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“El casco histórico no puede ser propaganda electoral”

Por Fran Cano - Agosto 06, 2017
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Es una de las mujeres con más peso en el movimiento vecinal de Jaén. Guadalupe Espinosa Almagro (Jaén, 1961) pone el foco en el lugar donde vive: el casco histórico. Cree que tanto los políticos como la ciudadanía pueden trabajar más para que el conjunto luzca sin expresiones de decadencia. Pese a su vena de vocación por lo público, ‘Lupe’ —como la conocen en La Merced— dice que nunca se ha sentido tentada por la política. No le interesa estar dentro. Claro que desde fuera también se puede influir. Con horas y años de trabajo en la hostelería, hoy se define laboralmente como “abuela de nietos”. La entrevistamos en la sede de la asociación que preside, ‘Unidos por la Merced’.

LA VIDA EN EL CASCO HISTÓRICO

—El casco antiguo suele ser protagonista por sus necesidades o problemas: solares y abandono de calles, por ejemplo. ¿Cómo es la situación ahora?

—Le contesto con la mano en el corazón: la cosa está exactamente igual. No puedo decir peor, porque no soy pesimista. Ahora sí que sigue como siempre. Es una verdadera pena.

—¿En qué considera que el Ayuntamiento debería poner más empeño para cuidar el conjunto histórico?

—El Ayuntamiento tiene su parte de culpa, como los vecinos. Todos la tenemos en diferentes grados. El equipo de Gobierno quizá debería librar un dinero o unas ayudas para las asociaciones que están en el casco histórico. Y haría falta la ayuda de los vecinos.

 Espinosa fue una de las fundadoras del colectivo. Vídeo y fotos: Esperanza Calzado.
Espinosa fue una de las fundadoras del colectivo. Vídeo y fotos: Esperanza Calzado.

—Le pregunto justo por eso: ¿en qué debe mejorar la ciudadanía?

—Los vecinos tienen mucho que hacer. Si ellos se concienciarán de dónde viven, y de lo que es el casco histórico, creo que más de uno no sacaría la basura a las siete y media de la mañana, cuando se va a trabajar, para que esté todo el día a cuarenta grados hasta que pase por la noche el basurero. Tampoco sacarían a sus perros para que defequen y mirarían si sus vecinos lo han visto o no para recoger los excrementos. Los que tenemos que concienciarnos somos nosotros mismos.

—El gremio de los alojamientos se queja del estado de la Catedral, con deficiencias y falta de luz. ¿Le preocupan estas cuestiones a los vecinos?

—A ver, la Catedral nos preocupa a todos. Porque queremos que no vaya a peor, pero no es la preocupación básica de los vecinos. Sí que nos haría ilusión que fuese Patrimonio de la Humanidad, y estamos a las órdenes del Ayuntamiento cuando proponen algo para incentivar la importancia del Templo Mayor.

—El asunto de la iluminación. ¿Cree que le daría mayor belleza y más posibilidades turísticas al entorno de la Catedral?

—Sí. Es primordial, como el arreglo definitivo de las fuentes para que los chorros saliesen una cuarta parte más del suelo. Todo lo que se haga en beneficio de la Catedral es positivo.

 La sede del colectivo está justo al lado de la Plaza de Santa María.
La sede del colectivo está justo al lado de la Plaza de Santa María.

MOVIMIENTO VECINAL Y POLÍTICA

—Últimamente, el movimiento vecinal se ha visto algo eclipsado por ‘Jaén Merece Más’. ¿Qué opina de la plataforma?

—Todo aquel que luche por Jaén tiene mi respeto. Hay mucha gente que no está en la plataforma y que lucha por su Jaén muchísimo. Pertenezcan o no a una plataforma, a mí me da igual. El caso es remar juntos. Siempre se ha dicho que la unión hace la fuerza.

—Su asociación pertenece a ‘Ciudadanos por Jaén’, y usted tiene relación desde hace años con Pepi Alcántara, líder de ‘OCO’. ¿Hay contacto frecuente entre las federaciones vecinales?

