El otro fuego de las redes

Los últimos incendios de Jabalcuz y Segura de la Sierra desencadenan la ira de usuarios de redes sociales que piden más dureza legal

La cercanía en el tiempo de los incendios de Segura de la Sierra y de Jabalcuz han encendido aún más la indignación de ciudadanos jiennenses. Los canales de expresión con mayor notoriedad han vuelto a ser las redes sociales. Y las quejas se articulan desde la denuncia pura y la indignación hasta desde ideas que apuntan al endurecimiento de las leyes, tanto da si el infractor es un adulto o niño. De hecho, para el primero de los casos se ha empezado una campaña de recogida de firmas para que se considere terrorismo el causar un incendio de forma intencionada.

EL CASO DE JABALCUZ Y LA RELACIÓN EDAD/INFRACTOR

Un menor es investigado por la Guardia Civil como supuesto autor del incendio que ha alcanzado 20 hectáreas en El Portichuelo, tal y como informó este medio. El factor edad ha sido muy comentado en grupos jiennenses de Facebook como Acción conjunta por el patrimonio de Jaén, conocido y amplio círculo activista. Dos de los tres implicados en el incendio son inimputables precisamente por su corta edad.  “Qué casualidad, o es menor de edad o tiene un trastorno mental. Todo a falta de un buen escarmiento”, comentó en público una usuaria. Su postura pro endurecimiento legal es obvia. Y no fue la única a causa de la relación edad/infractor: “Qué cómodo, menor de edad. Así es cómo actúan otros delincuentes”, opina otro.

La idea de que los infractores deben devolver el daño hecho al medio natural también une a otros usuarios, que consideran que ser menor no les exime de “derechos y deberes”. “Castigos ejemplares: a limpiar el monte y a plantar árboles”, propone una mujer. “Seguro que aprenden así la lección”, aporta otra. “Que sea menor no es excusa para que quede impune”, coincide un tercero. Los tutores legales están en la obligación responder por los daños. Éste es otro de los argumentos que enfocan usuarios de las redes. Y también hay sospechas poco consistentes o directamente delirantes sobre la naturaleza de lo ocurrido: “Hay que investigar quién les paga (a los menores) para que hagan eso”, afirma, convencida, una internauta.

COMPARACIÓN CON EL TERRORISMO

El también muy comentado incendio en Segura de la Sierra, aún sin estar completamente extinguido, ha propiciado reacciones muy firmes en internet. Una de las que más llama la atención ya está registrada en la plataforma Change.org. El encabezado no deja márgenes a interpretaciones: “Incendios forestales intencionados son terrorismo”.

La iniciativa de Ignacio Martínez López sólo ha arrastrado de momento a medio centenar de firmantes. «Solicitamos al Gobierno de España que se dé instrucciones a la Fiscalía General del Estado para que se proceda contra los autores del incendio ocurrido en Segura de la Sierra (Jaén), el día 3 de agosto de 2017, por delito de terrorismo tipificado en el artículo 573 del Código Penal, y se solicite la remisión de la investigación policial en curso a la Audiencia Nacional», reza la petición.

LAS LEYES, EL ESPÍRITU DE LA SOCIEDAD Y EL DE LAS REDES

Las leyes están pensadas para regular la convivencia y establecer límites, competencia del Estado. Hay países donde el sistema legal, cargado de prohibiciones en materia de libertades personales, es significativamente paternalista y opresor. Ocurre sobre todo en la dictaduras.

En los estados democráticos lo ideal es, quizá, que las leyes reflejen el espíritu de la sociedad. Al debate legislativo ya se suman las redes, tanto la pertinencia de control como la amplitud de las opiniones. ¿Hay que tener en cuenta las voces ciudadanas en internet para legislar? La respuesta pide cautela. En los recientes casos de los incendios jiennenses hay un factor común símbolo de madurez cívica: la ciudadanía condena los ataques al medioambiente. Es en el castigo donde las sensibilidades son diversas, y hasta chocan. Es, a fin de cuentas, el otro fuego de las redes.