Cerrar Buscador

Milagroso café

Por Javier Esturillo - Febrero 05, 2019
Milagroso café
Daños causado por el impacto del vehículo. Foto:Javier Esturillo

Ana López, vendedora de la ONCE, se encontraba desayunando en una cafetería cercana, cuando un vehículo se ha llevado por delante el kiosko de la calle Rastro, al que había regresado tras una baja

Son poco más de las diez y media de la mañana, Ana López abandona el kiosko de la ONCE de la calle Rastro -antigua Correa Weglison-, en el que despacha cupones, para dirigirse a la cafetería Samoa, donde desayuna habitualmente. Está a solo unos metros. Pide un café con leche y media tostada. Nada más dar el primer bocado, un fuerte golpe sacude el interior del establecimiento. Nadie acierta a saber qué ha ocurrido hasta que alguien advierte de que ha habido un accidente y un coche se ha llevado por delante el puesto de los 'ciegos'.

Ana sale despavorida de la cafetería. No piensa en nada. Cuando llega a la esquina de la calle Rastro con Virgen de la Capilla, se da cuenta del estropicio. Entra en estado de shock. El kiosko está desplazado como consecuencia del brutal impacto. Además, el vehículo ha destrozado un semáforo, una boca de riego y un árbol, con el que chocado de frente solo unos metros más abajo. Hay un hombre mayor con una pierna bastante fastidiada y la conductora sufre un ataque de ansiedad. De inmediato, llegan hasta el lugar dotaciones de la Policía Local y una ambulancia.

La vendedora de la ONCE, que se había incorporado no hace mucho de nuevo al trabajo tras una baja, es atendida por varios peatones y un compañero que vende cupones no muy lejos de allí. Tratan de tranquilizarla, pero ella llora desconsolada.

Al otro lado de la calle, los sanitarios y la Policía Local asisten al hombre herido, a la conductora y a su acompañante. Es media mañana y la calle Rastro está llena de gente, muchos de ellos curiosos que se han acercado hasta la zona tras enterarse de lo ocurrido. "Qué barbaridad. Vaya golpe", exclama Juan, un operario que trabaja en una obra cercana. "Podía haber sido una tragedia", lamenta una mujer que, en el momento del suceso, se encontraba comprando pan. "¿Cómo habrá pasado?", se preguntan varios ancianos. Todo es confusión. 

La Policía Local acordona el lugar del impacto mientras Ana recibe el cariño de la subdirectora de la Delegación de la ONCE en Jaén, Mari Carmen Álvarez. "Por suerte no le ha pasado nada a ella", declara a este medio. Ese azar del que habla la responsable es el momento en el que la vendedora decide tomarse el café. De haberle pillado dentro, posiblemente hubiera resultado herida dada la fuerza de la colisión.

El tráfico ha quedado reestablecido sobre las doce de la mañana tras retirar los servicios de limpieza los restos del accidente. Ana se ha marchado a casa con el miedo todavía metido en el cuerpo, pero por fortuna sin un rasguño. Milagroso café.

 

He visto un error

Únete a nuestro boletín

COMENTARIOS


COMENTA CON FACEBOOK