“El turismo de Segura seguirá igual tras el incendio”

Propietarios de alojamientos, hoteles y empresas de animación coinciden en que el impacto económico de Segura será tan potente como antes del último fuego

“No influirá. Segura tendrá su impacto turístico. Como siempre”. La afirmación es de Maribel Peralta, propietario del restaurante Mirador de Peñalta. Los empresarios del sector servicios están de acuerdo: por más que el fuego haya sido impactante en los últimos días, el turismo no se resentirá.

El Mirador de Peñalta está a la entrada del pueblo. Recuerda Peralta que no hubo peligro durante el incendio porque “cambió el aire”. La dueña llamó hace unos quince días al 112 por un conato. Parecía un aviso de lo que estaba por llegar. Ahora, con la historia acabada, no hay nada que temer: “El fin de semana del incendio había gente en los alojamientos. Anoche, sin ir más lejos, la terraza de mi negocio estaba con bastante clientela”, dice a este diario.

Esas escenas de personas que no dan la espalda a Segura son el aval de quienes son optimistas en cuanto al futuro de la sierra como motor turístico.

“LA SIERRA ES MUY GRANDE”

Manuel Robles, teniente de alcalde de Segura de la Sierra y propietario de un hotel, señala que el parque natural de Segura, Cazorla y Las Villas es muy extenso. “El impacto visual del monte afectado está ahí, sí, pero este fin de semana el pueblo ha estado lleno de gente”, reivindica. “El daño ha rondado las 800 hectáreas. Supone el 0,3 por ciento del total, que son 210.000”, tercia Ramón López, director del Festival del Aire y gerente de la empresa Andabosques del sur.

Robles destaca la seguridad y la prevención que ha habido durante los días de incidencia. “Las piscinas de municipio han seguido funcionando. Todo ha vuelto a la normalidad”, celebra.

López considera que el suceso no perjudicará en nada a la futura edición del Festival del Aire. “Si fuese la semana que viene sí sería una faena. Pero por suerte hay tiempo”, comenta.

La realidad es que el turismo ni siquiera ha decaído en los últimos días. “La curiosidad ha hecho que gente de otros pueblos se acerque”, concluye López.