Nosotros les daremos a los jóvenes la oportunidad de ir en los puestos de salida de las candidaturas tanto locales, como autonómicas y nacionales.

Tiene que ganar el que más votos obtenga de los militantes. El sistema de compromisarios debe desaparecer

—¿Cómo ve la decisión de la dirección nacional de permitir a José Enrique Fernández de Moya optar a la reelección, a pesar de ocupar un alto cargo en Madrid?

—No la comparto, pero la respeto. No estoy en contra de que ocupe uno, dos o tres cargos. Lo que no me gusta y critico es que dirija al partido desde la lejanía. Jaén merece un presidente a tiempo completo, que esté cerca de la gente. Un secretario de Estado de Hacienda, de lunes a viernes, está en sus responsabilidades, no pensando en la provincia.

—¿Su propuesta también es ideológica?

—Más que ideológica es de organización y estructura del partido. Reitero que nuestro objetivo es democratizar el partido y acabar con las decisiones unilaterales. También pedimos que sea un congreso asambleario, es decir, un militante, un voto. El sistema de compromisario debe desaparecer. Tiene que ganar el que más votos obtenga de los militantes en sus respectivas agrupaciones, como ocurre en las primarias del PSOE, por ejemplo. Esta propuesta la vamos a pedir en la junta directiva porque nos amparan los estatutos del partido. Y queremos que se vote y que la votación sea secreta.

—Habla todo el tiempo de democratizar el partido. ¿Qué ocurre dentro para que lo pida con tanta insistencia?

—Es una realidad que lamento. Es muy raro que nadie quiera hablar, ni proponer nada en las reuniones de la junta directiva. El problema es que en el momento que te señalas parece que eres un díscolo, un apestado, cuando no debería ser así. Esas reuniones están para debatir, dialogar y confrontar ideas. Es por salud democrática e higiene política.

En el momento en el que te señalas te conviertes en un díscolo, en un apestado dentro del partido

—¿Fernández de Moya ha cambiado mucho en estos últimos años?

—No ha cambiado, lo único que ocurre es que han cambiado las circunstancias. Lo único cierto es que el partido ha ido a peor en relación con los municipios y la elección de los cargos. De unos años a esta parte, se ha centralizado todo en Jaén. Todos los puestos relevantes han salido del Ayuntamiento de Jaén y del entorno del presidente. El partido en la provincia es mucho más plural.

—Lo que está claro es que usted ya está señalado.

—Totalmente, pero actúo conforme me manda mi corazón. Lo fácil hubiera sido seguir de alcalde y como diputado provincial. Elegido, por cierto, por los concejales de la comarca, lo que supone para mí un gran orgullo. Me he señalado, pero me da igual, no debo nada a nadie. Gracias a Dios estoy en paz con todo el mundo.

El partido ha ido a peor en el trato con los municipios y en la elección de los cargos, todo se concentra en la capital

—¿Le ha decepcionado o sorprendido alguien?

—Bueno (silencio). Me ha sorprendido más de uno. Por ejemplo, el alcalde de Santisteban del Puerto, Juan Diego Requena, que fue el primero que me animó a presentar una alternativa al aparato y, después de sus últimas declaraciones, me ha sorprendido mucho. Su opinión ahora es distinta a la que me decía no hace mucho. Es un buen alcalde y un buen político y, aunque no estoy decepcionado, sí algo estupefacto. El problema es que está influenciado por el compañero Francisco Armijo (coordinador de Organizacion del PP de Jaén) y eso no le conviene. No lo lleva por el buen camino. Y no olvidemos que los más críticos a José Enrique Fernández de Moya los tiene, precisamente, a su alrededor. Si alguien ha defendido al presidente he sido yo. Sin embargo, los que están cerca de él y ahora piden el voto para su candidatura lo han criticado hasta decir basta, lo que ocurre es que dependen de unos intereses más particulares que de otra índole.

 

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