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“El residencial de Frailes cubrirá el tercer grado de dependencia”

Por Fran Cano - Febrero 11, 2018
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Hombre polifacético, Custodio López Gallardo (Santa Ana, Alcalá, 1959) se ha embarcado al filo de la jubilación en un reto mayúsculo: ahora es el presidente del consejo rector que decide el futuro del hotel residencial de Frailes. La situación de sus padres, ambos nonagenarios, ha despertado una sensibilidad que quiere convertirla —ya lo hace— en horas de trabajo. En el entorno confirman que está muy contento e ilusionado con el proyecto.

Es de noche, y llega de trabajar cuando nos abre la puerta de su casa. La idea es hablar del momento que vive y de dónde viene. En Alcalá la Real es muy conocido por su trabajo en la faceta deportiva. Y lo cierto es que en la Sierra Sur casi todos conocen a “el Poyo”. Deliberadamente con y griega.

—¿Cómo ha llegado al cargo?

—La empresa gestora, Hábitat Colaborativo, nos propone a los socios iniciales constituir el consejo rector. Propusieron los cargos y si bien dejé claro que no tenía ninguna ambición por ser presidente, el grupo me ha arropado. Yo exigí tener un equipo de trabajo honesto, formado y joven. El equipo es estupendo: hay gente de la banca (José Luis Garrido), de la arquitectura (Montse López), del ámbito de la educación (Rocío Cano), de la comunicación (Ángel Custodio Campos), de las Fuerzas de Seguridad (Manuel Cano) y de servicios sociales (Mercedes García). Es un grupo con ganas de trabajar y de velar por los mayores. Nos ilusiona el proyecto. Queremos ser honestos y transparentes; nadie quiere lucrarse con esto. Yo he trabajado mucho para la gente joven y ahora quiero volcar mi experiencia de 30 años en gestión para ayudar a los mayores.

—Hábitat Colaborativo ha creado Hotel Residencial Baños de Ardales para poner caras locales a la cooperativa. Ahora mucha gente le pregunta por la calle sobre el futuro funcionamiento del hotel. ¿Cuáles son los inquietudes de los potenciales socios?

—La primera fase era la confianza. En cuanto han visto quiénes estamos, personas que no tenemos inquietudes ni políticas ni religiosas, hemos dado un paso importante. Uno de los asuntos fundamentales es el tercer grado de dependencia. Había dudas al principio, pero es un tema que hemos resuelto. La cuota implicará un servicio en condiciones. Aún no puedo dar más detalles, pero sí que está solucionado: los socios con grado de dependencia tres —personas que precisan asistencia para comer, vestirse o asearse— tendrán ese servicio.

Por otro lado, el asunto económico queda amarrado, porque tenemos un tesorero de la talla y la trayectoria de José Luis Garrido, que ha sido director de Caja Rural en Frailes durante muchos años.

También preocupa la cuota. Ahora hay que pagar 7.000 euros por participación, y creemos que la cuota sería de unos 650 euros, según el estudio de viabilidad. Vamos a velar para que no suba. Es mi principal objetivo.

Y otro asunto que está en la calle es si los hijos pueden comprar participaciones para sus padres. La respuesta es sí.

"Somos gente honrada y trabajadora", afirma el presidente del consejo rector.

—Me consta que están trabajando en la captación de socios para llegar al mínimo de 40. ¿Están convencidos de conseguirlo?

—Estamos muy cerca. Creo que de aquí a la semana que viene lo vamos a lograr. Cuando hagamos la campaña de socios haremos cuatro comisiones: obras, restauración, hotel balneario —porque habrá tanto parte de hotel como de balneario— y actividades. Son las cuatro patas del proyecto que tenemos en marcha. Hábitat Colaborativo administra y gestiona con voz y sin voto. Y el consejo decidirá todo. Queremos implicar a todos. Hasta el que venda tomates en la huerta, si se hace socio, puede aportar sus productos. Mantendremos esa regla con todos los proveedores para que se sientan partícipes de la empresa. Ni en la restauración ni el asunto del balneario, por ejemplo, pediremos alquiler, sino un buen servicio. Igual para la construcción: que las cuadrillas de Frailes hagan una unión temporal de trabajadores para que trabajen, siempre y cuando sean socios.

—Una de las preocupaciones que remarcan fraileros, sobre todo desde el entorno del PSOE, es que el concepto de balneario se diluye. ¿Cree que la idea del balneario se podrá efectuar?

