Chico: "No me siento un héroe"

El entrenador del Linares B salva la vida del portero del Estepona tras quedar inconsciente por un fuerte golpe

Durante unos minutos el público del anexo de Linarejos contuvo la respiración. Fue poco antes del descanso del partido entre el Linares B y el CD Estepona, de la División de Honor autonómica. Una jugador azulillo busca el balón cuando su rodilla impacta bruscamente con el rostro del portero visitante, Diego Gil Rivas. Este cae fulminado al suelo, inconsciente. No se mueve. Sus compañeros de equipo y los del filial linarense se llevan las manos a la cabeza, mientras piden desesperadamente auxilio. Los componentes de los dos banquillos saltan al césped y corren a auxiliar al meta, que convulsionado no da muestras de reacción.

El primero en llegar al lugar donde se encuentra el cuerpo desvanecido del joven portero es el entrenador del Linares B, Francisco Pérez Pérez, "Chico", quien comienza a realizarle las primeras maniobras de reanimación, junto con el técnico del primer equipo azulillo, Miguel Rivera, quien se encontraba en la grada del anexo presenciando el encuentro. "Lo que hicimos fue sacarle la lengua para que no se asfixiase y tratar de estabilizarlo, mientras esperábamos las asistencias médicas", recuerda Chico, aún con el miedo metido en el cuerpo. "Fue un golpe fortísimo. El chaval no se movía y, por momentos, nos temimos lo peor", señala el excapitán del Linares.

Chico no se siente un héroe. "Ni mucho menos. Solo hice lo que cualquier otro hubiera hecho en ese instante. Además, no fui el único que atendió al jugador. Hubo más gente a mi lado, cuya ayuda fue esencial", agradece. Los más de diez minutos que tardaron en llegar los servicios sanitarios fueron de enorme preocupación y, sobre todo, malestar. "No es normal que en un campo de fútbol de una ciudad como Linares no haya una ambulancia. No sé que hubiera ocurrido si no estamos allí tanta gente. Esto nos tiene que servir para que en todas las categorías sea obligatorio tener una ambulancia para más seguridad", lamenta el que fuera jugador del Linares durante más de trece temporadas.

Diego Gil Rivas fue trasladado de inmediato al Hospital San Agustín, donde le realizaron distintas pruebas y todas ellas descartaron una lesión de importancia, por lo que el futbolista regresó a Estepona, donde se encuentra recuperándose de un susto que no olvidará en su vida. El propio portero tranquilizaba a su familia y compañeros de equipo desde el propio centro sanitario con un tuit. El CD Estepona también emitía un comunicado en Facebook sobre el estado de salud del futbolista. "Se descarta que haya sufrido nada grave. Sus primeras palabras han sido su deseo de volver a jugar lo antes posible", asegura la nota.

Las muestras de ánimo fueron continuas a lo largo de la tarde. Aficionados, jugadores y entrenadores, entre ellos Chico, lanzaron mensajes de apoyo a Diego Gil Rivas para su pronta recuperación.

Pero el gesto del técnico del Linares B no pasó desapercibido ni para Diego Gil Rivas, ni para el CD Estepona y mucho menos para su hermano, quien a través de la red social agradecía a Chico su intervención, vital para que hoy el prometedor portero pueda seguir disfrutando de lo que más le gusta, jugar al fútbol.

De todo lo sucedido ayer en el anexo del Municipal de Linarejos queda, además de la alegría por ver a Diego Gil Rivas bien, el malestar de los técnicos, jugadores y aficionados de Linares por carecer de los servicios mínimos sanitarios en las instalaciones municipales. "Hay que luchar por tener ambulancias en todos los partidos de fútbol siendo indiferente la categoría. Todos somos vidas y hoy (por ayer) ha habido suerte al tener presentes personas formadas, pero ¿y si no tenemos esta suerte?. Espero que sirva para ser más severos en estas cosas", advierte el hermano del jugador lesionado en un comentario de Facebook.