De niño a capitán

José Luis Palomar, "Pepón", deja el Martos CD después de 12 temporadas en las que ha dado los mejores años de su vida. Se despide con el deber cumplido

Tendemos a ver a los futbolistas como héroes capaces de cumplir nuestros sueños. Como gladiadores que, cada fin de semana, saltan a la hierba y se encomiendan a los caprichos del balón. Pero detrás de cada uno de ellos se esconde una historia de carne y hueso, de sentimientos, de luchas internas, de victorias y derrotas. José Luis Palomar Estévez, "Pepón", representa el paradigma del jugador modesto, currante y sin más ambición que la de disfrutar con la pelota, como hacía de niño en su pueblo natal, Alcaudete, donde nació hace 30 años. Llegó al Martos CD hecho un chaval tímido y algo asustadizo. Con el paso de los entrenamientos fue ganando en confianza hasta convertirse en la referencia del vestuario. Pepón se marcha de club en el que ha crecido como persona y al que ha dado los mejores años de su vida. Abandona el Chamorro Martínez con el deber cumplido.

La historia del espigado pivote alcaudetense es la de un tipo honrado. Ha cumplido con cada uno de los entrenadores que han pasado por su carrera deportiva; siempre con la responsabilidad de defender un escudo, una institución, una afición, una ciudad. Sus poderes: la calma en los momentos más tensos, anticiparse a la jugada, llevar el mando de los compañeros en el terreno de juego y luchar contra la soledad en la que vive el capitán de un club de Tercera División, en el que hasta un entrenamiento puede convertirse en un auténtica odisea. El domingo será uno de los días más especiales de Pepón en la Ciudad de la Peña. Se enfundará por última vez el brazalete de capitán. "No es nada fácil despedirse de un sitio que es parte de ti. Llegué siendo un niño y me marcho siendo un hombre", asegura en la carta de despedida que ha publicado en su cuenta de Twitter.

Reconoce que en todo este tiempo ha habido momentos "tan malos" que le llevaron a replantearse su condición de futbolista. Sin embargo, esos instantes de amargura fueron rápidamente compensados con otros más dulces. Habla del Martos como su "familia". Y así la siente. Porque Pepón es, ante todo, un jugador de club y un referente para la grada del Ciudad de Martos. Su polivalencia en la capitanía la traslada al terreno de juego, donde ha jugado en todas las posiciones. “Me falta ponerme los guantes y parar los penaltis”, bromea el centrocampista. Sus palabras de agradecimiento van hacia todo el mundo, desde la junta directiva hasta los compañeros, pero se detiene especialmente en la afición, ya que "sin ella este club no sería nada. Gracias por todo", concluye.