—El balneario está casi terminado, y la idea es dejar 20 ó 25 plazas para el hotel y así explotar la idea de hotel balneario, porque era su origen. Creo que a Frailes le hace falta ese servicio. Lo que no veo normal es 140 plazas, pero sí 20 ó 25. Es factible y ya hay empresas interesadas. Será el consejo rector quien lo decida. Estoy convencido de que habrá balneario, pero para que sea viable hace falta el ala residencial. Y son compatibles. Hábitat Colaborativo ha tenido contactos para impulsar el asunto del balneario.

—Los más pesimistas auguraban que el hotel de Frailes acabaría siendo nuestro aeropuerto de Castellón. Supongo que es hora de ser positivos.

—Nosotros, los socios, vamos a ingresar el dinero que falta. Y es cierto que nos hemos encontrado con un dinero público fundamental. Que la obra esté al 60 por ciento permite la viabilidad. Nosotros pondremos los dos millones de euros restantes. Creo que la comunión es perfecta, y la fusión me parece acertada. Yo veía muy difícil que una empresa invirtiera aquí dos millones de euros. Es cierto que los tiempos han cambiado: la crisis nos ha puesto a todos en nuestro lugar. Lo de ahora es una solución con la que ganan tanto el gobierno local de Frailes anterior como el de ahora. Y, sobre todo, ha ganado el pueblo. Es un triunfo global, de todos. El sistema cooperativista, arraigado en Holanda y Finlandia, crecerá en España.

 Custodio López acumula tres décadas de experiencia en el Ayuntamiento de Alcalá.
Custodio López acumula tres décadas de experiencia en el Ayuntamiento de Alcalá.

“EN ALCALÁ HAY 65 DISCIPLINAS DEPORTIVAS: ES INSÓLITO”

—Usted trabaja en el Ayuntamiento de Alcalá. Primero lo hizo en la Concejalía de Deportes y ahora en Turismo. ¿Qué destaca de su primera etapa?

—Tengo que agradecer al Ayuntamiento que apostase por mí, en la época de Francisco Martín y Felipe López. Entré con un contrato de Andalucía Joven y entonces había 70.000 pesetas de presupuesto. Me he despedido de Deportes con 1.300.000 euros, y con un mapa de instalaciones increíble.

Confiaron en mí siete alcaldes y once concejales, y estoy contento de haber desarrollado mis conocimientos deportivos durante casi tres décadas. ¿Momentos? Recuerdo todo lo que necesitamos para inaugurar el Pabellón Cubierto en 1995. El campo de hockey fue un logro, porque estuvimos doce años en los que íbamos a jugar a Málaga y Sevilla hasta que tuvimos las pistas de sala y de hierba, en 1999. También remarco el campo de fútbol de césped artificial: dejar atrás el albero fue un éxito. Destaco las doce pistas que hay en las aldeas y las instalaciones de El Coto, que son estupendas. Y la joya de la jorona, que es el Centro Municipal de Deporte y Salud, la piscina, que fue un acierto muy grande, pues cubre también los servicios de gimnasio y balneario, ludoteca para menores, salas de usos múltiple… Era un tipo de instalación que descubrí en otros municipios cuando viajaba fuera, y pensamos en cómo hacerla pública. Lo conseguimos.

Estoy agradecido por haber pasado por Deportes. Desde hace un año tengo la oportunidad como dinamizador de turismo y le tengo que dar las gracias también al alcalde actual, Carlos Hinojosa. Creo que es bueno cambiar. Llevo apenas un año y las ideas de turismo activo y sostenible me interesan mucho.

—El hockey tiene muy buena prensa en Alcalá, con citas recientes como la llegada de las jugadoras de España, con deportistas locales, para disputar el Torneo Internacional del Aceite de Oliva. ¿Por qué va tan bien esta práctica en Alcalá?

—Son muchos factores. Estuvimos 15 años jugando en el ámbito nacional. Me parece que fueron siete años en Primera División femenina, ocho en División de Honor y en masculino fueron otros cuatro en División Nacional. No es casualidad.

Tuvimos la suerte de que hubo gente muy formada. La federación española nos dio la oportunidad de hacerlo. Yo estuve seis años y aprendí mucho. He intentado contagiar al resto. La formación y el rol de los monitores ha sido fundamental. No fue cosa mía, sino de mucha gente.

El fútbol tiene el referente del fútbol profesional. Y el modelo que vemos en la tele no es extrapolable. Es un mal espejo. Tiene mucha base y mucha afición, pero todo el mundo quiere ser como Messi. El hockey es un deporte amateur, donde se gana poco dinero y la gente que lo promueve tiene otros valores, que no son la fama ni el dinero. Hay más modestia en el hockey, y nosotros creamos un caldo de cultivo que ojalá dure mucho tiempo. El factor humano fue fundamental en ese esplendor. Recuerdo que al principio, como nadie entendía de hockey, trabajé con mucha tranquilidad. Nada que ver con mi experiencia como entrenador de fútbol.

