La ingenuidad hecha arte de la mano de Manuel Bautista

La Navidad es uno de los motivos principales que este creador jiennense traslada al barro en obras que rezuman encanto y sencillez 

Si el gran Miguel Ángel hubiese vivido quinientos años después de lo que lo hizo, hubiera tenido en Manuel Bautista Zafra (Jaén, 1949) el mejor de los modelos para sus Frescos de la creación de la capilla sixtina: pelo y barba encanecidos, manos creadoras... ¡Vamos, el mejor 'Dios' en el momento de modelar a Adán!

Y es que, a su habilidad con el barro, este singular jiennense que firma como Pikos (cosas de un amigo y un mote que, al final, se ha quedado con él de por vida) une una virtud moral propia de los grandes: la humildad, y si se le pregunta "¿Cómo se define usted, como artista o como artesano?", no lo duda un momento: "Yo lo que hago son manualidades". Humilde a espuertas, sí señor.

Porque lo que él llama manualidades son piezas llenas de encanto que este administrativo jubilado del Servicio Andaluz de Salud labra con detalle para plasmar lo mismo escenas cotidianas que cuadros célebres o lo que se le pase por la imaginación, y con la Navidad como una de sus preferencias a la hora de trabajar la arcilla.

Ah, y casi siempre con un guiño a las cosas de Jaén, detalles que extrae de su memoria para convertirlos en realidad en sus obras:

"Por ejemplo, el que hice de la Puerta del Ángel tiene una mujer que había muy sucia, la marranera, con un cubo con desperdicios de patatas, que iba por cortijos y casas de labor con un marrano que montaba a las marranas, me acuerdo de verlo yo eso hace un montón de años", evoca Bautista.

Ahí está el Belén gitano en el que se esmera en los últimos años y que, como el resto de su producción, espera ver expuesto en cuanto alguna de las entidades a las que se ha dirigido le permita exhibir lo que hace: 

"He solicitado exponer en los Baños Árabes, por aquello de que está allí el Museo de Arte Naïf, pero ni me contestan". Y eso que, cuando ha expuesto en la capital jiennense, la gente ha salido encantada de la vida con su propuesta artística, sencilla como el arte cuando es verdadero (o eso decía Lennon, que algo sabía del tema).