La lluvia, el viento y los excrementos dañan San Miguel

En marcha el proyecto de restauración de la torre de la iglesia de San Miguel para consolidar los elementos más deteriorados que parecen en las partes altas

Seguro que más de uno se ha preguntado por qué la torre de la iglesia de San Miguel tiene una malla metálica. La empresa de Construcciones Vigar lleva a cabo una actuación de urgencia. Consiste en la instalación de una malla metálica para proteger de los posibles desprendimientos de materiales de la fachada. Se trata de un acuerdo al que se llegó por responsables de la iglesia y de los técnicos municipales.

La malla metálica va desde la última cornisa, donde arranca la bóveda que remata la torre, hasta la cornisa-alero del primer piso. Para esta labor se ha contado con dos grandes grúas que han facilitado y agilizado el trabajo de los operarios. Ya se está realizando el proyecto de restauración de la torre para consolidar los elementos más deteriorados que parecen en las partes altas. El deterioro es debido a la erosión del agua de lluvia, viento, y excrementos de las aves que hacen que se desarrolle una vegetación que al enraizar daña los sillares de arenisca, afectando a la solidez de la obra, según explica el colectivo Amigos del Patrimonio de Andújar.

El templo tiene pendiente la restauración de la portada perteneciente al primer renacimiento bajo el mecenenazgo del obispo Esteban Gabriel Merino. Su estudio está en manos de la delegación provincial de Cultura en Jaén para su aprobación.

ARQUITECTURA

La torre de la Iglesia de San Miguel de Andújar es un ejemplo de arquitectura eclesial-funcional como campanario que se realiza a lo largo del siglo XVI, quedando en su interior la primitiva torre. Está formado por cuatro cuerpos, los dos primeros cuadrangulares, el tercero, que aloja las campanas, se vuelve octogonal con cuatro elementos decorativos exentos en las esquinas, y finalmente una cornisa sirve de base a la cúpula que remata el conjunto. Debajo de la cornisa y dando a la fachada de la plaza del Mercado, aparecen dos escudos episcopales que pueden ser de los prelados Sarmiento de Mendoza (1580-1595) y Sáncho Dávila (1600-1615), según el profesor Ruiz Calvente, ya que no se ven sus elementos heráldicos debido a la erosión.

La torre de San Miguel sufrió con el terremoto de Lisboa de 1755. Desde entonces está levemente inclinada hacia el Norte y hubo necesidad de rehabilitar la capilla del baptisterio –obra originalmente de Vandelvira- para darle solidez a su base, así como de realizarle un forro de grandes sillares de arenisca roja realizado por Antonio del Moral entre 1778 y 1779. Perdió el chapitel original piramidal que remataba el conjunto, realizándose la cúpula que vemos hoy.