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"La desigualdad en esta ciudad es cada vez más profunda"

Por Javier Esturillo - Noviembre 18, 2017
Manuel Montejo es el portavoz municipal de Jaén en Común.

Conversamos con Manuel Montejo (Jaén, 1977), portavoz municipal de Jaén en Común en el Ayuntamiento de la capital. Siempre ha tenido inquietudes sociales y políticas, pero fue a raíz del 15-M cuando decidió pasar a la primera línea de acción a través de distintos movimientos. Le pilló estudiando la carrera de Fisioterapia en la Universidad de Málaga, a donde llegó después de pegarse cinco años de Medicina en Granada. Lo de doctor y los pacientes no casaba en su proyecto de vida y, por eso, decidió cambiar de aires. Criado en el barrio de San Roque, en el seno de una familia trabajadora y conservadora, Manuel Montejo es un tipo de verbo fácil, al que es difícil de parar cuando coge la directa. Charlar con él, en cualquier caso, resulta agradable porque se le ve cultivado y curtido. No pega una voz más alta que otra y ni se inmuta ante la llegada de clientes a la cafetería en la que hemos quedado. El sigue con su discurso. Y deja claro: "Soy comunista". Amante del cine negro y el jazz, no se deja manipular por nadie ni debe obediencia ciega a nada. El primer capítulo de su catecismo habla igualdad social, de lucha contra el capitalismo feroz y de defender a las almas desprotegidas y desposeídas. Está casado y es un padre un niño de 3 años. Vive en una VPO en el Bulevar.

—¿Cómo llega a la política?

—Prácticamente desde la adolescencia a través de organizaciones juveniles y estudiantiles. Luego milité en Izquierda Unida un tiempo hasta que lo abandoné por cuestiones de trabajo y estudios, y por no encontrar una ubicación. Con el surgimiento del 15-M, me volví a implicar, primero en Málaga, donde estaba estudiando, y luego aquí con el Frente Cívico. Entendía que era la forma de cambiar la situación política que vivía el país.

—Pero siempre desde la izquierda.

—A pesar de que vengo de una familia conservadora, siempre he tenido vocación y formación de izquierdas. Me considero comunista y creo en ello. La cuestión es cómo transitar dentro de un contexto hacia una sociedad en la que las clases populares puedan vivir mejor. En este punto, no vivo el comunismo como una ideología férrea que te ata a un partido o a una serie de reglas, sino a un modelo para organizar la sociedad de manera que la población que está por debajo, que es la mayoría, tenga unas condiciones de vida dignas. Me siento comunista, pero esto no implica que tenga que militar en un partido o que mis convicciones se adapten dependiendo del contexto para intentar siempre lograr el objetivo de que la gente pueda vivir mejor.

—¿Nota desequilibrio social en Jaén?

—Es el principal problema que tiene Jaén. Es una ciudad totalmente desequilibrada social y territorialmente. Llevamos dos años analizando no solo los datos más frecuentes, como es el paro, sino también cuáles son las condiciones de vida de los barrios, y nos alarma que la ciudad se esté partiendo de manera progresiva en tres partes: Una pequeña minoría que expropia la poca actividad económica que generan las administraciones, otra parte de la población -la mitad- que aguanta esta falsa recuperación económica que nos venden y la otra mitad de barrios que directamente se está hundiendo, cuyos niveles de vida han bajado de manera espectacular en los últimos años. Y ninguna Administración, especialmente el Ayuntamiento, está haciendo nada para revertir la situación.

El principal problema de esta ciudad es la desigualdad. No es un problema solo de los niveles de pobreza, que estamos en un 12 o un 13% de pobreza severa; no es solo una cuestión del número de parados, que estamos por encima de los 13.000, sino de que la ciudad no tiene activad para que la gente tenga un presente y mucho menos futuro. Lo más alarmante es que no hay futuro, ni capacidad para generar esperanza a la gente.

"LA GENTE SE MARCHA DE AQUÍ"

—¿En Jaén se pasa hambre?

