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"Mostraré en París mis diseños inspirados en Marmolejo"

Por Javier Cano - Febrero 18, 2023
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"Mostraré en París mis diseños inspirados en Marmolejo"
Alberto Muñoz, escoltado por algunos de sus modelos.

Se llama Juan Alberto Guzmán Díaz pero en el universo de la alta costura es Alberto Muñoz. Un diseñador de Marmolejo, nacido en 1995, que decidió rebautizarse con el apellido de su abuela (su primera y más entusiasta fan) y cuya trayectoria crece a pasos de gigante. El próximo mes de marzo, sin ir más lejos, presentará su nueva colección en París, uno de esos escalones que conducen directamente hacia la gloria en el mundo del diseño.  

—Hablando con usted se adivina inmediatamente que lo suyo es vocación, que su amor al diseño de moda le viene de antiguo. 

—Sí, mi madre hacía vestidos de rizos, de marca, que traían aquí a varias modistas, y a mí me gustaba un montón. Luego, en carnavales siempre me disfrazaba, aunque para mí no eran disfraces. Era como que llegaba Carnaval y era mi pasarela, mi momento de exhibición.

—Le digo lo de la vocación porque incluso antes de formarse, ya tenía usted abierto su propio atelier... 

—Sí. Estuve estudiando en Fuente Palmera (Córdoba), pero como no me gustaba estudiar, me vine a mi pueblo y decidí montar mi propio atelier, en 2017.  

—¿Qué tal la experiencia? ¿Le ha funcionado bien su local?

—Yo me dedico al diseño de complementos y tocados (pamelas, tiaras...) a lo que uno diseños de otras marcas en la tienda. Pero me empezaron a hacer propuestas de vestidos, algo que me daba un poco de vértigo. Al final, con una amiga, comencé a hacer mis primeros vestidos de flamenca. 

—Se fue de Fuente Palmera porque no quería estudiar y, finalmente, terminó estudiando allí Corte y confección...

—Sí, eso fue ya en pandemia. Tuve que cerrar mi atelier y decidí estudiar lo que no había hecho antes. Estuve allí dos años y conocí una pasarela de trajes de novia que tienen allí, muy famosa. De hecho, Fuente Palmera está catalogada como el pueblo de las novias. Tienen un certamen de jóvenes creadores, dudé si presentarme o no y al final quedé finalista junto con otros quince diseñadores, con la suerte o no sé yo que al final gané el primer premio. 

—Y eso que dudaba usted si presentarse o no. A partir de ese momento, ¿cómo le cambió la vida?

—Me vino un año superlleno de trabajo, ya en 2022; tuve pasarelas en Sevilla, en Málaga..., y volví a Fuente Palmera a presentar una colección ya como diseñador oficial. Un mes después, me meto en mi correo y hay uno de Fashion Week Studio, de París, proponiéndome participar en su siguiente edición, que será ahora, en marzo. 

—Abriría los ojos como platos cuando leyó ese mensaje, ¿no?

—Ay, yo qué sé, no sabía si era verdad, si era una broma. Pero es real y verídico y si todo sale bien y no pasa nada, estaré en París el día 5 de marzo para presentar mi nueva colección. 

—¿Qué lleva a París Alberto Muñoz desde Marmolejo? Pondrá usted toda la carne en el asador...

—A París llevo una colección que he llamado Le Romantisme (Romanticismo, en francés). ¿Por qué? Porque justo cuando este movimiento comenzaba en Francia, en el siglo XVIII, aquí en Marmolejo empezaron a extenderse las primeras recetas médicas de aguas del balneario. He querido relacionar ambas cosas. En cuanto a diseños, llevo más bien vestidos para invitadas, aunque se puede considerar también para novias. Muchos volúmenes, llevo Andalucía en los volantes, y Jaén...

—Vamos, que su pueblo y su tierra van con usted a la Ciudad de la Luz. 

—Sí, es verdad que desde pequeño mi pueblo, en general, y el Ayuntamiento en particular me han apoyado, siempre, constantemente. Por eso he querido llevar a París, también, diseños inspirados en Marmolejo, en costumbres de aquí, como los bolsos talega, que recuerdan a las taleguillas donde se guardaba el pan antiguamente. Eso lo he llevado a bolsos de fiesta. Y llevo complementos protagonizados por el olivo, la aceituna... Creo que es un guiño a mi pueblo y a Jaén llevar un poco de su cultura a París. 

—Se puede decir que está ya en capilla, el 5 de marzo le espera a la vuelta de la esquina. ¿Cómo vive estos días previos?

—Con muchos nervios, hasta que no estás allí no me lo voy a creer. Pero muy ilusionado, afrontando que es un paso muy importante, que voy a ser un diseñador internacional. 

—Y Marmolejo, ¿cómo lleva eso de que un hijo del pueblo brille con luz propia en la pasarela parisina?

—Mi pueblo lo sabe, y como la pasarela tiene un coste elevado hice un poco de eco en mi pueblo y pedí ayuda. 

—La pidió... ¿Y se la han dado?

—Mi pueblo se ha volcado, el Ayuntamiento de Marmolejo y también el de Fuente Palmera. La verdad es que cuento con muchísimo apoyo. 

—Una vez presentada su nueva colección en esta cita internacional, ¿qué puertas espera que se le abran, qué va a pasar en su vida?

—Esta pregunta me pone los pelos de punta, porque no sé qué puede pasar cuando cierre mi pasarela con el carrusel final, cuántas puertas se me pueden abrir, no me lo puedo ni imaginar. Le responderé a la vuelta. 

—Pero algo va a pasar, no será un viaje más...

—Es verdad que cuando presente colección en París, eso me marcará una etapa en mí y en mi marca. La pasarela tiene mucha afluencia, la recogen muchas revistas internacionales de moda. 

—Alberto Muñoz será, dentro de nada y menos, un diseñador internacional de moda. ¿Seguirá siendo, también, un marmolejeño convencido, enamorado de su patria chica?

—Yo he tenido la suerte de conocer a Palomo Spain, que es un diseñador referente en la moda; me gusta mucho porque él trabaja en Posadas (Córdoba) y refleja todos los temas de Posadas, lo tengo como referente. Si triunfo, mi pueblo lo llevaré como bandera por todos lados. 

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