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El primer apocalipsis frailero agita la madrugada

Por Fran Cano - Octubre 09, 2022
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El primer apocalipsis frailero agita la madrugada
Un zombi en Las Cuevas de Frailes. Foto: Fran Cano.

Grupos de jóvenes y mayores se divierten con la propuesta de rol cargada de pruebas y suspense celebrada en la villa 

Pasó el apocalipsis zombi por Frailes y dejó un puñado de sustos, de escenas muy cinematográficas, también de risas y momentos para brindar entre colegas. El juego de rol, propuesto por Apocalipsis 20.12 e impulsado por el Ayuntamiento, animó la madrugada en diferentes puntos del pueblo.

—Es como una yincana. Hay que pasar las pruebas y nosotros tenemos que validarlas —explica un de los miembros de la organización desde el edificio de la Guardería.

Es medianoche y los grupos de jugadores van de un lado a otro de la villa, cada cual con la pulsera que los acredita como jugadores.

—Nosotros ya hemos estado en el Pabellón, en la Casa de la Cultura y ahora vamos al Vivero de Empresas —cuenta a este diario una madre que compite junto con su marido y su hijo.

Dentro del edificio, uno de los organizadores le indica a la familia la siguiente prueba: tienen que ir al Nacimiento y grabar con un teléfono la escena que encuentren. Todavía no lo saben, pero van a ganar: serán los supervivientes.

Las dos zonas de seguridad son los establecimientos A Se Carmen, junto al colegio Santa Lucía, y el Frenazo, próximo al Parque del Voluntariado Covid-19, en Las Cuevas. Es aquí donde un vecino comenta algo más consistente que un rumor:

—Hay un zombi que va como un policía. No veas cómo corre.

Los zombis se van dando una suerte de relevos y aparecen imponentes en la penumbra; a veces esprintan; otras se recrean en una marcha parsimoniosa.

El público se acerca a ellos y pregunta algo.

—Estoy muerto, pero no sordo. ¡No me grites! —responde un zombi a los pies del Frenazo.

—A mí ya me han eliminado. Te quitan la pulsera y listo— dice una joven.

Los grupos siguen completando pruebas y esquivando muertes vivientes. Dos chavales, amigos íntimos, deambulan y reparan en su serie favorita, Stranger Things. Los caminos del rol, a medio camino entre el miedo y el factor cómico, son inescrutables.

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