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La feria de armas

Por Antonio García Fuentes - Mayo 01, 2017
La feria de armas
armas

Acabo de leer lo que sigue: “La feria de armas de Abu Dabi congrega cada año a cientos de miles de compradores. Un mercado en alza que domina Estados Unidos. Participaron 57 países y acudieron unas cien mil personas de 175 delegaciones oficiales, según los datos facilitados por los organizadores. La feria de armamento más importante del mundo, IDEX, se ha celebrado en los “Emiratos Árabes Unidos[i]” (hay otras ferias de armamento en otros lugares de este perro mundo) con un éxito incuestionable. Un total de 1235 exhibidores, 15 de ellos españoles, mostraron su fortaleza en el mercado. Al mismo tiempo, El “Instituto Internacional de Investigación de la Paz de Estocolmo” (Sipri), publicó un informe donde revelaba las exportaciones mundiales de armas entre 2011 y 2015. India fue el mayor importador de armas en ese periodo, con una participación del 14 % del mercado. La siguen Arabia Saudí y China. En otro lado, Rusia fue el mayor proveedor de armas a la India, pero en términos globales quien más armas vende es Estados Unidos. En esos años aumentó sus ventas un 27 %. ¿Su mejor cliente? Arabia Saudí”.

¿Qué nos dice todo ello? Para mí lo que deduje hace ya muchos años, que la ley que rige este perro mundo es la de la fuerza, que la que algunos ilusos pretendieron y pretenden o pretendemos, que es la ley de “la razón”; esa nadie la pretende, posiblemente por la imposibilidad de implantarla, puesto que cada ser humano, tiene o tenemos nuestra razón; lo que conlleva una eterna “ley de conflictos de todo tipo” y donde al final lo que impera, es “la ley de la panza y el bolsillo y las de primero yo, luego yo y siempre yo”; por tanto siempre la ley de la fuerza, seguida de la del abuso de cada cual y según sus instintos más o menos sucios o limpios; no podemos aspirar a una paz y armonía, que dicho con toda la contundencia… “está ausente hasta en las mejores familias, sean estas más o menos acomodadas”.

ARMAS Y GUERRA

Por todo ello el armamento y la guerra es lo que sigue imperando, puesto que si se necesita algo que no se logra obtener de otra forma, los países recurren a la guerra de ataque y expolio, que es la misma que individualmente el ser humano, emplea en el seno familiar, vecinal o incluso habitante de cualquier territorio por mínimo que este sea; siempre se ha ido e irá, a aprovecharse de cualquier circunstancia que permita el expolio del que se dice “semejante”, por cuanto en estos temas, “todos somos semejantes” y sálvese el que pueda.

La fabricación de armas seguirá en aumento continuo con cada vez mejores tecnologías, que los que las posean, se reservarán para sí mismos y sus intereses y las que vayan quedando más anticuadas, las emplearán para venderlas a quienes tienen que conformarse con ellas puesto que otra solución no tienen. Aparte de que no olvidemos que gran parte de ese armamento, es también un potentísimo recurso de fuerza, para dominar a los “propios miembros que dominan los políticos” y que llegado el momento, le echan encima al ejército “patrio”, por cuanto se consideran elementos subversivos y a los que hay que combatir como si de invasores extranjeros fueran.

PAZ Y PROGRESO

Y esa es la historia de este miserable planeta, que nunca se ha preocupado de la principal batalla a ir ganando poco a poco y que es… “la formación de los cerebros de los nacidos aquí”, para que logrado “el dessalvajamiento de la especie”, se lograsen etapas de verdadera paz y progreso, que nunca las hubo, las hay, ni las habrá puesto que “los terrícolas”, siguen o seguimos siendo la principal plaga a eliminar del planeta; ya que incluso “nos lo estamos cargando cada cual a su forma y manera”.

Y así las cosas, puede que sea realidad lo que Einstein respondió a un interlocutor, que le preguntó si había una “guerra nuclear” la siguiente como sería… y aquel sabio respondió lacónicamente… “a pedradas”; puesto que daba por sentado que tras ella llegaría un estado de devastación, que los que quedaran vivos, volverían a empezar como se cree que inició su vida… “aquel hombre mono o mono hombre”, que bajando de los árboles, la primera arma que encontró a mano… “fueron las piedras del duro camino que tuvo que empezar a andar”… para volver a ese mismo estado, si alguno de los nuevos, “monos atómicos” les da por apretar los botones que pongan en marcha el arsenal inmensamente destructivo que guardan en la actualidad.

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