"La pintura es mi pasión desde hace más de tres décadas"

Maestra de formación, auxiliar de enfermería de profesión y pintora de vocación, por las venas de Teresa Guzmán Porlán (Jaén, 1960) fluye sangre artística, pero de verdad. Hija del recordado dibujante y caricaturista Juan Guzmán y sobrina nieta de los poetas Rafael y Julio Porlán, está encantada con los resultados de su última exposición en Jaén, que desmontó hace pocos días.  

—Docente, sanitaria y pintora. Tres facetas muy vocacionales, a priori...

—Bueno, soy maestra pero ejercí solo cuatro meses, porque la verdad es que en mi caso no es vocacional. Llevo ya treinta y nueve años en hospitales de Jaén. 

—¿Treinta y nueve años? Eso sí es vocación, Teresa; ha tenido tiempo de sobra para cambiar de oficio y no lo ha hecho. 

—Empezó como que no y siguió como que sí, y me encuentro superagusto; pronto me jubilo anticipadamente. Sin embargo, la pintura es una auténtica afición, pura pasión desde hace más de treinta años. 

—Treinta años de trayectoria, pero no se prodiga usted demasiado. Hace pocos días desmontó su última muestra, en La Económica. ¿Ha sido su primera exposición?

—No, no, expuse hace unos dieciséis años en el Colegio de Arquitectos y tuve la suerte de venderlo todo. Y hace siete años expuse también en Córdoba.

—Lo dicho, que no se prodiga mucho. ¿Qué balance realiza de esa exposición, que coprotagonizó junto con la artista Rafaela Arjona?

—Estoy muy muy contenta; la asistencia ha sido grande, nos felicitó el director de La Económica y nos han visitado pintores que nos conocen, como Kayser, Sánchez Cubillo, Antonio Blanca, Paco Carrillo... Ya llevamos tiempo en esto y nos conocen, han tenido la deferencia de visitarnos y estar allí con nosotras, opinar sobre nuestros cuadros. Ha sido muy gratificante, y con una afluencia de gente bastante buena. 

—¿Contenta también con las ventas? Con los tiempos que corren...

—Yo estoy contenta, para los tiempos que corren y la escasa cultura de arte que hay en Jaén por algunas zonas, ha estado muy bien. 

¿Se considera autodidacta en esto de la pintura, o ha pasado por algún taller antes de lanzarse a exhibir su obra?

—Hice Decoración en la Escuela José Nogué y a partir de ahí empecé a meterme en el tema de la acuarela. Hace unos cuatro o cinco años empecé con el acrílico, y ahora me dedico a las dos técnicas. He hecho, además, cursos presenciales, y ahora los hago on-line, que se han puesto de moda y me va muy bien con ellos. He pasado por talleres también, así que no me gusta decir que soy autodidacta. 

—Reconoce usted el magisterio de otros artistas, entonces.

—Sí, claro. Yo veía a mi padre pintar desde pequeña, y cuando decidí hacerlo empecé también a relacionarme con toda la gente que pinta en Jaén, eso me gusta mucho.  

—Ahora que cita a su padre, Juan Guzmán, el recordado dibujante y caricaturista. ¿Cree que la genética ha hecho de las suyas en usted?

—No creo que vaya en la genética; yo me sentaba y me gustaba mucho ver cómo mi padre hacía las caricaturas a acuarela, me llamaba mucho la atención; a él nunca lo enseñaron, que yo sepa, y lo hacía muy bien. Pero yo sí aprendi a dibujar, cuando pasé por la 'José Nogué'.

—Pero, ¿qué pinta Teresa Guzmán Porlán? 

—De todo, me gusta pintar paisajes, flores silvestres, no silvestres..., de todo. Paisajes urbanos pinto menos, pero también. 

—Siendo como es sobrina nieta de Rafael Porlán, todo un poeta de la Generación del 27, y de Julio Porlán, tan reconocido sobre todo en el ámbito de la lírica flamenca, ¿qué peso tiene la poesía en su producción artística?

—Para ser sincera, creo que no. Yo no he leído casi nada de Rafael Porlán, no creo que me haya influido. ¡Pero me estoy acordando de un comentario que me hizo Manuel Kayser, que para mí es uno de los más grandes de la pintura en Jaén...!

—¿Qué le dijo? Tiene usted al lector en ascuas, que lo sepa.

—"Mira, Teresa: tu pintura me parece muy poética". Me dejó flotando, fue un comentario muy bonito. 

— Vamos, que que hay poesía en su pintura. 

—Yo qué sé. Puedo decir que que, en general, los comentarios que me hacían estos días en la exposición eran del estilo de "qué sensibilidad tienes". Creo que soy sensible, sí, pero no era consciente de que eso se pudiera reflejar tanto en mi pintura como para ser un comentario generalizado. 

—¿Dónde, cuándo podrán ver su obra quienes deseen contar con un 'Teresa Guzmán Porlán' en las paredes de su casa?

—Ahora mismo no pienso en exponer. Es un gran esfuerzo, esta última muestra la hemos preparado durante los últimos tres años. Quizá después del verano lleve algunas obras a algún pueblo de la provincia, de lo que ha quedado sin vender.  

—Aviso para navegantes, pues.