Albertillo: "He vivido los momentos más importantes de mi vida en Mancha Real"

El futbolista de 37 años, todavía dolido por el abrupto final de verde a tres días del cierre del mercado de invierno, quiere seguir jugando a fútbol

Dicen que lo más difícil en una historia es cerrarla. Algo de verdad hay en el caso del futbolista Alberto Cruz Colmenero "Albertillo" (Jaén, 1983). Su adiós del Atlético Mancha Real tras once temporadas, diez de ellas consecutivas, acabó abruptamente el pasado miércoles, cuando el cuerpo técnico y la directiva le comunicaron que tenía que dejar la plantilla a tres días del cierre del mercado de invierno. Todavía está afligido por una decisión que no esperaba. Quiere seguir jugando y subraya las experiencias mayúsculas de verde: "Los momentos más importantes de mi vida me han pasado en Mancha Real", valora en declaraciones a este periódico.

Reconoce Albertillo que hubo directivos que no quisieron estar en el momento de la decisión. No hay rastro de rencor en las palabras del futbolista, pero es evidente que esperaba otra salida, por más que el equipo haya incorporado a Juanma Espinosa. "Entendería un cambio si fuésemos mal, pero el equipo está arriba", manifiesta todavía sin entender el porqué del desenlace.

Cuando habla de los mejores momentos de su vida alude al casamiento, a la llegada de su hija y a una evolución futbolística que lo llevó a Segunda B, con una directiva con la que tenía una relación más de amistad que laboral. El Albertillo más joven era un extremo izquierdo puro de los de antes. Se fijaba en el brasileño Savio Bortolini por la capacidad de regate. Con el tiempo entendió que tenía que asumir más en el proceso creativo, de manera que pasó a jugar de interior y el pico futbolístico lo alcanzó en la mediapunta, intervenido por los entrenadores Fernando Campos y Juan Arsenal.

Una de las espinas de Albertillo es la lesión en el cruzado de la rodilla derecha el año del ascenso del Atlético Mancha Real a Segunda B. Se rompió en la primera jornada y cuando regresó no tuvo minutos en las fechas finales de aquella temporada. El resto ha sido muy positivo, y el adiós ha evidenciado una palabra definitoria de su carrera, "capitán". "Siempre he mirado por el club y me he dejado llevar más por los sentimientos que por otra cosa. ¿Para qué me iba a ir otros equipos a ganar dos duros más? Como en casa, en ningún sitio", resume.

Monitor en Aspace Jaén y coordinador del centro de día, Albertillo no abdica aún del fútbol. Estuvo muy cerca de firmar por el Torredonjimeno y también hubo interés del Real Jaén, pero las obligaciones contractuales fuera del césped son otro obstáculo. ¿División de Honor? "Si merece la pena en lo deportivo y en lo económico, seguiremos dando guerra, sino esperaré a la próxima temporada", resuelve.

El jiennense agradece todas las llamadas, los mensajes al móvil y las publicaciones en las redes que ha recibido desde que se produjo la noticia. Admite que todavía digiere el final, como la reciente pérdida de su madre y las consecuencias sociales del coronavirus. "De todo lo malo se sacan cosas positivas, y este apoyo me permite irme con la cabeza alta. No sabía que todos los años de fútbol habían creado tanto cariño", valora. No hubo final redondo como jugador verde —soñaba con una transición natural al cuerpo técnico o la directiva—, pero el punto final de su carrera deportiva todavía apunta al futuro. "Yo quiero seguir", promete.