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"El PP de Linares está absolutamente desintegrado"

Por Javier Esturillo - Abril 15, 2017
Rosel Giménez posa en un banco del Parque de Santa Margarita de Linares.

Lo primero que sorprende de Rosel Giménez Ruiz (Linares, 1976) en las distancias cortas es su enorme seguridad. No titubea. Habla con confianza. Nos espera en el kiosco-bar de los Jardines de Santa Margarita, uno de los lugares más representativos de la Ciudad de las Minas, armada de una de esas sonrisas amplias y sinceras capaces de abrir casi cualquier puerta. Hace una mañana primaveral, casi veraniega. Quiere hablar de política y de las ideas que rondan por su cabeza para cambiar Linares y, sobre todo, el Partido Popular, de la mano de Miguel Moreno. Forma parte del grupo de afiliados y simpatizantes que piden a gritos un golpe de timón en el partido, tanto en calle San Clemente como en Menéndez Pelayo.

—¿Por qué apuesta por Miguel Moreno?

—Porque defiende el mismo modelo de partido que queremos muchos afiliados y simpatizantes, que estamos cansados de ver las mismas caras, de que los puestos se elijan a dedo o de que las Nuevas Generaciones estén prácticamente desaparecidas. Su proyecto se parece asombrosamente al yo que quiero para Linares. Además, es el perfil que, en estos momentos, necesita la provincia, porque sabe empatizar con la gente y entender sus problemas. Es una hombre humilde, responsable, trabajador, cercano y accesible. El éxito que ha tenido en Porcuna radica, precisamente, en su persona y no tanto en las siglas que representa.

—Entonces, no es para 'chinchar'.

—Ni mucho menos. No tenemos ningún tipo de animadversión hacia nadie, ni vamos contra ninguna persona. Simplemente pensamos que el PP de la provincia y el de Linares deben seguir otra línea distinta a la que tiene actualmente.

—¿Cómo vive el proceso previo al Congreso Provincial, ya sin José Enrique Fernández de Moya y Miguel Ángel García Anguita?

—El caso de José Enrique Fernández de Moya no ha sido una decisión interna de la provincia, sino que viene desde Madrid por el tema de las incompatibilidades. Pero ha dejado a su sucesor que, al igual que Miguel Moreno, es alcalde de un pueblo, aunque ambos defienden procesos diferentes. Mientras que el alcalde de Santisteban representa la línea continuista, Miguel Moreno es la renovación, la regeneración, la integración y la democratización del partido.

—¿Cree que el aparato del partido será neutral e imparcial?

—Debe serlo. Es el paraguas que nos cubre a todos y no puede decantarse por ningún candidato. Tiene que ser neutral e imparcial hasta el final. Lo que hace grande a un partido es, precisamente, su democracia interna, y esta empieza por el aparato. Si este se sitúa del lado de un aspirante y pone trabas al otro, pues estamos ante un partido que no es democrático.

Lo que hace grande a un partido es su democracia interna, y esta empieza por el aparato

—¿No cree que pueden caer en el personalismo con Miguel Moreno?

—Ni mucho menos. Le puedo asegurar que en este proyecto no existen los personalismos. Desde el minuto cero, me sentí integrada y completamente libre. Formamos parte de un equipo en el que cada uno tiene su sitio. Lo que está claro es que debe haber una cabeza visible, y esa es la de Miguel Moreno, pero nos sentimos cómodos en una gran familia, que es lo que yo quiero que Linares vuelva a tener.

—Miguel Moreno quiere que usted sea la persona que lidere el cambio en el PP de Linares.

—Es una cuestión que se ha planteado porque muchísimos afiliados y simpatizantes del partido en Linares así me lo han pedido. Cuando llegue el momento concretaremos este tema, aunque obviamente hay una predisposición por mi parte para presentarme como candidata a la presidencia del PP de Linares.

—¿Y tantas cosas hay que cambiar en el PP linarense?

—Sí, muchas. Este partido está completamente dividido y desunido en esta ciudad. Aparecemos en los medios de comunicación más por nuestras peleas internas que por el trabajo que realizamos por Linares. Yo represento a un grupo de personas libres, independientes y sin hipotecas, que proponemos trabajo e ilusión para volver a cohesionar el partido y luchar por esta ciudad.

 Rosel Giménez, antes de la entrevista en los Jardines de Santa Margarita.
Rosel Giménez, antes de la entrevista en los Jardines de Santa Margarita.

—Su discurso dista mucho del que proclama la actual dirección.

—No es mi palabra contra la suya, sino la realidad que se palpa entre los afiliados. Ellos son los primeros en transmitir que el partido en Linares está absolutamente desintegrado. Creo, además, que en los medios de comunicación y en los plenos se ve perfectamente esa desunión.

—¿Veremos en su equipo muchas caras conocidas de otras etapas del PP?

—No. Mi proyecto, al igual que el de Miguel Moreno, es completamente renovador, tanto en la acción política como en las personas. Hablo de rostros nuevos, muy preparados, cualificados e independientes.

Mi proyecto para el PP de Linares es completamente renovador, tanto en la acción política como en las personas

—¿Cuál es su modelo de ciudad para poder competir con el Partido Socialista en las próximas municipales?

—Linares, en estos momentos, lo único que hace es retroalimentarse. No viene dinero de fuera. Vive de los pocos ingresos que genera. Creemos que por lo que hay que trabajar es por buscar recursos externos, principalmente industria. No pienso que sea imposible; lo que requiere es mucho trabajo y esfuerzo por parte de todos. Considero que, hasta el momento, no se han dado los pasos adecuados. Igual que en otras ciudades cercanas a Linares se trata a las empresas con mucho mimo y se le da una serie de facilidades, aquí no. Lo que no puede ser es que a Linares vengan empresas a generar empleo y riqueza y en vez de ponerles una alfombra roja, solo se le ponen trabas. Al final, aburrimos a las empresas y, lógicamente, se marchan. Lo fundamental ahora es buscar industrias que quieran instalarse aquí y ayudarlas todo lo posible. Asimismo, es necesario regenerar el comercio y dar un fuerte impulso a los autónomos.

A las empresas hay que ponerles alfombras rojas y facilidades, no trabas

—La veo muy ilusionada y confiada.

—Por supuesto. Si algo tengo es ilusión por luchar y por trabajar por mi partido y por mi ciudad. Y, por suerte, me respalda un equipo de gente joven que no depende de la política para vivir, y eso para mí es muy importante.

—Subraya mucho lo de gente independiente.

—Es que es fundamental que las personas que entren en política no dependan de ella para vivir. Los políticos están para servir al ciudadano, no para lo contrario. Hay gente, tanto aquí como en otros lugares, cuyo modo de vida, por desgracia, es solo la política. Esto les priva de libertad. En cambio, cuando no dependes de ella, puedes expresarte en libertad y sin necesidad de comulgar con ruedas de molino.

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