 Es un amante de los deportes relacionados con la naturaleza.
Es un amante de los deportes relacionados con la naturaleza.

—También se ha vuelto normal que la Vuelta Ciclista a España pase por Valdepeñas y otros municipios de la provincia. ¿Ha crecido la afición por el ciclismo?

—Sí, muchísimo. Yo lo practico a mi manera, como puedo, y es cierto que ha crecido, porque dan mucha independencia. Ojo, en Alcalá hay 65 disciplinas deportivas diferentes. Cuando se lo cuento a mis compañeros de otros municipios no se lo creen. Es algo insólito.

El ciclismo y los deportes de montaña han crecido mucho porque se puede hacer en familia. El cicloturista, por ejemplo, es una figura en alza. Los clubes como Bellavista han hecho una labor extraordinaria. Te hablo de gente que se hace sus 60 ó 70 kilómetros y tienen mucha autonomía. Los deportes de la naturaleza están creciendo por ese cariz familiar.

“LA GUITARRA ME HA AYUDADO A SUPERAR DEBILIDADES”

—En la comarca es conocida su pasión por la guitarra. ¿Cómo llegó al flamenco?

—La guitarra la he tocado desde siempre. El flamenco ha sido una asignatura pendiente, pero no tenía tiempo. Cuando dejé el hockey hace un lustro empecé a tomar clases de flamenco.

Tuve influencias desde que hace tantos años vendía refrescos por la calle en compañía de un hombre ya fallecido, Luis Garnica. Él siempre ponía en el camión flamenco, y me gustaba. Más tarde me han influido desde Paco de Lucía hasta Camarón y en especial los programas de Jesús Quintero, que promocionó a artistas como Niña Pastori. Me formé en el flamenco tomando clases durante tres o cuatro años. Ahora las tengo grabadas en vídeo para repasarlas. No tengo tiempo para seguir.

Es muy difícil el flamenco. Cuando empecé el primer año pensé que era un fenómeno. Al segundo me dije: ‘soy un desastre’. Es tan amplio, tan difícil dominarlo, que es apasionante. Y cuanto más sabes, más ignoras, como decía Sócrates.

Al sur de flamenco, su grupo, ya ha tocado incluso en Alemania. ¿Qué proyectos futuros tienen?

—Soy una persona que tengo mucho compromiso, más trabajador que talentoso. Mis compañeras marcan el ensayo. Cuando ellas quieran que nos lo tomemos más en serio, ahí estaré. Es cierto que tienen —alude a las dos cantantes del grupo— sus trabajos y sus familias, y es difícil compaginar. Como poco yo ensayaría dos o tres veces en semana. Eso ahora mismo es impensable. Estamos en stand bye, y si hay ganas de ensayar, seguiremos hacia adelante.

 La guitarra, una pasión que practica cuando puede.
La guitarra, una pasión que practica cuando puede.

—¿Le gustaría que la formación musical ganase protagonismo en los colegios o es mejor que sea cosa de los conservatorios?

—A contenidos como la música y el deporte les daría mucho más protagonismo del que tienen. Es decir, más profesores, más horas de clase y mejores instalaciones. La formación integral de un individuo es muy importante. A mí me ha ayudado mucho la música. La guitarra me ha permitido superar miedos y debilidades. En esos momentos de baja autoestima la guitarra y el deporte me han dado vida. Deberían ser asignaturas obligatorias en la enseñanza pública reglada.

—Le llaman “el Poyo”. Incluso usted pone ese sobrenombre en su cuenta de Facebook. ¿Por qué?

—La historia es muy fácil. Mi abuelo paterno, Ramón, era muy alto y entonces en Santa Ana (Alcalá) destacaba mucho. La gente decía: ‘Mira Ramón, parece un pollo’. En la familia de mi padre todos éramos los pollos. Curiosamente lo heredé yo, y siempre me lo han dicho mis amigos. Lo he aceptado con mucho cariño. A mi hijo también se lo dicen. Me llaman así hasta mis primos hermanos. No nos molesta para nada. Y lo de ponerlo con y griega, pues sólo es por hacer la diferencia.

Fotos y vídeo: Antonio Anguita.

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COMENTARIOS

Vicente

Vicente Febrero 11, 2018

Bien FRAN y bien Custodín. Un placer leer y escuchar la entrevista.

Mucho ánimo en la nueva etapa y deseemos, por el bien del pueblo y de los particícipes e inversores del proyecto, que todo salga fenomenal y que pronto sea un éxito a todos los niveles.

Un abrazo

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Custodin

Custodin Febrero 13, 2018

Muchas gracias por esas palabras llenas de cariño, esto también
nos servirá de ayuda un besico

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