—No lo sé con certeza, pero creo que entre las federaciones no hay tanto contacto, más allá de relaciones cordiales cuando coinciden. Yo sí le digo que con Pepi Alcántara tengo muy buena relación, y ella sabe que me tiene para lo que necesite. Es recíproco.

—¿Le gusta que ella lidere ‘OCO’?

—Sí, sí, me gusta. Es una mujer con amor propio y que está en el movimiento vecinal sin ningún fin más allá del de luchar por su federación igual que lo hizo antes por su barrio.

—Esta fecha no es la más indicada para las demandas vecinales. Los políticos toman sus vacaciones. ¿Cuál es el concejal que más se preocupa por Jaén?

—Todos los partidos nos han tratado muy bien a nosotros, más allá del signo político. Será porque también nosotros hemos hecho lo propio con ellos. Tanto el PSOE, como el PP como IU en los tiempos de Isabel Mateos. No tenemos queja de ningún político.

—¿Hay alguno de los actuales que le guste más? Por su capacidad.

—Nosotros tenemos mucho trato con Juan José Jódar y con Manuel Heras. Son con los que más roce tenemos, dado que somos una asociación vecinal. Ambos nos abren la puerta cuando los llamamos.

 La política no le interesa.
La política no le interesa.

—¿Alguna vez le ha propuesto alguien entrar en política?

—No directamente un paso a la política, pero sí me han propuesto otras aspiraciones, otro escalón más. Pero nunca me ha llamado la atención.

—¿Y si se lo proponen ahora?

—No, diría que no. Porque me gusta luchar por mi barrio. Y con el tajo que tengo me es suficiente. No tengo otras aspiraciones.

“EN LA MERCED SIEMPRE HEMOS SIDO UNA PIÑA”

—¿Por qué se animó a presidir ‘Unidos por la Merced’?

—Yo ya estaba en la junta fundacional, en el año 1996. En 2010 volví como presidenta. Lo hice porque consideraba que el barrio se nos había ido de la manos. Ésta es una zona de gente trabajadora y humilde. Siempre hemos sido una piña. Yo venía de trabajar muchas horas en un restaurante y necesitaba ver lo que había fuera. Entonces me puse al frente con el apoyo de los vecinos.

—¿Ha cambiado mucho el barrio desde entonces?

—Sí. Antes todos teníamos un puesto de trabajo. Ahora, muchos albañiles ni siquiera tienen la paga mínima. La gente de base buena sigue ahí, y en eso trabaja la asociación: procuramos que no se hunda nadie por la crisis.

—¿Se ha cansado en algún momento?

—Sí, porque hay injusticias que te incomodan. Una recibe críticas de gente que no sabe de qué van los temas. Eso me dolía al principio. Pero yo no puedo ir dándole explicaciones a la gente de todo lo que se hace en la asociación. Hay cosas que se quedan en la junta directiva. Me refiero a asuntos delicados. Ahora ya no me canso, porque lo que opine la gente me da igual.

—¿Entiende mejor a los políticos?

—Sí, algo mejor. Es muy difícil agradar a todos.

"Antes todo el mundo tenía trabajo", dice Guadalupe Espinosa.

—¿Se ha puesto fecha tope para dejar de ser presidenta?

—El segundo mandato me cumple a finales del año que viene o principios de 2019. Me gustaría que saliese una nueva junta con otra persona que cogiera las riendas.

—¿Tiene claro quién es la persona indicada para relevarla?

—La verdad es que no. Cualquiera de los once miembros de la junta directiva podría hacerlo bien. Son personas competentes que lo harían igual o mejor que yo.

—¿Quiere mandar algún mensaje para acabar?

—Me gustaría decirles a los políticos que el casco histórico no puede ser sólo propaganda electoral para conseguir votos. Tiene que ser una realidad. Merece la pena. Por otro lado, remarco que hay cosas que no cuestan dinero que sí se pueden hacer por el casco histórico.

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