Cineptos y el auge de la sala 5 en Linares

El colectivo lleva una veintena de proyecciones de cine de autor y consolida un grupo de aficionados que supera el medio centenar

Funciona. Lo han conseguido: entran linarenses a salas cuyas películas no suelen ser habituales para el espectador medio. El colectivo Cineptos Sinezcrúpulos consolida un grupo de más de medio centenar de aficionados al cine independiente después de 20 proyecciones en menos de dos años. Crece la afición y es posible gracias a la ayuda de la Concejalía de Juventud y de los Cines Bowling.

La sala 5 de los multicines abre un jueves de cada mes desde diciembre de 2015. Los culpables son Carmen López y Juan Luis Daza, promotores de la idea. La proyección más reciente fue Denial (Mick Jason, 2016), una obra que aborda la negación del holocausto. Tras la película, hubo el encuentro habitual entre los asistentes: “Nos gusta propiciar debates y siempre decimos lo mismo: no hay que ser un experto en cine para participar”, explica López en declaraciones a este diario.

La implicación después de las sesiones ha aumentado. López aún recuerda cómo al principio solo se quedaba una persona tras la película. Es, quizá, el mejor termómetro para medir que la cosa —la vía alternativa— funciona.

EL FESTIVAL DE CINE NO VISTO

A la difusión del cine independiente ha contribuido la puesta de larga del Festival de Cine No Visto, cuya segunda edición se celebró en septiembre. “En Linares tenemos esa suerte”, admite Carmen López.

La suerte permite que los ya habituales de la sala 5 disfruten de historias taquilleras que no llegaron a Linares en su estreno. Son los casos, por ejemplo, de la cinta española Magical Girl (Carlos Vermut), premiada con un Goya, y de Whiplas (Damien Challeze), ambas con fecha 2014.

Atraer a espectadores no acostumbrados a consumir cine en versión original ha sido un proceso lento, pero los resultados lo ameritan. “Parece que vamos creciendo”, dice López.

De la idea original de proyectar cine independiente clásico se ha pasado a un espectro más abierto, con un común denominador: toda historia deja un trasfondo, invita a pensar. “Lo genial es que hemos hecho un grupo fijo”, concluye.