El espejismo de las lluvias

Sin precipitaciones a la vista, el agua caída esta semana apenas ha supuesto aporte para unos embalses al 24% de su capacidad

Sol, cielos despejados y temperaturas máximas que rondan los 27 y los 28 grados. Sin pronósticos de lluvia a la vista tras una semana en la que cientos de jiennenses han visto cómo el cielo descargaba hasta 60 litros por metro cuadrado. Pero eso no es suficiente. Las reservas de los embalses están al 24% y la Confederación Hidrográfica del Gualdalquivir confiesa que el agua caída se la ha "tragado" la tierra. La aportación a estas infraestructuras ha sido poca, pero lo suficiente para volver a rozar el 25% (24,98). Eso sí, el respiro es que no han perdido más agua.

⬆️?| Situación de la cuenca tras las últimas lluvias ☔️ #Guadalquivir #Embalses #precipitaciones pic.twitter.com/b4Hr21EwW5

— CHG Guadalquivir (@CHGuadalquivir) 18 de octubre de 2017

Aunque el agua haya ido a parar al campo, las organizaciones agrarias recuerdan que no es suficiente, ni mucho menos. Cifran las pérdidas de la campaña olivarera en más de un 25%. Necesitan que en estos meses que restan de otoño caigan más de cien litros por metro cuadrado. Pero de momento, no se ven lluvias a la vista. Se cumplen, pues, los primeros pronósticos de la Agencia Estatal de Meteorología, que hablaba de un octubre poco lluvioso. Sin embargo, también avanzó que en noviembre se espera que lleguen las ansiadas precipitaciones, que no se descartan que estén por encima de la media. Es decir, que se pueda dar la situación de pasar de un extremo a otro.

Conviene recordar la importancia de las lluvias otoñales, que suponen el 37% de las precipitaciones anuales, según la Aemet. Debido a las características propias de esta estación, es más que posible que se produzcan tormentas en las que caiga una gran cantidad de agua en un corto periodo de tiempo.