La casa forestal de Siles regresa a su función tras veinte años

El Gobierno de Andalucía anuncia el inminente inicio de las obras de rehabilitación de un edificio con un reconocido valor patrimonial

La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha informado al Consejo de Gobierno del inminente inicio de la rehabilitación integral de la casa forestal de Siles para que vuelva a convertirse, casi 20 años después, en sede administrativa del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Las obras han sido adjudicadas por casi 690.000 euros, cuentan con una financiación al 75% de fondos Feader y se prevé que se prolonguen durante doce meses.

Este Parque Natural es el mayor espacio natural protegido en toda península ibérica con casi 210.000 hectáreas y posee numerosas figuras de protección como Zona de Especial Conservación (ZEC), Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) y Reserva de la Biosfera. El Gobierno andaluz considera imprescindible que las infraestructuras que prestan servicios administrativos y a la ciudadanía se adecuen a las exigencias de un espacio natural de esta envergadura.

La casa forestal de Siles está enclavada en el corazón del Parque y constituye un elemento muy representativo de la Sierra de Segura. Su construcción data de la década de los 50 del siglo pasado y tuvo carácter residencial durante más de medio siglo. En 2004 comenzó a utilizarse como edificio de oficinas del Parque Natural, pero al poco tiempo, y debido a su mal estado de conservación, se hizo inviable ese nuevo uso.

Para recuperar este inmueble y reorientar su funcionalidad a nuevos usos relacionados con la conservación del medio ambiente, el proyecto contempla las actuaciones de rehabilitación necesarias para la consolidación de esta casa forestal, así como su reforma interna para actualizar su funcionalidad a los nuevos usos que acogerá como oficinas del Parque Natural de Sierras de Cazorla, Segura y las Villas correspondientes a la demarcación de la Sierra de Segura.

Las casas forestales respondían a un modelo de gestión del siglo pasado que permitía realizar la función de policía y custodia de montes y ríos distanciados de núcleos urbanos varios kilómetros, lo que dificultaba esta tarea y la hacía poco efectiva. Por ello se ideó la construcción de viviendas en el interior de montes o en lugares estratégicos que permitiesen a los agentes forestales habitarlas y hacer la vigilancia más completa y provechosa.

Con el paso del tiempo y la modernización de la gestión forestal, estas viviendas han dejado de tener su uso original para pasar a ser elementos patrimoniales de alto interés cultural y etnográfico, justificado por el alto valor histórico que desempeñaron en la defensa de los espacios forestales.

La Junta de Andalucía reconoce el importante patrimonio cultural que componen los elementos asociados a la gestión agroforestal, como es el caso de las casas forestales, apriscos, abrevaderos, aljibes, albercas, hornos de miera, fuentes, pozos o acequias. Por ello lleva a cabo iniciativas de restauración y mejora de este patrimonio en aquellos montes públicos que son de su competencia.