El peligro del monocultivo del olivar

La Sociedad Ibérica para el Estudio y Conservación de los Ecosistemas alerta de la grave situación para las aves esteparias en la provincia de Jaén

La Sociedad Ibérica para el Estudio y Conservación de los Ecosistemas avisa de la "grave situación" que sufren las aves esteparias en la provincia de Jaén. Alerta de que la agricultura intensiva, y especialmente el monocultivo del olivar, suponen un "saqueo"  y "devasta" grandes extensiones de terreno "en muchas ocasiones, no apto para este tipo de cultivo". Así se puso de manifiesto en un encuentro en el que participaron diversos colectivos, entre ellos SIECE, en Otura (Granada). El objetivo era frenar la pérdida de hábitats esteparios desplazados por los cultivos arbóreos. Los participantes constataron la la necesidad de tomar medidas urgentes por parte de las administraciones.

Según explica la sociedad a este medio, los asistentes pretenden seguir dando pasos e ir más allá de este encuentro. Se pretende, por un lado, propiciar que la ciudadanía conozca la riqueza y la diversidad natural que atesoran estos paisajes. Por otro, reflexionar, advertir y crear conciencia acerca de la "dramática situación actual". "El valor natural del campo andaluz se está empobreciendo debido fundamentalmente a la fragmentación del hábitat. Muchas de las aves esteparias, como uno de los máximos exponentes biológicos de estos ecosistemas, se encuentran en un alarmante estado de amenaza y otras en un inminente peligro de extinción", alertan.

ESPECIAL PROTECCIÓN

Según explican, de las zonas de especial protección para la aves (ZEPA) declaradas en Andalucía, tan sólo dos fueron creadas específicamente para las aves esteparias: zona ZEPA de “Campiñas de Sevilla” en el entorno de Osuna y zona ZEPA de “Alto Guadiato” en Córdoba. En el resto del territorio andaluz, estas aves no disponen de un espacio donde el uso y el aprovechamiento del suelo seancompatibles con su conservación.

"De la misma manera, hay un agravio comparativo entre agricultores que propician la existencia de una fauna auxiliar rica y en grave amenaza, mientras otros planta campos de leñosas (olivo, almendro, pistacho, viña en espaldera, etcétera), perdiéndose los pocos campos de cereal, leguminosas y pastizales de los campos andaluces y auspiciado por las ayudas de la PAC", manifiesta el colectivo.

Así, de esta reunión se pretende crear una plataforma que represente a todos y cada uno de los colectivos implicados, ya que, de nada sirve proteger un agrosistema con un gran valor natural, cuando un agricultor no puede sacar un beneficio al respecto y mucho menos, cuando el agravio comparativo lo crea la misma Administración Pública, premiando prácticas agrícolas intensivas, poco respetuosas con el medio y que en ocasiones ponen en entredicho la seguridad de la población.

PROVINCIA DE JAÉN

Francisco Javier Pulpillo, secretario SIECE, asegura que la provincia de Jaén, con 66 millones de olivos, premia un monocultivo que está dando al traste con todo cultivo que de esta leñosa no se trate. Zonas de vega con tierras fértiles para sembrar ajo, cebolla u hortalizas; zonas históricas dedicadas a cereal de secano; estepas de leñosas ricas en esparto; dehesas cerealistas dedicadas a la ganadería; zonas de bosque en pendiente, etcétera.

"Todo vale para sembrar olivar, sobreexplotando acuíferos y contaminando el suelo, aparte de la altísima tasa de erosión, que están reduciendo a su mínima expresión la capacidad de almacenaje en los embalses por la colmatación a causa de la tierra fértil que se pierde en suelos descubiertos. Esta fiebre del olivo, está empobreciendo día a día nuestro campo de manera irreversible y afecta tanto a nuestra fauna, como a los colectivos ciudadanos más necesitados, tanto del mundo agrícola, como la ganadería extensiva", denuncia.

Las estepas leñosas del sureste de la provincia, en los municipios de Cabra de Santo Cristo, Jódar, Larva y Huesa, son "arrasada"s por grandes extensiones de olivar, en un clima subdesértico y con tierras muy ricas en yeso y poco favorables para este cultivo, explica Francisco Javier Pulpillo, secretario SIECE. Relata que se sobreexplotan sus acuíferos y se crea un olivar de riego y con grandes aportes de abonos químicos, para que sea posible ese tipo de agricultura, con fecha de caducidad y con un grave riesgo para la población. Este tipo de ecosistemas son ricos en especies en grave peligro de extinción, como la Alondra ricotí y que de la provincia hace años que desapareció.

Desde la Sociedad Ibérica para el Estudio y la Conservación de los Ecosistemas (SIECE), integrante de la Plataforma para la Conservación de la Aves Esteparias, muestran su malestar ante la dejadez de la Administración Pública y la falta de compromiso a favor de agrosistemas que integren grupos faunísticos que otorgan servicios  ecosistémicos de control de plagas, reducción de emisiones o premiar al cultivo ecológico, cada vez más buscado por la población. "De igual forma echamos en falta la búsqueda de nuevas fuentes económicas, como puede ser el turismo de naturaleza", concluyen.