Honores a la Reina del barrio torrecampeño de San Juan

María Santísima de la Paz es coronada litúrgicamente dentro del marco de los actos conmemorativos del vigesimoquinto aniversario de su bendición

El sábado es el día que la Iglesia dedica a la Virgen desde tiempos inmemoriales y Torredelcampo, el pasado 3 de octubre, siguió la tradición e hizo de esa jornada una fecha mariana a rabiar, inolvidable. 

Sí, este año incierto y terrible del coronavirus la Hermandad de Jesús Resucitado del municipio está de celebración y ni una pandemia tan flagelante como esta les iba a desmoronar su sueño de ver coronada a María Santísima de la Paz, hermosísima imagen salida de la gubia del tosiriano Tirao Carpio que, en 2020, cumple un cuarto de siglo de bendición. 

"Era algo que teníamos pendiente, y se da así un paso más dentro de la comunidad parroquial. La Virgen ya tiene creada ya su devoción en la parroquia y en el pueblo", explica Salvador Valderas Moreno, hermano mayor de la cofradía.

Y es que dentro del marco del triduo en honor de la Señora por esos veinticinco años (que comenzó el viernes y concluyó ayer domingo), el colectivo con sede canónica en la parroquia de San Bartolomé hizo realidad su deseo y, de la mano del párroco y capellán, Pedro José Martínez Robles, coronó litúrgicamente a la Reina del barrio de San Juan.

"Fue un momento muy emotivo tanto para la junta de gobierno como para el Grupo Joven y toda la hermandad, un día especial para el que hemos trabajado mucho", celebra el máximo responsable cofrade de Resurrección y Paz. Normal, un acontecimiento de este calibre no se vive todos los días, supone un paso trascendental en la trayectoria de la cofradía y hay que disfrutarlo, aunque sea en medio de una situación como la que vive el mundo actualmente.

La Virgen, con su nueva corona salida de los talleres sevillanos de Orfebrería Castilleja, está para protagonizar un cartel de Semana Santa sin que quepa discusión al respecto, hermosísima bajo esa joya plateada que los jóvenes de la hermandad han sufragado completamente a fuerza de sorteos, donaciones, actividades... lo que fuese para que María Santísima de la Paz tuviera la corona que merecía. 

Fue una ceremonia bellísima, ilustrada musicalmente por el jiennense Dueto Enclave, cada día más cotizado en la agenda cofrade de la provincia: "Teníamos muchas ganas de que nos acompañaran; iban a intervenir en el pregón de la Semana Santa, pero no pudo ser, así que aprovechamos para que estuvieran con nosotros en este momento tan importante", aplaude Salvador Valderas. 

Y se lucieron, vaya si se lucieron con un repertorio que, entre otras grandes piezas, hizo sonar a Haendel, a Mozart o a Schubert en la parroquia torrecampeña y que puso un nudo delicioso en todas las gargantas cuando ejecutó un Resurrección y Paz (la partitura de Manuel José Jurado Mena) que es todo un himno sin letra para la cofradía: "El dueto solemnizó la celebración magistralmente", suscribe Valderas. 

El cronista de la hermandad tiene material suficiente y hermoso para escribir la crónica de un día grande, más grande aún de la mano de un colectivo agradecido que no escatimó a la hora de mostrar su reconocimiento: a Juan Armenteros Chica, que cumplía sus bodas de plata como vestidor de la Virgen:

"A nuestro párroco, a nuestro vicario, don Francisco Javier Cova Martínez, al Excelentísimo Ayuntamiento de Torredelcampo, a nuestro Grupo Joven y a nuestras cofradías hermanas de Santa Ana y Virgen Niña y La Santa Vera Cruz", enumera el hermano mayor. Una cita de las que hacen historia.