Una entrada nueva y pendientes de los cambios

Abierto el acceso de Roldán y Marín al aparcamiento de la Plaza de la Constitución mientras que se mantiene el sentido ascendente en la calle Rastro

Eran la una y veinte, casi una hora y media después de lo previsto, cuando la Policía Local ha dejado pasar al primer coche, en este caso una furgoneta. Hoy ha quedado abierto el acceso al aparcamiento de la Plaza de la Constitución por la calle Roldán y Marín, mientras las obras en superficie siguen su curso con el objetivo que estén listas para final de mes, aproximadamente.

Con respecto a los cambios del tráfico, de momento no se van a hacer muchos. Así, tal y como ha confirmado el concejal de Policía Local, Bomberos, Tráfico y Transportes, Miguel Castro, la calle Rastro seguirá, de momento, en sentido ascendente hasta ver cuál es la mejor decisión. Es por eso que no descarta que en un futuro, quizás próximo a las fiestas navideñas, se vuelva a modificar. Aunque las obras de embellecimiento urbano de la superficie prosiguen su curso, se ha habilitado el acceso al aparcamiento para comodidad de los usuarios en cuanto se ha finalizado esta fase de la intervención. 

El proyecto contemplaba adelantar hasta el inicio de la calle Roldán y Marín la entrada del aparcamiento público de la Plaza de la Constitución (Interparking), que servirá para acceder al nuevo estacionamiento que se va a construir en la calle San Clemente. Se trata de un espacio de tres plantas que forma parte del proyecto que además incluye un gran local comercial en la primera planta. Se acometen previa construcción de un aparcamiento y un edificio de pisos en el solar del antiguo Simago. El proyecto se basa en tres intervenciones: la construcción del residencial de 55 viviendas, un aparcamiento soterrado para 200 vehículos y la intervención en las calles San Clemente, donde ya se empiezan a ver las intervenciones también, y Roldán y Marín. 

En esta última se acometería una modificación de acceso al aparcamiento actual. La superficie se adecuaría como una zona de paseo que se recupere para el viandante, con flujos peatonales, espacios de descanso que benefician a residentes y a la actividad comercial. Las primeras imágenes no convencieron a todo el mundo. Es el caso, por ejemplo, de los residentes de los edificios ubicados en los aledaños de la Plaza Deán Mazas. Mostraron su sorpresa ante las recreaciones virtuales de cómo quedará la calle tras su remodelación.

"No se aprecia ningún carril de servicio para quienes residen en el interior de la zona, con las graves consecuencias que ello puede conllevar", alertaron. Y es que las imágenes mostraban un pavimento concebido para peatones, sin delimitación de material ni color para el carril de servicios que se había prometido a los vecinos y negocios de la zona, y tal como sí se hizo en la calle Carrera de Jesús o Navas de Tolosa. De esta manera, se ordenan visualmente los espacios para clarificar usos y se evitan peligros de atropello.