—En Jaén hay gente que pasa hambre, sí. Ahí están los comedores sociales y los informes de Cáritas. Hay gente que sigue perdiendo la viviendo, menos que antes, pero sigue habiendo desahaucios, y muchas familias que subsisten con salarios muy bajos. Han conseguido aumentar los niveles de empleo a costa de la precariedad. El 96% de los contratos que se crearon el pasado año en la capital eran temporales. Consiguieron parar la sangría del paro y crear empleo pero de trabajadores pobres, que tienen dificultades para llegar a finales de mes y dependen de la pensión de los abuelos o de los padres. Hay autónomos que no pueden mantener una actividad normal y los beneficios que sacan le dan lo justo para ir tirando. Aunque gente que logra a duras penas mantener sus parámetros de vida, el futuro es desolador. Y lo vemos en la pérdida de población. La gente se marcha de aquí.

—¿Y qué puede hacer un Ayuntamiento con nula capacidad económica y financiera?

—Lo primero que debe hacer el alcalde es decir la verdad, reconocer el principal problema de la ciudad y plantear medidas. Después vemos qué capacidad tiene para revertir la situación. Y no estoy de acuerdo en ese planteamiento general de que el Ayuntamiento no puede hacer nada debido a su situación económica y financiera. Todos la conocemos, pero habría qué ver cómo se ha llegado a este punto y qué se ha hecho para evitarlo.

Pero en el Ayuntamiento hay dinero porque sigue recaudando impuestos. Otra cosa es que los ingresos sean inferiores a los gastos. Es cierto que hay un déficit estructural que se arrastra desde hace muchos años y que ningún equipo de Gobierno, sea cuál sea su signo, ha sido capaz de cambiar. Vamos a analizar cómo equilibrar esas cuentas y veremos que uno de los grandes problemas es la casi la mitad del presupuesto municipal va a determinadas empresas. Si hay dinero para estas empresas y no para cubrir las necesidades más urgentes de vecinos que lo necesitan de verdad, ni tampoco para colaborar en la generación de empleo estable o para ayudar a pequeñas empresas o autónomos locales para sacar adelante sus negocios y poder generar actividad. Para eso no hay dinero, pero para pagar a las multinacionales y a los bancos sí. La deuda es la que es, por encima de los 600 millones, y no va a desaparecer. Esa deuda no corresponde al Ayuntamiento de Jaén, ya que se ha ido generando porque el Ministerio de Hacienda no ha asumido su responsabilidad y es darle al Ayuntamiento la financiación que tiene que darle que es dinero de todos nosotros.

No es una cuestión de discurso político, sino de realidades. Si el Ministerio, que es uno de los grandes problemas de este Ayuntamiento, no envía esa financiación, lo que no puede pedirnos, ni obligarnos a meternos en préstamos y préstamos y refinanciación de deuda, aumentando cada vez más los intereses, para poder pagar los servicios. Eso no puede hacer. En cuanto a las multinacionales y toda la privatización de los servicios públicos, lo que hay que hacer es cambiar el modelo para que nos cueste menos dinero.

—¿Cómo un Ayuntamiento se puede endeudar de esa manera?

—Digamos que, durante muchos años, ha habido un desequilibrio entre gastos e ingresos que han ido generando un déficit. Tenemos, además, unos servicios privatizados que cuestan más y no tienes la financiación del Ministerio para pagarlos. Tienes pocos ingresos y más gastos. Durante años, ese déficit se compensaba con el dinero que entraba en la Gerencia de Urbanismo procedente de la burbuja inmobiliaria. La deuda seguía subiendo pero a niveles aceptables. El problema surge cuando estalla la burbuja, desaparece esa financiación de Urbanismo y, a partir de ese momento, se dispara el décifit, más allá de las inversiones puntuales que se hayan podido realizar, algunas ellas desastrosas y todos las conocemos. La cuestión es el modelo financiero que ha habido en este Ayuntamiento durante mucho tiempo, al que, en determinados años, se ha sumado una mala gestión, inversiones que no tenían sentido alguno, la refinanciación, etcétera. Y todo aumenta exponencialmente

—¿El modelo del Ayuntamiento de Madrid es aplicable al de Jaén?

—Claro que sí. Si empiezas a disminuir los gastos que no tienen sentido y los sobrecostes de las concesionarias, puedes obtener más dinero e invertir mejor y reducir la deuda. Pero lo primero que debemos analizar muy bien es hacia dónde va el dinero y nos daremos cuenta que va a una minoría.

