Cerrar Buscador

Oportunidades de la 'Silver Economy'

Por Diego Hurtado - Septiembre 03, 2022
Oportunidades de la 'Silver Economy'
Imagen de recurso.

En el curso 'Andragogía o Educación para los Mayores frente a Edadismo o Discriminación por Edad', celebrado el pasado mes de agosto dentro de la programación de la UNIA en su sede de Baeza, hubo ocasión de detectar interesantes y valiosas conclusiones que, de manera acertada, pusieron sobre la mesa acreditados expertos en la materia.

Quiero detenerme especialmente en uno de los contenidos, el relativo a la denominada 'silver economy', pues se trata de un tema que en SECOT venimos abordando y estudiando desde hace algún tiempo y que, de hecho, venimos proponiendo como posible idea de negocio a emprendedores y emprendedoras que han solicitado nuestra mentorización y asesoramiento y estimábamos que iba en línea con las características y conocimientos de algunos de nuestros asesorados y asesoradas.

Posiblemente, llegar a identificarse con 'la Silver Economy' o economía plateada suponga cierta dosis de voluntad y arriesgada apuesta pero estamos ante una modalidad de economía que incluye todas aquellas actividades económicas, productos y servicios destinados a satisfacer las necesidades de los mayores de 50 años y se trata de un concepto, surgido en Japón —precisamente el país con mayor porcentaje de personas mayores de 65 años— durante la década de los setenta para referirse al mercado sénior, que aglutina a sectores tan diversos como la salud, la banca, la automoción, la energía, la vivienda, las telecomunicaciones, el ocio y el turismo, entre otros.

Cada vez es más obvia la oportunidad de negocio y de dimensiones muy elevadas que representa la “economía plateada”, pues se trata de un evidente filón en explotación muy incipiente y, por ende, con claras y firmes posibilidades de desarrollo, pues se trata de poner a disposición de la ciudadanía un montón de soluciones, apoyadas en una necesaria y conveniente tecnología, para mejorar, especialmente, el bienestar de las personas mayores.

Estamos ante una evidencia real y fácilmente identificable: la esperanza de vida aumenta y junto a esta circunstancia estamos comprobando cómo disminuye la tasa de natalidad, provocando una inversión de la pirámide poblacional y esta circunstancia no para ahí ya que las previsiones a medio plazo hacen prever que la economía plateada supondrá el 31,5% del PIB de la UE y el 37,8% del empleo y que su consumo tendrá un incremento notable (5% anual) llegando a alcanzar los 5,7 billones de euros en 2025.

Es fácil, pues, comprobar que estos activos (personas de más de 50 años hasta poco más de 60, las que ya se han jubilado pero aún gozan de buena salud y, por último, las de 80 años en adelante) forman un sector muy heterogéneo que dará lugar a la introducción de cambios en distintos sectores y, tal como señala el profesor y experto en “silver economy”, Juan Carlos Alcaide. «Aflorarán cantidad de empresas en torno a los cuidados domiciliarios y la atención a los mayores. En las residencias geriátricas veremos una transformación, con fórmulas como el ‘cohousing’ (viviendas colaborativas), y los seguros también tendrán que adaptar sus propuestas a una sociedad crecientemente longeva».

Llama la atención la entrada en este escenario de lo que se conoce como “age tech” que, como bien afirma el profesor Presidente Honorario de SECOT; Rafael Puyol, no es otra cosa que la apuesta por la digitalización a la longevidad y que constituye una auténtica revolución a corto plazo que aprovecharán las grandes empresas para buscar una posición ventajosa dentro de un mercado globalizado que irá dirigido a la oferta de aplicaciones de muy diversa índole especialmente pensadas para las personas mayores y una especialmente importante será la televisión dada la circunstancia de que este segmento de población está habituado a ella, le resulta familiar y, más o menos, las dificultades de adaptación serán superadas.

Junto a la televisión, el recurso y utilización de la “tablet” constituirá también un recurso muy válido y accesible para acceder a servicios y utilidades relacionados con la telemedicina, webinars y talleres sobre temas de divulgación científica, autoestima, relaciones intergeneracionales, envejecimiento activo, ocio y otros que constituyen el cuadro de intereses del citado colectivo, sin olvidar las posibilidades de la domótica, concretamente los llamados “Ambient Assisted Living” para personas con determinadas enfermedades para su atención y cuidado por terceros o que viven solas y necesitan comunicarse y disponer de elementos tecnológicos para ello y que sirven para detectar situaciones anormales o especiales, avisan a los servicios médicos, al personal de seguridad o a los bomberos, encienden o apagan electrodomésticos, luces, hornos, TV, etc.

Visto lo anterior, es evidente la presencia de oportunidades en emprendimiento que representan los trabajadores seniors próximos a la jubilación o los jubilados más jóvenes, especialmente los que proceden de las últimas generaciones del baby boom, ya que son personas que ofrecen grandes oportunidades para las empresas que sepan adaptarse a sus necesidades, pues de trata de usuarios con destrezas suficientes para manejarse en la red. Conocen y utilizan cada vez más el comercio electrónico, gestionan sus trámites burocráticos online, realizan operaciones bancarias, planifican sus vacaciones a través de la red y efectúan un sinfín de operaciones más.

Es cierto que no navegan por la red como sus nietos, pero tampoco son analfabetos digitales, una condición que a veces se les achaca de forma completamente injusta. Tras lo expuesto anteriormente, este panorama representa, como decía al principio, una evidente oportunidad desde el punto de vista de idea de negocio para los emprendedores, tanto a corto como a medio plazo, pues van a tener a su disposición un abanico de áreas en las que introducirse, sin olvidar las oportunidades de empleo en sectores como el turismo, los hogares inteligentes que contribuyen a una vida independiente, las tecnologías de asistencia, los productos y servicios accesibles, la robótica de servicios, el bienestar, la cosmética y la moda, la seguridad, la cultura, la movilidad personal y automatizada y la banca.

La innovación científica y médica también abrirá oportunidades para quienes desarrollan tecnologías y para los profesionales sanitarios y los cuidadores altamente cualificados, al tiempo que ofrecerá el avance necesario para responder al envejecimiento de la sociedad, tal y como señala el ‘Libro Verde sobre el Envejecimiento’ que redactó en 2021 la Comisión Europea en relación al impacto del cambio demográfico en el continente.

Termino con un comentario de Nicky Stafford, cogestora del Global Demography Fund, quien afirma que “la demografía es uno de los componentes más importantes del futuro y ningún inversor sensato con un horizonte a largo plazo puede permitirse el lujo de darle la espalda”.

He visto un error

Únete a nuestro boletín

COMENTARIOS


COMENTA CON FACEBOOK