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Gratitud hecha arte de la mano de dos pequeños grandes pintores

Por Javier Cano - Marzo 27, 2020
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Gratitud hecha arte de la mano de dos pequeños grandes pintores
Iván y Laura trabajan sobre un nuevo dibujo en su casa. Foto: Laura Carrasco

Iván y Laura, de nueve y cinco años, sorprenden y emocionan con sus dibujos a quienes siguen al pie del cañón en Arbuniel pese al peligro de contagio del coronavirus

Entre los fondos no expuestos del Museo del Prado se guarda un óleo que el sevillano Luis Jiménez Aranda pintó allá por 1889: La visita del médico se titula, tributo artístico a la vocación de quienes, aun a riesgo de contagio, no lo dudan y exponen su propia salud para mejorar la ajena. Una práctica que, en pleno trance universal a cuenta del coronavirus, da noticia del valor de estos profesionales. 

De ellos, los médicos, y de tantos otros como, cada día, siguen con su tarea para que el confinamiento se quede en eso, en una temporada en casa, mientras ellos ganan su pan protegidos, sí, pero no exentos de riesgo de contagio ante un virus tan desconocido como el Covid-19. Suerte que su labor no pasa desapercibida para la sociedad, la misma que en conversación familiar o desde los balcones aplaude el trabajo de fuerzas armadas y de seguridad, servicios de limpieza y recogida, comercios, transportistas... 

Sí, pequeños y mayores se vuelcan en exaltar lo que hacen estos héroes cotidianos y, también, en agradecérselo de la manera que mejor saben hacerlo. Como muestra, un botón (bueno, dos): Iván y Laura, dos niños de Arbuniel que a sus nueve y cuatro años de edad, respectivamente, dedican un buen rato del día a dibujar y colorear sus sentimientos de gratitud con un objetivo claro: hacérselos llegar a sus héroes. Y vaya si lo hacen...

"Con tanta emoción como esta, nunca me había pasado", confiesa Fermín García, uno de los trabajadores del servicio de recogida de residuos que, en ruta, pasan por la pedanía cambileña cada noche y que ayer se encontró con uno de los dibujos de Iván, complementado con los detalles de su hermana y un mensaje de lo más hermoso: "Os escribimos en nombre del mundo entero, pero en especial de mi pueblo, Arbuniel, porque sois unos héroes anónimos y queríamos agradeceros vuestro trabajo, que con gran valentía hacéis poniendo en riesgo vuestra salud. Ánimo y seguid así. Fuerza, valientes".  

 Dibujo que encontraron pegado en el contenedor los trabajadores de recogida de residuos. Foto: Fermín García.
Dibujo que encontraron pegado en el contenedor los trabajadores de recogida de residuos. Foto: Fermín García.

Según García, tanto él como sus compañeros recibieron emocionados las palabras de estos menudos toscareños, que Iván y Laura plasmaron sobre una cartulina blanca acompañadas de un arco iris, estrellas, un corazón, los preceptivos hastags, un logradísimo camión de recogida y hasta un contenedor: el mismo sobre el que dejaron el dibujo para darle una grata sorpresa a los trabajadores.

Laura Carrasco, que así se llama la madre de los artistas, afirma que Iván lleva la voz cantante en esto de la pintura y que su hermanita Laura se encarga de añadir dibujitos y de colorear: "Él es un niño al que no le gusta el fútbol, si sale a la calle un rato es con patines o bicicleta y pasa el resto del día pintando; tiene muchos lienzos, unos mejores y otros peores; desde que tiene tres años su vida es pintar, lo mismo figuras de escayola, que los lienzos que le compramos". Eso es vocación, sí señor.

Con tantas horas por delante como tienen gracias al aislamiento obligado de la población, los lápices de colores y el papel son, ahora mismo, parte del 'ajuar' de la casa: "Desde el día que nos encerraron (porque él lo dice con esas palabras, no para: 'Mamá, por qué no hacemos un dibujo a los médicos, y otro a los militares...?". Si le gustará, que este año le toca hacer la Primera Comunión y ya le ha quitado de la cabeza a la familia eso de comprarle consolas, play o un móvil: "Quiero lienzos, un caballete, pinturas...".

No le viene de casta lo de pintar, al menos que se sepa, pero por su madre no va a quedar que de Arbuniel salga pronto un Jiménez Aranda o mucho más: "Yo intento que no pierda la ilusión; ha hecho un dibujo de un señor que lleva una goma y borra el virus, hace cosas muy originales para la edad que tiene", celebra Laura Carrasco.

TODO UN PUEBLO CONTRA EL CORONAVIRUS

Triunfe o no en el difícil mundo del arte, contará seguro con el apoyo de su patria chica: "Es increíble, le gusta mucho pintar y quería hacerle un pequeño homenaje a la gente que está luchando en la calle y los que siguen al pie del cañón", aplaude Fátima Espinosa, alcaldesa pedánea de Arbuniel. La responsable municipal presume de paisanos, desde los más pequeños, como Iván y Laura, hasta los más maduros: "Las mujeres han formado un grupo y están haciendo mascarillas, mientras los hombres, tres veces a la semana, sacan los tractores, las cubas y los atomizadores para desinfectar", concluye. 

 Una toscareña, en plena fabricación de una mascarilla. Foto: Ayuntamiento de Arbuniel
Una toscareña, en plena fabricación de una mascarilla. Foto: Ayuntamiento de Arbuniel

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