—¿La municipalización de servicios por la que tanto aboga, no sería engordar aún más la plantilla del Ayuntamiento?

—Depende de cómo nos lo planteemos. Todas las plantillas de las empresas concesionarias son municipales, puesto que las nóminas las paga el Ayuntamiento. Económicamente podría considerarse que ya son plantilla municipal. No están en el capítulo uno porque no son estrictamente trabajadores del Ayuntamiento, pero sí en el de servicios. Es igual de viable pagar por un capítulo que por otro. Ahora, desde el punto de vista legal, que sean trabajadores del Ayuntamiento, se puede municipalizar el servicio y establecer un convenio laboral con esos trabajadores sin necesidad de incorporarlos a la plantilla municipal, con unas plazas de indefinidos, no fijos, que son legales y aseguran la estabilidad laboral. No olvidemos que a los trabajadores de Castillo, Aqualia o FCC les paga el Ayuntamiento. Todos están dentro del presupuesto municipal.

—¿Es viable la municipalización de FCC?

—Totalmente viable jurídica y económicamente, diga lo que diga FCC y el Ayuntamiento. Respetamos la decisión de los trabajadores, pero nosotros planteamos esto no solo por los empleados, sino por el propio Ayuntamiento y la ciudad. Lo que queremos es que los jiennenses disfruten de un mejor servicio y sea más barato, por los enormes sobrecostes que se está llevando FCC. Entendemos que es la mejor opción para todos porque, de entrada, están asegurados todos los trabajadores en tanto se contempla la surogación de la plantilla.

—¿Está sobredimensionada la plantilla municipal?

—El problema es que hay mucha plantilla para los servicios que presta. Lo que no es de recibo es que conforme aumentaba la plantilla se iban privatizando servicios. Esto provoca una descompesación. Más que sobredimensionada, está infrautilizada porque se prestan pocos servicios.

—¿Por qué nadie le ha metido mano antes a la Relación de Puestos de Trabajo?

—Básicamente porque hay que revisar en qué condiciones entró cada uno, cuál es el trabajo que debía desempeñar y cuál es el que realiza. Esto implica, obviamente, un tema económico.

—¿Cree que saldrá adelante la que plantea el equipo de Gobierno?

—Lo que creo es que no hay voluntad real de afrontar una reorganización.

—Si han contratado hasta una empresa para ello.

—Ya se contrató antes a otra, en 2011. Se le pagó y se guardó en un cajón. No es la primera vez que nos encontramos en este punto. Lo que no hay es voluntad por distintas cuestiones. Lo que no se puede es estar echando siempre la culpa de la deuda a los trabajadores y luego utilizarlos para meter miedo de que no se pueden pagar las nóminas. Conviene recordar de que, en dos años, se pasó de 700 empleados a 1.400. Eso fue, a finales de los 90, y fue un Gobierno del PP.

—¿Vería posible ejecutar un ERE?

—Posible es, pero Jaén en Común no lo contempla bajo ningún concepto. Flaco favor haría este Ayuntamiento si echara a trabajadores, teniendo en cuenta las desigualdades que tiene esta ciudad. Sería generar más inestabilidad y empobrecimiento. Lo que necesitamos es recuperar servicios y organizar bien los que tenemos. Es paradójico que hablamos de una plantilla sobredimensionada cuando los jefes de servicio te dicen que no tienen personal para desempeñar determinadas tareas.

—¿Dónde está ese personal?

—Muy mal organizado.

—¿Hay empleados municipales qué no trabajan?

—Creo que algunos no trabajan porque no se les encomiendan tareas. En este Ayuntamiento no existe algo tan básico como un organigrama para ordenar la plantilla y los servicios. La empresa que se ha contratado se supone que va hacer eso, para que vaya puesto por puesto para ver quién está en cada sitio y qué tarea desempeña. Entiendo que lo puede hacer el Ayuntamiento perfectamente. Es más, es que debería tenerlo hecho porque es lo básico.

"EL SERVICIO DE AUTOBÚS URBANO ES LAMENTABLE"

—¿Le genera dudas la empresa contratada?

