Economía circular, el futuro de la sociedad y las empresas

Está demostrado que, al cambiar los modelos productivos actuales, a ser más sostenibles y orientados en “circular”, genera más valor no sólo a las empresas, sino también a las personas y a la sociedad, mejorando sustancialmente la sostenibilidad y la economía presente y futura.

En anteriores artículos, ponía de manifiesto como ha sido la transición en los modelos productivos empresariales y las repercusiones que han tenido en la Sociedad y en nuestro Planeta, generando inquietud, puesto que el hecho de extraer, producir, usar y desechar no es ilimitado, teniendo presente que las materias primas son “limitadas” y la generación de residuos es casi “ilimitada”. Este hecho está generando grandes problemas a la Sociedad, no sólo en el tratamiento de esos residuos, sino que cada vez hay menos lugares para su desecho y es más costoso su procesamiento.

Por todo ello, la Sociedad en su conjunto, está tomando más conciencia de que tenemos que ser más respetuosos con nuestro entorno, hecho que las grandes empresas están asumiendo para lanzar estos mensajes: “PENSAR Y PRODUCIR EN CIRCULAR” es la “PROPUESTA DE VALOR” del futuro empresarial. 

Las empresas buscan, cada vez más, proyectos que desde el diseño estén enfocados a generar insumos no desechables, siendo el pensamiento transversal y de reutilización permanente el que está penetrando en la Sociedad, por el que los consumidores están dispuestos a pagar, y por ello, el futuro de las empresas debe ir encaminado a poner en práctica esta propuesta de valor, puesto que los clientes cada vez son más selectivos y conscientes del significado de las 3 R : Reducir, Reutilizar y Reciclar, presentada en la cumbre del G8 de 2004, con el objetivo de promover unos hábitos más responsables con el medio ambiente.

Los nuevos modelos de negocio orientados a una economía circular, ya no sólo tienen como objetivo las 3 R, sino que se ha transformado en las 9 R: Rechazar, Reducir, Reutilizar, Reparar, Restaurar, Remanufacturar, Rediseñar, Reciclar, Recuperar. No solo la sociedad demanda de una forma progresiva este modelo, sino que también surgen por la aplicación de normativa y leyes que se promulgan al amparo de la evolución de la economía mundial. 

Un ejemplo de ello son los PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica), otras son las recomendaciones efectuadas por la Comisión Europea en 2018 sobre el tratamiento de residuos, y como consecuencia la Ley 7/2022, de 8 de Abril, de Residuos y Suelos contaminados para una Economía Circular, y la próxima aprobación de una nueva Ley sobre Economía Circular, actualmente en trámite. 

Los PERTE son un instrumento de colaboración público privada en los que participan las distintas administraciones públicas, empresas y centros de investigación. Su objetivo es impulsar grandes iniciativas que contribuyan claramente a la transformación de la economía española. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, lidera los siguientes PERTE: Economía Circular; Energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento; Digitalización del ciclo del Agua; Desarrollo del vehículo eléctrico y conectado. Para más detalle y la forma de acceder a los fondos disponibles, se puede consultar a través de la página web del Ministerio.

La Ley 7/2022, de Residuos y Suelos Contaminados, enmarcada dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, imprime cambios en los modelos de producción y consumo que han de ser tenidos en cuenta por las empresas, encontrando oportunidades de contribución a diferentes ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible): el 3 (Salud y Bienestar), por ejemplo con la retirada del Amianto, el 12 (Producción y Consumo Responsable), con la reutilización de productos y prohibición para destruir los excedentes,  o el 13 (Acción por el clima), que contempla medidas encaminadas a la mejora del medio ambiente  y parar el cambio climático,  ofreciendo nuevos desafíos y nuevas oportunidades de negocio. 

Nuestro país tiene un problema con sus residuos y una baja tasa de reciclaje. Según Eurostat, la tasa de reciclaje estipulada por Bruselas tenía que ser del 50% para 2020 y alcanzamos tan solo el 36%. Las próximas metas a alcanzar quedan muy lejos si no se reacciona a tiempo: Europa ha establecido que en 2030 se deberá llegar al 60% y en 2035 al 65%.

Toda esta normativa, lo que pretende es impulsar la Economía Circular en nuestro país, afectando a todos los actores de la sociedad, en especial a las empresas, siendo muchas las que han comenzado a dar pasos en esta dirección desde hace tiempo. 

Guías de cómo las empresas han ido realizando estos cambios, podemos encontrarlos en multitud de Foros e Instituciones públicas y privadas a nivel Mundial. A modo de ejemplo, y sólo por citar algunos de los más relevantes, que pueden orientarnos y dar herramientas en distintos modelos de negocio, tenemos:
Fundación Ellen MacArthur (www.ellenmacarthurfoundation.org), Fundación para la Economía Circular (www.economiacircular.org), Pacto Mundial Red Española (www.pactomundial.org), Normativa y Legislación de la CE y nuestro país.
Podemos citar CINCO modelos de negocio “Circular”, que tienen como base ayudar a las empresas a potenciar su productividad y competitividad:

1. Suministros circulares: suministro de insumos totalmente renovables, reciclables o biodegradables que den soporte a sistemas circulares de producción de otras empresas. Así, es de esperar un aumento de empresas cuya propuesta de valor gire en torno a comercializar a sus clientes materiales y productos de procedencia.

2. Recuperación de Recursos: orientados a la recuperación al final de su vida útil, con el fin de que pueda ser empleado en otros productos. Se incentiva por tanto la aparición de cadenas logísticas que permitan la recuperación de productos y materiales, así como también la creación de servicios especializados en el reciclaje o en el supra-reciclaje.

3. Extensión de la vida útil: destinados a alargar el ciclo de vida de los productos en general a través de servicios de reparación, actualización, remanufactura y nuevas comercializaciones.

4. Plataformas compartidas: articulados en torno a la economía colaborativa o plataformas de intercambio que facilitan aumentar el uso y vida útil de los productos.

5. Producto como servicio: asociados a las “servitización”, es decir, a que el cliente pague por el uso del producto y no por su propiedad, pasando de propietario a usuario. 

Pensemos y actuemos en “Circular” por un futuro más sostenible y mejor, para nuestra sociedad y nuestro Planeta.