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EFECTOS DE LA PRIMERA DÉCADA (ALGO) LIBRE DE HUMO

Por Fran Cano - Enero 09, 2021
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EFECTOS DE LA PRIMERA DÉCADA (ALGO) LIBRE DE HUMO
Colas en los estancos. Foto: Beatriz Rivilla

La Asociación de Expendedores de Tabaco y Timbres de Jaén sostiene que el contrabando ha crecido desde la Ley Antitabaco, que cumple diez años, y hosteleros recuerdan el impacto de las restricciones y de la prohibición de fumar en establecimientos públicos

La historia del tabaco en España cambió hace diez años, cuando el 2 de enero de 2011 fue aprobada la Ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, suministro y publicidad, más conocida como Ley Antitabaco. El aniversario de la primera década sin humo en los establecimientos públicos trae malos recuerdos a estancos y profesionales hosteleros de Jaén. Reconocen que la legislación está más que asentada, pero recelan de los datos oficiales acerca del descenso del consumo. "En realidad, lo que ha bajado es la venta, no el consumo. Porque el contrabando de tabaco ha crecido y sobre todo en los pueblos", aseguran desde la Asociación de Expendedores de Tabaco y Timbre de la provincia de Jaén (Aseproj). La población fumadora en el mar de olivos es del 27,8%, según los datos de última Encuesta Andaluza de Salud, correspondiente a 2015.

Trinidad Campos preside el colectivo desde hace dos años. La asociación nació en 1987 y no está incluida en ninguna de ámbito nacional. Campos es la gerente de Estanco Campos, en Arjona, negocio cuya titularidad asumió por traspaso. Antes de ella la responsable fue su madre, María del Pilar Corral. El estanco está abierto desde el año 1965, y el punto de inflexión para el sector, remarca Campos, fue en 2011, cuando llegó la ley. "Recuerdo el miedo que teníamos todos, no sólo los estanqueros, sino también los profesionales de la hostelería por cómo afectaría a la venta", rememora en declaraciones a este periódico la presidenta de Aseproj, que representa a 177 negocios de Jaén.

La venta ha caído en diez años en cerca del 40%, según corrobora Pedro Colmenero, abogado de la asociación y gerente de Expendeduría Número 11, el estanco ubicado en la Plaza de las Batallas de Jaén capital. "Evidentemente fue uno de los golpes más importantes que nos han dado. Sanidad quiso mandar un mensaje propagandístico de que se iba a vender y consumir menos, pero no es así: hay contrabando y mucho. Y en la provincia ha crecido", sostiene Colmenero consultado por Lacontradejaén.

 Pedro Colmenero, estanquero en Jaén. Foto: Beatriz Rivilla
Pedro Colmenero, estanquero en Jaén. Foto: Beatriz Rivilla

Ese mercado ilegal implica tabaco adulterado, sin filtros sanitarios, como sí están obligados a preservar desde el sector, y tráfico a través de internet. Competir contra las normas legales y contra la compraventa ilícita ha obligado a los estanqueros a la reinvención. Un apoyo importante es contar con receptor de Loterías y Apuestas del Estado, como es el caso de la presidenta. "Es una combinación buena. Y sé de estancos que directamente son ya tiendas multiservicios", apunta Campos. Algunos no han podido seguir. En concreto, tres estancos de la provincia han cerrado en 2020, de acuerdo con los datos de la Aseproj. "Hay quienes directamente ni se plantean traspasarlo", señala el abogado de la asociación.

Colmenero, como ocurre con Campos, cogió el testigo de su padre, Rafael Colmenero, y lleva al frente del negocio precisamente una década. "El estanco ha dejado de ser la gallina de los huevos de oro", señala, y remarca que una venta de cinco euros supone una ganancia del 8,5% para el estanquero, que tributa sobre ese porcentaje. La reivindicación, más apremiante con la crisis sanitaria, es que al menos el 8,5% pase a ser el 10%. "Hay multas desproporcionadas. Si regalo un mechero a un cliente por ser mi amigo, la sanción puede llegar hasta los 12.000 euros por promocionar la venta", indica. "Sin embargo, hemos sido sector esencial durante la crisis sanitaria. ¿Por qué? Porque somos el mayor recaudador de impuestos para el Estado", contrapone Trinidad Campos.

