Un gol con estrella
Queda poco tiempo. No hay goles. La selección española lleva sudando un buen rato, aunque ahora las gotas se vuelven heladas al resbalar por la piel. Enfrente está Ucrania, un equipo crudo y físico, al que le gusta el contacto y destruir todo lo que su oponente propone. Les beneficia el empate y crece la preocupación en el combinado nacional dirigido por Javier Lozano si tenemos en cuenta que tal resultado les dejaría fuera del Mundial de Guatemala, justo cuatro años después de llenar el Palau Sant Jordi con más de 15.000 personas y perder ante Brasil. La caída desde la plata hasta ausentarse es tan brusco que la única consecuencia pasa por cercenar algo. O a alguien.
Puedes leer el texto en el libro Sueños de fútbol sala, de Antonio Pulido.
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