Cerrar Buscador

La bendita locura de Carlos Velasco

Por Javier Esturillo - Mayo 04, 2017
La bendita locura de Carlos Velasco
Carlos Velasco, con la bandera del Linares en la Nueva Condomina.

Es aficionado del Linares desde la cuna y se ha gastado sus ahorros en comprar entradas para el partido ante el Granada B, que ha repartido entre la hinchada

"En su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo". Para el escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano el fútbol fue más que un deporte, más que un simple juego con un balón. Por las venas de Carlos Velasco corre sangre azulilla. Nació con un abono del Linares debajo del brazo. Hincha incondicional del conjunto linarense, acaba de cometer una "bendita locura": se ha gastado todos sus ahorros en comprar entradas para el trascendental partido del domingo (20 horas) ante el Granada B. Treinta y un euros, en concreto, que para un chaval de 17 años es casi una fortuna. "Los tenía guardados para comprarme una camiseta y algo más de ropa, pero mi equipo necesita nuestro aliento ahora más que nunca". Dice esto porque las treinta y una localidades que ha adquirdo (al precio de un euro cada una) las ha repartido entre los aficionados.

Carlos Velasco, que estudia primero de Bachiller de Letras en la Safa, colgó un mensaje en Twitter en el que ofrecía las entradas a todo aquel hincha que quisiera ir al encuentro. No hacía falta que lo conociera. Solo debía cumplir una condición: Asistir al Estadio de Linarejos y dejarse la garganta por el equipo. El tuit corrió como la pólvora por la red social y, en apenas unos minutos, ya había colocado las quince localidades que ofertada, en un principio, por lo que fue a por más a la sede del club hasta agotar los treinta y un euros que guardaba como oro en paño en la mesilla de noche. Los boletos volaron de sus manos a distintos puntos de la provincia. "Las he mandado a Úbeda, Bailén, Baeza y, por supuesto, Linares", comenta con orgullo todo un ejemplo de linarensismo.

A este joven azulillo, la afición le viene de familia. Su abuelo, Pedro Velasco, otro 'loco' seguidor, fue quien le metió el gusanillo. No levantaba dos palmos del suelo, y ya se le veía por Linarejos de la mano de su yayo. Lo suyo es amor por el escudo. Esta temporada se ha pegado cientos de kilómetros para ver al equipo. Desde Marbella hasta Murcia, pasando por El Ejido. Siempre con su elástica puesta y con la bandera al viento. "Yo solo tengo un equipo, el Linares. Son mis colores y los defiendo con el corazón", asegura el chaval, como si estuviera recitando el himno azulillo.

 Carlos Velasco, con su inseparable bandera azulilla, en el campo de El Ejido.
Carlos Velasco, con su inseparable bandera azulilla, en el campo de El Ejido.

Algunos lo llaman locura, él prefiere simplemente denominarlo pasión. Y de nuevo aparece el maestro Galeano para ilustrar el sentimiento de Carlos Velasco. "No hay nada menos vacío que un estadio vacío. No hay nada menos mudo que las gradas sin nadie". Por eso, hace un llamamiento a la afición azulilla para que llene el Municipal de Linarejos. "Tenemos que dejarnos el alma. Los jugadores nos necesitan y ahora debemos estar con ellos", solicita mientras sueña con la permanencia. "Estoy seguro de que vamos a ganar el domingo y nos vamos a salvar", sentencia el joven aficionado, para quien no existe más equipo en la tierra que el Linares.

Como es lógico, el gesto de Carlos Velasco no ha pasado desapercibido para sus compañeros de grada. Desde que hizo el anuncio, no ha parado de recibir muestras de cariño y agradecimiento. Hasta del mismísimo presidente, Jesús Medina. Porque gente como él hace grande el deporte y, sobre todo, el Linares.

He visto un error

Únete a nuestro boletín

COMENTARIOS


COMENTA CON FACEBOOK