Control horario, un problema para el campo

El registro horario crea incertidumbre en el olivar al ser muy difícil de implantar en el campo

El domingo entró en vigor. Todas las empresas tiene la obligación de contar con un registro del horario que realizan sus trabajadores. El objetivo, evitar el fraude a través de las horas extras. Hasta aquí, todo bien. El problema es cuando la norma no aclara del todo qué pasa con determinadas profesiones difíciles de controlar. El periodismo es una de ellas, también todas aquellas que se ejercen desde casa. El campo tampoco se salva. De hecho, Asaja Jaén denuncia que el registro horario crea incertidumbre en el olivar al ser muy difícil de implantar en este sector.

La organización agraria considera que la medida es de difícil aplicación para las actividades relacionadas con la agricultura y la ganadería y en especial para los olivareros jienenses. Luis Carlos Valero, gerente y portavoz, reconoce que existen muchas dudas al respecto y no se han dado las instrucciones claras para aplicarlo. "Máxime con la dificultad que supone un trabajo sin sede habitual y muchas veces sin horarios (con la excepción de los jornales, que están perfectamente regulados)", reconoce. Es por eso que Valero insiste en que habría que incluir al sector agrario dentro de este desarrollo reglamentario para que recoja las situaciones especiales y excepciones de nuestro sector.

Para la organización agraria, esta norma “atenta contra el sentido común”, puesto que “el campo no es una oficina”. Y es que por todos es sabido que las jornadas laborales no se asemejan a las de otros trabajos, puesto que entra en funcionamiento otra serie de condicionantes, como es la ubicación de las explotaciones, las circunstancias meteorológicas o la propia singularidad de cada campaña agrícola y ganadera.

Además, esta norma significa “poner más burocracia y más trabas al campo”, en vez de facilitar que se pueda realizar la labor con normalidad generando, sin embargo, “más problemas a los empresarios y a los trabajadores”.