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Salud Anguita y la casa deshabitada

Por Fran Cano - Marzo 14, 2017
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Salud Anguita y la casa deshabitada
La vivienda municipal cuyo techo ha precisado la intervención de Bomberos. Foto: Esperanza Calzado.

Bomberos sanea el techo de la vivienda deshabitada que hay encima de las dependencias municipales de la edil no adscrita; la calle Obispo González quedó cortada un tiempo el viernes

Alguien ‘voló’ sobre la oficina de Salud Anguita. Así podría llamarse la historia que afecta a la edil no adscrita a cuenta del deterioro de la vivienda municipal que hay justo encima de las dependencias cedidas a la concejal. En realidad, quienes ‘sobrevolaron’ la oficina —también municipal— fueron bomberos: sanearon la parte de arriba, el tejado fundamentalmente, de la casa sin habitantes que hay junto a la Oficina de Estadística, cerrada ahora mismo por seguridad.

La secuencia es la siguiente: Anguita avisó el jueves a Juan José Jódar, concejal de Mantenimiento Urbano, de la decadencia del techo de su oficina; un operario comprobó el agujero enorme que hay en el tejado, de madera, y la Concejalía del ramo avisó a Bomberos para intervenir. La consecuencia fue que la calle Obispo González quedó cortada el viernes, con vallas de seguridad que aún siguen en el mismo sitio. “Sí, los agentes trabajaron casi toda la mañana. Y se cortó el paso”, explican dos comerciantes de la calle a LaContracrónica. Ninguno de ellos sabía cuál era la razón: no hubo ningún tipo de desprendimiento del edificio municipal; solo eran arreglos.

ACTUACIÓN QUE CONTINÚA

Bomberos explica a este medio que la intención de su trabajo fue retirar tejas y trozos agrietados de la techumbre. “Los agentes quitaron cualquier elemento peligroso. Había trozos del alero que eran susceptibles de caerse”, agregan desde Comunicación del Cuerpo.

“El techo de mi oficina estaba con todas las placas a punto de ceder”, cuenta Salud Anguita a LaContracrónica. Al parecer, la vivienda que hay encima de la dependencia que emplea desde mayo de 2015 lleva sin habitantes más de quince años. “Los bomberos abrieron ayer el falso techo de la oficina, y poco a poco lo arreglarán. Un arquitecto municipal vino para valorarlo”, señala.

El (mal) olor es lo primero que llamó la atención de Anguita. La inspección y mejora continúan hoy. Quién le iba a decir a la concejal que una casa sin vida incomodaría su rutina.

Las vallas de seguridad continúan en la calle Obispo González.

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