Lucía Villalta es empleada en el estanco Expendeduría número 19, en la Carrera de Jesús de Jaén capital, gestionado por Fernando García, cuñado de la trabajadora. El negocio lleva abierto diez años. "La Ley Antitabaco nos pilló empezando. Fue un palo: se notó muchísimo en la venta y agitó el contrabando, que es mucho peor que el daño económico que hizo", indica Villalta en conversación telefónica con este periódico. Ella es fumadora. Según percibe, desde su experiencia más allá del mostrador, hoy se fuma menos gracias a las restricciones que llegaron y están asentadas con la Ley Antitabaco.

 Lucía Villalta, estanquera en Jaén. Foto: Beatriz Rivilla
Lucía Villalta, estanquera en Jaén. Foto: Beatriz Rivilla

LA HOSTELERÍA Y LA INVERSIÓN PERDIDA

Ramón Calatayud, consejero empresarial de la asociación Hosturjaén, regentaba un salón en Jaén en el umbral de la Ley Antitabaco, que corrigió ambigüedades de la de 2005, cuando aún se permitía que los bares y restaurantes pequeños decidieran si se podía fumar en su interior, mientras que los grandes apostaban por una suerte de pecera para los fumadores. Al principio, la libertad individual del dueño prevalecía. "Yo tuve que separar, y me acuerdo que no sentó bien, porque había mucha gente que fumaba", recupera Calatayud en entrevista con este medio. Él no fue de los que peor salió de aquel tránsito entre una ley y otra. Hubo quienes afrontaron inversiones importantes que a la postre, desde inicios de 2011, no sirvieron para nada. "En la cafetería de la parte baja de El Corte Inglés todavía se aprecia la separación. Las restricciones por el coronavirus nos recuerdan a aquella etapa", reconoce.

"Lo de ahora es más fuerte y más serio. Porque con el virus la gente tiene miedo de entrar dentro de los bares y prefiere estar a tres grados en la terraza", opina Antonio Villena, vicepresidente de la Asociación Gran Eje Avenida Comercial y dueño de las tabernas Don Sancho, ubicadas en los números 17 y 74 del Gran Eje, hostelero en activo desde 1984. "Yo no me gasté mucho entonces. Sí es cierto que cambié las turbinas por otras más potentes, pero sé de colegas que partieron el establecimiento por la mitad e invirtieron mucho dinero", aporta.

A juicio de Villena, la Ley Antitabaco costó cara al sector, que justo ahora vive un momento aún más difícil, y cambió la cultura del cigarro en Jaén y en el resto de España: "Antes la gente venía a los bares a fumar con los amigos y a echar el rato", confiesa un exfumador. También lo es Ramón Calatayud desde hace 20 años tras haber fumado tres décadas y media. Tomó la decisión porque le iba, literalmente, la vida en ello. ¿Tienen resultado las medidas impuestas durante la pandemia (prohibición de fumar en terraza y asegurar en la calle la distancia interpersonal)? "El fumador compulsivo atropella y le da todo igual", lamenta el consejero de Hosturjaén, quien todavía tiene en la retina imágenes del todo desfasadas, como la de gente fumando en hospitales. Trinidad Campos reconoce que ha vendido más tabaco durante la pandemia. "También me consta que le ha ocurrido lo mismo a otros compañeros", dice.

 Antonio Villena, jefe de la taberna Don Sancho. Foto: Beatriz Rivilla
Antonio Villena, jefe de la taberna Don Sancho. Foto: Beatriz Rivilla

LA POBLACIÓN FUMADORA EN JAÉN DESCIENDE 10 PUNTOS

Marcos García Rueda es director del Plan Antitabaco de Andalucía y neumólogo en el Hospital Universitario Regional de Málaga. A la pregunta de si la Ley Antitabaco ha mejorado la salud pública, la respuesta es contundente: "Sí, sin duda. Ha sido muy notorio que el número de fumadores ha descendido", señala en entrevista con este periódico.