—No es de recibo que se le dé a una empresa vinculada directamente a un cargo público del PP de otra provincia. La transparencia no es solo dar los datos, sino demostrarlo día a día. No es un buen ejemplo para un Gobierno conceder el contrato a una empresa relacionada con tú partido. De entrada, éticamente es reprobable, sin cuestionar su capacidad y el precio. Fuera de esto, lo que seguimos sin entender es que se recurra a alguien de fuera para algo que debería tener hecho el Ayuntamiento.

—¿Viaja en el autobús urbano?

—De forma diaria.

—¿Y qué percepción tiene como usuario?

—Que el servicio es lamentable. Me atrevería a decir que es el peor de España.

—Pero ningún equipo de Gobierno ha hecho nada para cambiarlo antes.

—Es un argumento recurrente y yo le digo que mal hecho. Cuando me hablan de izquierda y de derecha no se dónde catalogar a determinados partidos. Por ejemplo, al PSOE nunca lo pondría en la izquierda, ni el mandato de Carmen Peñalver porque no se afrontaron a fondo los problemas de la ciudad. Repitieron el mismo modelo que los anteriores. Jaén en Común no estaba en ese mandato y seguramente se hubiera opuesto muchas cosas de las que se hicieron. No me siento aludido cuando el PP utiliza ese argumento para atacar nuestro posicionamiento.

—El Ayuntamiento está por la labor de mejorar el servicio o eso al menos es lo que parece.

—El Ayuntamiento sigue sin ponerse las pilas porque los autobuses siguen circulando, de momento, con un sistema de acceso ilegal. Cuesta mucho afrontar los problemas cuando atañen a empresas que expropian y se llevan gran parte del presupuesto municipal. Con estas empresas, todo se tapa y todo se oculta.

—¿Qué intereses ocultos puede haber?

—No sé si son ocultos o muy claros, lo que está claro que aquí se favorece a este tipo de empresas. Aquí FCC ha tenido durante años un vertedero ilegal y no se ha hecho nada, cuando en cualquier otra ciudad hubiera sido objeto de sanciones y apertura de expedientes. Ha tenido que ser la Junta de Andalucía la que ha llevado a los responsables ante los tribunales. Pero ha sido ahora, después de muchos años. Y aquí se han utilizado camiones de FCC para recoger basura en otros pueblos, y eso lo pagamos los jiennenses. Ni unos, ni otros han hecho nada para cambiar esto. Nos pasa habitualmente en otras muchas cuestiones.

—En el debate sobre el Estado de la Ciudad su discurso dibujó un panorama muy sombrío, que contrasta, obviamente, con la visión del alcalde de que no estamos tan mal.

—Pasan cosas en esta ciudad y hay problemas. La realidad de la desigualdad la podemos ver y comprobar de que hay gente que pasa hambre, que se cierran negocios, que hay familias a las que les cuesta llegar a final de mes y aún así la ciudad funciona y tiene una determinada actividad. Pero es que sino no existiría o sería un pueblo fantasma. La pregunta es sí esta situación y la falta de perspectivas de futuro es asumible y contentarnos con lo que tenemos. Pienso que debemos señalar los problemas y plantear soluciones y alternativas porque callados no avanzamos. Nací aquí, crecía aquí y quiero que mi hijo viva aquí por eso lucho por encontrar soluciones para que tenga una vida en su ciudad. Lo que no se puede hacer es ocultar los problemas.

—¿Cómo ve la política municipal?

—Veo que hay demasiados debates estériles, que no sirven para nada, salvo para cumplir los compromisos políticos que manda el partido, aunque creo que esto es general y pasa en todo el país. Lo que me molesta es que no se solucionen problemas factibles precisamente por contentar al partido o a la organización o simplemente por compromisos personales. No le encuentro sentido, sobre todo en la política municipal, en la que estamos por el bien de la ciudad y para solucionar los problemas más cercanos. También veo algo de hipocresia y falta de valentía, cuando más de uno se calla, pese a estar de acuerdo en un asunto o saber que se está perjudicando a la ciudad, por el simple hecho seguir la disciplina del partido o no quere perjudicar a la Junta o al Gobierno. Aquí lo que hace falta es valentía en todo y decir verdades en los debates y afrontar el olvido histórico que sufre Jaén.

—¿Qué opinión tiene de 'Jaén Merece Más'?

—Cualquier movilización ciudadana o plataforma que reivindique, me parece estupendo.

—¿Cree que son necesarias más plataformas de este tipo?

