El transporte escolar se 'lía' con los papeles

Ningún conductor dio positivo ni en la prueba de alcoholemia ni en la de drogas. Tampoco hay denuncia por exceso de velocidad

No disponer de la autorización especial para realizar transporte escolar o no tener suscrito un seguro de responsabilidad ilimitado, como exige la ley, o no llevar la señal de transporte escolar, obligatorio cuando se realiza este tipo de transporte. Las irregularidades administrativas han sido la tónica habitual durante la campaña especial de vigilancia que la Dirección General de Tráfico ha realizado entre el 4 y el 8 de febrero. 

En Jaén, Tráfico ha controlado 32 vehículos, de los que se han formulado 47 denuncias por infracciones a la normativa reguladora del transporte escolar. Además, otras 6 denuncias por incumplimientos a la legislación general. Irregularidades que van en la línea de lo detectado en el conjunto de España. 

A destacar: ningún conductor dio positivo ni en la prueba de alcoholemia ni en la de drogas. Tampoco hay denuncia por exceso de velocidad. Conviene recordar que en la campaña de control de 2017, uno de los conductores fue detectado con presencia de sustancias estupefacientes en sangre. Además, se dio la circunstancia que era el tercero que se dio ese año, aunque el primero de transporte escolar. En octubre de 2017, la Guardia Civil informó de que el conductor de un autobús con 24 pasajeros conducía supuestamente bajo los efectos de la cocaína. A finales de noviembre de ese mismo año se dio otro caso. Dio positivo en presencia de marihuana en el organismo, cuando conducía un vehículo de servicio no discrecional, con 37 pasajeros.

¿QUÉ SE HA INSPECCIONADO?

Los agentes han comprobando que las autorizaciones y documentos que deben tener estos vehículos sean los correctos para la prestación del servicio. Asimismo, han verificado que las condiciones técnicas y elementos de seguridad, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción o los tiempos de conducción y descanso. 

Se ha prestado especial atención al uso de cinturón escolar en aquellos autobuses escolares que los lleven instalados. Así, se ha constatado que todos los vehículos controlados hacían uso. Y es que, según diversos estudios, su utilización reduciría las lesiones mortales en un 90% en caso de choque frontal o vuelco. Correctamente abrochado evita la proyección del pasajero y reduce los impactos en el pecho, abdomen y piernas. Desde octubre de 2007 se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados estos sistemas de retención.