Marcelo Castro: "El daño histórico de los expolios es terrible e irreparable"

El director del Conjunto Arqueológico de Cástulo advierte de que los robos en los yacimientos descontextualizan la historia del lugar y echan por tierra años de trabajo

Cuentan las leyendas urbanas que en Linares hay viviendas decoradas como museos con piezas procedentes del yacimiento arqueológico de Cástulo. Incluso, hay quien habla de vitrinas llenas de monedas expoliadas de la antigua ciudad íbero-romana. Tesoros arrancados de la tierra que un día habitaron los primigenios linarenses. Hubo un tiempo en el que el respeto al patrimonio carecía de cualquier sentido. El problema es que muchos de esos objetos que supuestamente embellecen casas y jardines en Linares forman parte de la historia, es decir, del puzzle de la época en la que fueron creados. Para Marcelo Castro, director del Conjunto Arqueológico de Cástulo, el "daño de un expolio es terrible e irreparable" porque "descontextualiza" la historia del lugar y echa por tierra el trabajo de muchos años.

La Operación Alfaíbero llevada a cabo por el Servicio de Proteción de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha permitido recuperar 748 piezas de gran valor de época ibera, romana y griega. Algunas de ellas procedentes de la antigua capital de Oretania. Objetos de un valor incalculable que tenían como destino el mercado negro o coleccionistas. Los detenidos, dos de ellos vecinos de Jaén, otros tantos de Andújar y uno de Mancha Real y La Guardia, están acusados de delitos contra el patrimonio y pertenencia a organización criminal. Posiblemente a ninguno de ellos le interese lo más mínimo la historia y mucho menos el lugar en el que dan el 'golpe': les mueve solo y exclusivamente el móvil económico. Parece claro, pues, que los expoliadores no tienen fronteras, pero "conocen bien la zona antes de perpetrar sus robos", añade Marcelo Castro. Los saqueadores solo "buscan objetos que puedan vender" en el mercado lícito. "Son gente organizada que quieren piezas en buen estado de conservación. Las cogen y se las llevan, sin importarle que con esa sustracción rompe el contexto del lugar", señala una de las voces más acreditadas del país sobre patrimonio arqueológico.

El Seprona de la Guardia Civil realiza cada año más de medio millar de intervenciones por expolios arqueológicos en el país y Andalucía está, junto con Valencia y las dos Castillas, entre las comunidades más afectadas. El arma principal de estos criminales es el detector de metales, cuya tenencia es completamente legal en España. Y existen miles de yacimientos desconocidos o no vigilados, que ha sido lugar de paso y cuna de cientos de culturas a lo largo de milenios. Marcelo Castro reconoce que es "imposible poner puertas al campo", aunque en el caso de Cástulo la vigilancia ha mejorado notablemente en los últimos años, coincidiendo con la aparición de grandes restos arqueológicos. "Tanto el Seprona como la Patrulla Verde de la Policía Local y la Policía Autonómica están muy pendientes del yacimiento que, además, cuenta con cámaras de vigilancia. El problema es que la extensión de Cástulo es enorme y fuera de la propiedad pública poco podemos hacer", advierte Marcelo Castro. Además del expolio, otro de los actores que perjudican de manera grave la conservación de nuestro patrimonio es la erosión del propio terreno.

EL EXPOLIO DE OBULCO

No solo Cástulo sufre el ataque de los criminales arqueológicos. No hace más de un año el alcalde de Porcuna, Miguel Moreno, denunciaba el expolio sistemático del yacimiento de la ciudad romana de Obulco ante la "pasividad" de la Junta de Andalucía. El regidor ha exigido, en más de una ocasión, a la Administración autonómica que asuma cuanto antes la titularidad de este enclave arqueológico para preservar el legado arquitectónico.

Un informe encargado por el Ayuntamiento define como "lamentable y trágica" la situación de una de las ciudades más relevante de la Bética y de Hispania romana, "dado que se encuentra sin ningún tipo de restauración, reintegración o reconstrucción". El estudio añade que el yacimiento presenta en general "daños por expolio, especialmente por el uso de detectores de metales", dado que Obulco acuñaba moneda propia.