Alberto Olea: "La mirada periodística funciona en la fotografía social"
El autónomo linarense lamenta que el fotoperiodismo sea todavía precario en la provincia
Alberto Olea Romero (Linares, 1983) llegó a la fotografía por la afición que le trasladó su padre, Luis Olea. El hoy empresario autónomo cursó Bellas Artes en Granada. La idea era acabar en las áreas de dibujo y diseño, pera la coyuntura en Linares aconsejaba retomar la afición familiar. "Ahora he exportado la fotografía periodística a la social", valora en conversación con este medio.
El linarense trabajó en prensa para medios y agencias desde 2008 hasta el año pasado. Reconoce que echa de menos la actividad de los medios, pero solo volvería si se dan unas condiciones laborales de garantía. "El fotoperiodismo en la provincia sigue siendo precario. Y cada vez es más", expresa el que fuera alumno de la Escuela de Arte José Nogué.
"SIN FOTÓGRAFO, NO HAY HERRAMIENTA"
Olea es propietario de Serendipia Fotógrafos desde 2014, apoyado por la profesional Mamen Vilches. La incursión emprendedora le ha llevado a explorar la narrativa en vídeo, aparte de nuevos formatos en fotografía social. "Estábamos cansados de la foto convencional de boda", dice.
Entiende que la evolución tecnológica, con más móviles más capacitados para la imagen, suponen una ventaja para el sector aun cuando más gente pueda interesarse por un sector ya de por sí ultracompetitivo. "Si no hay mirada de fotógrafo, la herramienta no ayuda a la imagen", valora. "Se hacen mejores fotografías con la mirada", insiste.
El futuro del empresario pasa por la formación. "Tenemos que seguir evolucionando en vídeos y en imágenes", señala. Miembro del grupo F8, la fotografía artística también le interesa. Se trata de contar. "Y me sirve de reflexión", concluye.
Fotografías: Serendipia Fotógrafos.
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