El agua embalsada sube medio punto tras las últimas lluvias

Sabor agridulce en el olivar al entender que han sido escasas, localizadas y con fenómenos tormentosos ocasionando pérdidas en algunas zonas

Nunca llueve a gusto de todos y para lo que ha sido un ligero alivio para los embalses a los olivareros les ha sabido a poco. Después de las precipitaciones del pasado fin de semana, abundantes en algunos puntos y escasas en otros, los embalses de la provincia de Jaén han recuperado medio punto de agua embalsada.

Según el último parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, las reservas son del 23,09 por ciento de su capacidad. La semana pasada, antes de las precipitaciones, era del 22,55.

EFECTO EN EL OLIVAR

Por su parte, COAG Jaén advierte de que la situación del olivar se ha complicado después de que las últimas lluvias del fin de semana no hayan paliado el estrés hídrico de los olivos y de que no haya previsiones de precipitaciones importantes a medio plazo. Y es que según los datos de la Red de Estaciones Agroclimáticas en zonas como Úbeda se han registrado poco más de 3,6 litros metro cuadrado; en Huesa, 6,5; y en Jaén 11,2.

Para el secretario general de COAG Jaén y responsable de Olivar de COAG Andalucía, Juan Luis Ávila, “se confirma el peor pronóstico posible para nuestro olivar” y “la situación se complica por momentos, el aforo va a ser muy inferior al que inicialmente preveía la Junta”. De ahí que desde la organización se insista en pedir que se revise lo más pronto posible las estimaciones de producción, para que “al menos el sector tenga una cifra fiable a la que agarrarse a la hora de realizar sus ventas de cara a la próxima campaña”.

El aforo previsto por la Junta de Andalucía y presentado en el mes de septiembre estima una cosecha de 1.050.300 toneladas de aceite en Andalucía. Un aforo que difícilmente puede cumplirse ante la falta de lluvia en una época crucial para el olivo, y en una situación de sequía. Según los técnicos de COAG Jaén, hay una zona de riego que ya no es recuperable, y en secano podría llegarse a pérdidas del 50 % si no llueve y no se cubren las necesidades de agua.