Serás un meme

La interacción infinita de las redes sociales tensa el humor en contextos delicados

El terrorista cordobés es un meme. El humor de los internautas lo ha convertido en objeto de parodias: que si hijo del torero, que si busca cita en First Date. Lo cierto es que el ingenio tuitero está ahí. Hace gracia. Hasta en los informativos de televisión han dedicado espacio para reflejar el humor con el que las redes sociales se han tomado la amenaza sobre España de un miembro de ISIS. La secuencia –rapidísima– en la tele ha sido así: primero informamos de que hay un hombre del Estado Islámico hijo de una malagueña con un discurso abiertamente radical; luego informamos de que ese mismo individuo provoca la sorna de los usuarios de Facebook y Twitter. Arturo Pérez Reverte ha escrito sobre el tema: no hay problema con la libertad de expresión (libre es usted de bromear sobre Rajoy, el Rey o Trump), pero sí ha subrayado que quizá falta miedo en la gente, que con un poco de miedo esta guerra contra los radicales sería más fácil de ganar. Reverte ha retuiteado algunas de las bromas, y eso ya no sé si es porque de verdad le han resultado cómicas o porque así quiere remarcar su argumento del miedo. Juan Carlos Aragón, comparsista y profesor de Filosofía, compartió el tuit serio de Reverte. Por los dos me puse a pensar.

El Estado Islámico no tiene ninguna gracia. Los yihadistas quieren acabar con todo lo que hemos construido las democracias más o menos libres: la libertad de ir a un concierto, de pagar por ver un partido de fútbol, de decidir si creemos o no en Dios y vivir en paz en esa diversidad. ISIS desprecia cualquier libertad, y preocupa que haya tantos jóvenes que se suman a la causa absurda y sangrienta en lugar de buscar lo que de verdad dignifica, construir tu vida sin interferencias externas. El cordobés convertido en meme me resulta un problema, me pone del lado de Reverte y Aragón: sin renunciar a ser libres, hay que estudiar y entender quiénes son esos tíos que matan y se matan por nada. No están locos. Son unos bárbaros.