Intensa noche previa al gran día
La presentación de las filiales y la Matriz, además del rezo del Rosario, marcan la noche previa al gran día de la Virgen de la Cabeza
La calzada del Santuario son, desde ayer, testigo silencioso de las miles de esperanzas que los devotos que suben tienen depositadas en la Virgen de la Cabeza. Miles de anhelos que se materializaron en el río de fieles que se acercó hasta el Camarín para presentarse ante la Rosa de Oro. Lo mismo que las 66 cofradías filiales que, desde cerca de las doce de ayer, ya estaban postrándose ante Ella.
Las primeras fueron las más jóvenes, Luque y Baena, mientras que la última, antes de la Matriz, fue la de Colomera. Sobre las once de la noche entró la Matriz, no sin antes hacer un recorrido por las calles del Poblado del Santuario a su llegada a caballo y jamuga. Especialmente aplaudido fue su paso por la calle donde están las casas de las filiales, donde recibió el calor de los devotos. Mientras tanto, desapercibidos y ansiosos, aguardaban ya los fieles bajo las andas de la Virgen.
Desde primeras horas ya había gente guardando sitio en la Basílica Menor. Lo mismo que por los puestos de recuerdos, donde muchas personas hacían cola para llevarse un souvenir. Caída al noche, al filo de las doce, las campanas repicaron con fuera, se entonó el himno de La Morenita y se procedió al rezo del Rosario.
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