El Ayuntamiento pasa a la acción

El alcalde planea reunirse con el resto de grupos municipales para convocar una gran manifestación ante la situación de extrema gravedad que atraviesa la ciudad

Linares está en el corredor de la muerte. No sabe cuándo pedirá la última cena, pero el tiempo corre en su contra. La que fuera una de las ciudades más envidiadas de Andalucía por su floreciente tejido industrial, es, hoy en día, portada de los periódicos por liderar la tasa de paro en 2016 (44%) y por tener el 36,5% de su población en riesgo de pobreza y de exclusión social. Indicadores que echan a temblar a cualquiera y que producen un escalofrío con solo pensarlo. La situación es, por lo tanto, de extrema gravedad, como reconoce el propio alcalde, Juan Fernández, quien planea reunirse con todos los grupos políticos que componen el arco municipal y con los agentes sociales para convocar una gran manifestación para que Linares salga del "olvido" al que ha sido sometida por el resto de administraciones. "Esta idea está encima de la mesa y, por supuesto, que no se descarta", señalan fuentes cercanas al regidor. "Tenemos que recuperar el espíritu reivindicativo. Aquí no ha siglas, ni partidos, solo el futuro de nuestra ciudad", añaden.

La propuesta podría plantearse en los próximo días o, incluso, mañana, durante el pleno extraordinario, en el que se abordará un pago anticipado, como único punto del orden del día. Sin embargo, los últimos datos sobre la situación socioeconómica de Linares y la necesidad de movilizar a la ciudadanía para reivindicar ayudas urgentes para el municipio saldrán en el debate. El alcalde quiere contar con todos y cada uno de los partidos, así como los colectivos para la convocatoria de una gran manifestación, similar a las celebradas anteriormente para reclamar el plan industrial de Linares Futuro o por el traslado de la Escuela de Trabajo Social a la capital, en las que miles de linarenses se echaron a la calle para "exigir lo que es suyo".

Además, la posibilidad de celebrar a movilización es una petición a gritos de los propios vecinos a través de las redes sociales y en las calles de la ciudad. Lo que está claro es que "algo hay qué hacer".