—Lo que hace falta es más movilización social con el objetivo de presionar para que no sigamos instalados en la hipocresia de utilizar Jaén o la provincia para sacar réditos electorales y luego si la línea oficialista nos dice lo contrario nos callamos. Tú no puedes apoyar unos presupuestos del Gobierno o e la Junta si eres consicente de que están perjudicando a la ciudad, como vemos, año tras año, por ejemplo, con los del Gobierno andaluz son un agravio para Jaén, con promesas incumplidas. La suerte de Jaén en Común es que no tenemos vinculación organica con nadie, por lo que si Podemos Andalucía plantea apoyar el Corredor Mediterráneo, que aisla a Jaén, estaremos en contra. Y si el PP defiende en Madrid algo que beneficia a la ciudad, yo la defenderé.

DE 'JAÉN MERECE MÁS' A FERNÁNDEZ PALOMINO

—Lo que me dice es de sentido común

—El problema es que el sentido común se queda atrás cuando tienes compromisos personales o directrices de partido. Si los presupuestos perjudican a Jaén, el alcalde, los diputados o quien sea debe decirlo y votar en contra.

—¿Qué le parece Javier Márquez como alcalde?

—Lo intenta, pero creo que hace falta más valentía para enfrentarse a todo y a todos para defender la ciudad.

—¿Y Manuel Fernández Palomino?

—No a él, sino al Grupo Municipal del PSOE, en general, le reprocho que actúen como representantes de la Diputación y de la Junta en el Ayuntamiento. Siempre tratan de justificar todas aquellas cuestiones que vienen de esas instituciones. También lo hace el PP. Lo que no pueden hacer es justificar los agravios por defender la Administración que está en manos de tú partido.

—¿Cuál es su futuro?

—No lo sé. Supongo que volver a trabajar y a estar con mi familia.

—¿Eso significa que no se va a presentar?

—Con vistas a las municipales, seguiré trabajando en Jaén en Común y después también.

—¿Cómo valora la apuesta de Podemos de conformar una candidatura de unidad popular?

—Me parece estupendo que organizaciones con planteamientos que son buenos para la ciudad se pongan a trabajar por ella. Es un síntoma positivo; cuantos más mejor. El planteamiento de Podemos me parece bien. Jaén en Común surgió precisamente para ocupar ese espacio. Nuestro objetivo es evolucionar para que este espacio sea cada vez más amplio. A mí, los nombres y las siglas nunca me han importado, lo que me interesa es la política y las ideas que hay detrás.

—¿La única forma de que haya un Gobierno municipal de izquierdas es con un paco con el PSOE?

—La única forma de que haya un Gobierno municipal de izquierdas en esta ciudad es sin el PP, sin el PSOE y sin Ciudadanos (sonríe). Ahora bien, nosotros podemos estar de acuerdo con ellos en asuntos concretos que son beneficios para la ciudad. Me da igual que sea el PP o el PSOE.

—¿Jaén en Común no ha cometido errores?

—Evidentemente que hemos cometido errores. Valoro el esfuerzo y el trabajo de todo el grupo, pero creo que podríamos hecho más en algunos asuntos, profundizar más en ellos, pero la falta de tiempo, de medios y la propia dinámica municipal nos lo ha impedido en determinados momentos. Estoy orgulloso de la labor que realizamos porque, pese a todo, hemos conseguido muchas cosas directa o indirectamente. No es descabellado decir que en el pliego de condiciones del servicio de limpieza y recogida de basura ha tenido mucho que ver que hubiera encima de la mesa un proyecto de municipalización. A lo mejor, sin él, nadie le hubiera metido mano.

Me arrepiento de no poder hacer más para ayudar a tanta personas que vienen por el despacho y necesitan una solución urgente a sus problemas. Ya sea porque no está en nuestra mano o porque no tenemos medios, no hemos podido solucionar el problema tan rápido como requería la situación. Cuando lo consigues, te vas a casa con la sensación de satisfacción, pero cuando no es duro y te preguntas en qué has fallado. En líneas generales, estamos cumpliendo con lo que nos habíamos comprometido. Si no hemos llegado más lejos, la responsabilidad es achacable a uno y también por las circunstancias de que solo estamos tres frente a un Gobierno que empezó en minoría y que ya está en mayoría.

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