Los datos en Jaén son muy positivos, pues se ha pasado de una prevalencia del 37% en 2003, cuando más porcentaje de fumadores hubo en la provincia desde que se hace la Encuesta Andaluza de Salud, al 27,8% que indica la encuesta de 2015, la más reciente. Es decir, la caía porcentual es prácticamente del 10%. De hecho, Jaén y Almería son las provincias de la región donde más ha menguado el número de fumadores.

El neumólogo remarca la importancia de evitar que la gente empiece a fumar en edades tempranas, cuando la adicción es más grande y dejarlo resulta más complicado. "El efecto del tabaco en un cerebro en formación no es lo mismo que en una persona más adulta, y hay que tener en cuenta que el cerebro está en formación hasta los 24 años aproximadamente", añade.

Precisamente el Plan Antitabaco de Andalucía persigue que los jóvenes eviten consumir, promueve la salud y la formación en los profesionales, así como la asistencia a quienes quieran dejar de fumar. El objetivo es que la prevalencia disminuya a partir de medidas legales y económicas. "Creo que la pandemia ha servido para que la gente tome conciencia de la enfermedad y del riesgo que tiene no tomar las medidas necesarias", señala García, quien sí ve cierto paralelismo entre las medidas para protegerse del coronavirus y las vinculadas al tabaquismo pasivo. Pone el ejemplo del humo del tabaco, que sólo se ve un 3% de lo que realmente es. "Ahora se percibe más", ahonda. Recuerda que en Irlanda hubo una caída drástica del número de infartos de miocardios y otras enfermedades derivadas del tabaquismo que sufrían los hosteleros a partir de la prohibición de fumar en establecimientos públicos.

 Cartel de prohibido fumar. Foto: Beatriz Rivilla
Cartel de prohibido fumar. Foto: Beatriz Rivilla

Marcos García especifica que el tabaquismo pasivo es la tercera causa de muerte en Andalucía y en España. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, el consumo de tabaco es responsable del 90% de la mortalidad por cáncer de pulmón, el 95% de las muertes por enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el 50% de la mortalidad cardiovascular y del 30% de las muertes que se producen por cualquier tipo de cáncer. En España causa alrededor de 50.000 fallecimientos al año, de acuerdo con los datos hechos públicos por el Ministerio de Sanidad.

"La contaminación en los pueblos ha crecido. Ves cómo la gente hace la llamada ruta del colesterol, pero al mismo tiempo hay más coches y más motos. Soy muy escéptica. Y luego hay quien muere de cáncer de pulmón sin ponerse un cigarro en la boca", reflexiona Trinidad Campos. "El cáncer de pulmón es de por sí una enfermedad rara. Y es el que más mata en España", matiza el neumólogo Marcos García.

Los estanqueros echan memoria y tanto les da que gobierne la derecha como la izquierda. "Ni siquiera hemos recibido una carta de ánimo por parte del Estado", se queja Pedro Colmenero. "Somos un gremio de luchadores y tendremos futuro si el Gobierno quiere. Ojalá persigan el contrabando con más sanciones", dice la presidenta del colectivo jiennense. "Quienes trabajamos contra el tabaquismo llevábamos mucho tiempo demandando una ley que protegiera sobre todo a las personas no fumadores. La Ley Antitabaco nos dio un marco legal similar al de Reino o a Estados Unidos. Y aun así se nos quedó corta", tercia García. En la lucha salud/tabaquismo está el papel de la industria, imprescindible para entender también las consecuencias de la primera década (algo) libre de humo. 

 Trinidad Campos es la presidenta de Asociación de Expendedores de Tabaco y Timbres de Jaén.
Trinidad Campos es la presidenta de Asociación de Expendedores de Tabaco y Timbres de Jaén.

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