Condena enérgica contra los insultos machistas

El Instituto Andaluz de la Mujer y el PSOE rechazan lo sucedido a Soraya Leiva

El caso de Soraya Leiva, adelantado por LaContracrónica, ha transcendido más allá de los terrenos de juego. Los supuestos insultos machistas recibidos por la asistente de la Delegación de Árbitros de Linares han llegado hasta oídos del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) y del Partido Socialista de Jaén que muestran su más enérgica condena.

El IAM manifiesta su rechazo a la agresión que recibió la colegiada en el campo de fútbol de Torredelcampo y defiende que este rechazo debe ser de ser de toda la sociedad y debe completarse "con la puesta en marcha de medidas que erradiquen cualquier tipo de acciones de este tipo".

En un comunicado, el IAM añade: "El fútbol es un deporte que mueve masas y sería un gran aliado para promover valores como el respeto y derechos como la igualdad de género", al punto que considera que "sería un potentísimo instrumento para muchas personas, especialmente hombres y niños, que tienen como referente social a muchos futbolistas".

Por su parte, el PSOE de Jaén, a través de su secretaria de Igualdad, Natividad Redondo, condena enérgicamente los insultos machistas pronunciados contra la árbitra, unas agresiones verbales que Redondo califica de “deplorables e inadmisibles”.

La responsable socialista traslada “todo el apoyo y solidaridad” del PSOE de Jaén hacia esta joven, respaldo que hace extensivo al resto de árbitras españolas que “sufren semana tras semana estas descalificaciones machistas” durante el desempeño de su labor en un campo de fútbol. “El deporte tiene que promover valores de respeto, de igualdad, de tolerancia y de convivencia, porque es un espejo para muchos niños y niñas en formación. Y tiene que desterrar estas conductas de violencia verbal que se ensañan con las mujeres por el mero hecho de serlo”, subraya.

Redondo indica que “hay todavía mucho camino que recorrer en el campo de la concienciación por la igualdad y contra la violencia de género”, empezando muchas veces por esos clubes que “se muestran tibios con esas personas más aficionadas a la violencia y al conflicto que a la propia actividad deportiva”. “Esto es un trabajo de todos y tenemos que implicarnos todos”, apostilla.