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El matrimonio de Baeza que ayuda con portes, cuidados y música

Por Fran Cano - Abril 09, 2020
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El matrimonio de Baeza que ayuda con portes, cuidados y música
María del Carmen Guerrero y Miguel Ángel Méndez, enfermera y cartero, respectivamente.

Miguel Ángel Méndez es cartero en Bedmar y ahora ayuda a los mayores con portes de medicamentos y María del Carmen Guerrero es enfermera en Úbeda; ambos regalan música desde su balcón en Baeza

¿Conciliación familiar y laboral? Cuando pase la cuarentena Miguel Ángel Méndez (41 años), cartero en Baeza, y María del Carmen Guerrero (37), enfermera en Úbeda, igual se animan a impartir una charla sobre el tema. El primero sale de casa, en Baeza, a las 7:00 y regresa a las 15:00, media hora antes de que su mujer se vaya a trabajar, en primera línea frente al coronavirus. Tienen dos hijos, de cuatro años y nueve meses.

Méndez es lo que en Correos se denomina como un enlace rural. Empieza y acaba su tarea en Jódar, pero en medio hace oficina, desde las 08:30 hasta las 10:00, en Bedmar. Concienciado con el confinamiento, decidió ayudar a las personas mayores del pueblo. "Con tal de que no salgan, les echo una mano y les alargo los medicamentos o cualquier cosa que me pidan", dice, e incluso ya ha hecho paquetes a domicilio bajo la misma directriz: blindar el 'quédate en casa'.

El cartero empezó con la labor altruista el Día de San José, en las primeras jornadas del Estado de alarma. Dice, entre risas, que los medios no dejan de llamarlo y él no ve nada "noticioso" en ayudar, si bien agradece que la labor sea visibilizada, por si cunde el ejemplo.

 Miguel Ángel Méndez, cartero solidario en Bedmar.
Miguel Ángel Méndez, cartero solidario en Bedmar.

LA ENFERMERA, TAMBIÉN EN CONTACTO CON MAYORES

Como María del Carmen Guerrero es enfermera y atiende cada día a personas mayores, la idea de dejar los niños con familiares está descartada. Al matrimonio sólo le queda darse un beso cuando uno acaba y el otro comienza la jornada laboral. El amor en la cuarentena era esto: precaución, vértigo y un carrusel de horas para cumplir dentro y fuera de casa.

Los dos, en sus respectivos ámbitos, cumplen con las medidas de seguridad oportunidad: guantes, mascarillas y gel. La pareja cruza los dedos para que a ella no le cambien el turno. "Mi mujer está como todos, con el miedo por lo que está ocurriendo", dice.

Miguel Ángel Menéndez y María del Carmen Guerreo también son músicos. Él es profesor de percusión y ella hizo piano y toca el bombardino. Dado que la conciliación laboral es quimérica, ambos encuentran alivio en el balcón, desde donde regalan música. El pasado domingo sonó una marcha de Semana Santa.

Quedan aún ratos libres en casa y los dos son partidarios de ser cautelosos con el regreso a la normalidad. "Calculamos que hasta mayo no se podrá salir a la calle y deberá ser progresivo: no podemos tirar por tierra el esfuerzo que todavía hacemos", concluye.

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