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Cristóbal Matarán, ¿el Rallo jiennense?

Por Fran Cano - Enero 25, 2017
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Cristóbal Matarán, ¿el Rallo jiennense?
Cristóbal Matarán, economista de Úbeda, se siente "compañero" de Rallo.

El profesor y economista libertario, de Úbeda, critica las subvenciones al olivar: "El aceite debe pagarse en el mercado; no con fondos europeos"

"Soy una rara avis. Lo sé". Habla Cristóbal Matarán López (Úbeda, 1989), profesor de Teoría Económica en la Universidad Europea de Madrid, donde también es docente adjunto del departamento de Economía y Finanzas. Ahora hace su tesis para acabar el doctorado en la Universidad Rey Juan Carlos. Su tutor es Jesús Huerta de Soto, referencia española de la escuela austriaca de economía. Como Juan Ramón Rallo, ahora el liberal más mediático de España. ¿Es el ubetense discípulo de Rallo? ¿El Rallo jiennense? "No, me siento su compañero. Solo es cinco años mayor que yo. Ambos somos discípulos de Jesús Huerta de Soto", resuelve.

Matarán cursó Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Jaén. Tiene —por si al lector no le salen las cuentas— 27 años. Atiende a LaContracrónica desde la capital española mientras carga su iPhone 4. "Quiero cambiarlo, pero todavía no", señala. Capitalismo y austeridad pueden ir de la mano, pues. Matarán habla despacio conectando ideas. Él nació y creció en Jaén, y sabe que su discurso es anticultural en la tierra del mar de olivos. ¿Qué opina un economista de su corte del negocio del aceite?

 Jesús Huerta de Soto, referente de la escuela austriaca de economía, posa con sus alumnos, entre ellos Cristóbal Matarán.
Jesús Huerta de Soto, referente de la escuela austriaca de economía, posa con sus alumnos, entre ellos Cristóbal Matarán.

SUBVENCIONES VERSUS MERCADO

"Las subvenciones perjudican", arranca. "Los sectores subvencionados viven en crisis permanente. El olivar es un ejemplo. Como los mineros ingleses en la década de los setenta. Cuando un sector privado entra en crisis, redirecciona su negocio y no pasa nada. Los videoclubs han desaparecido, y no hay manifestaciones en la calle. Porque ya nadie los compra", continúa. La pregunta es cómo cambiar, si la intención fuera esa, el mercado del aceite. Cómo liberalizarlo, a fin de cuentas. El economista ubetense aboga por un camino: "Habría que retirar paulatinamente las subvenciones, y que la mentalidad de los productores se dirija a la internacionalización. Pocas empresas de aceite venden fuera", añade. "Hay gente acostumbrada a que su aceite no se pague en el mercado, sino gracias a los fondos de la UE. En el primero solo salen adelante los que cumplen la demanda del consumidor", remata.

GÉNESIS Y REFERENCIAS

Matarán llegó al liberalismo allá por 2007, antes del estallido de la crisis. Cayó en sus manos un libro, Dinero, crédito bancario y ciclos económicos, de Huerta de Soto, el profesor entusiasta que rompe un billete en la primera clase y, acabado el curso, se despide de sus alumnos con un decálogo de consejos para triunfar en la vida.

Cristóbal se 'bebió' el libro en cinco días de verano. "Fue una revelación", recuerda. Luego llegaron el resto de autores (Rothbard, Mises, Hayed y Menger, entre otros). Los cuatro citados flotan en su perfil de Facebook. Y en el máster de Huerta de Soto, en el curso 2012/2013, conoció a Juan Ramón Rallo. "Él daba Políticas Públicas: explicaba cómo la iniciativa privada ofrece alternativas para los bienes que tradicionalmente se consideran públicos: educación, sanidad y seguridad, por ejemplo", cuenta.

¿Qué ha hecho Rallo por el liberalismo? "Me parece el mejor comunicador. Ha sacado nuestra filosofía de la torre de marfil a la calle. Antes de él, la idea del profesor liberal era la de un señor encerrado en su despacho", admite.

Juan Ramón Rallo, director del Instituto Juan de Mariana (think thank) tiene más de 30.000 seguidores en Facebook; más de 60.000 en Twitter; más de 1.100 miembros en su canal homónimo de Telegram; escribe en los diarios La Razón y El Confidencial, y es un invitado habitual en La Sexta Noche.

POLÍTICA Y CONVICCIONES

A Cristóbal Matarán le gusta el baloncesto. De hecho, trabajó en la Federación Andaluza de Baloncesto, en Jaén. También fue asalariado en una oficina de la Caja Rural. Conoce su tierra, y la echa de menos. ¿Puede surgir una tercera vía política en una provincia que oscila entre socialistas y conservadores? "Lo veo muy difícil. Si la sociedad española es estatista, si la andaluza lo es más, la jiennense, aún más. Los cambios son lentos. Primero se dan en la mentalidad y en las ideas, después en los partidos", razona. "Más del 50 por ciento de mis compañeros de promoción en la UJA han intentado ser funcionarios", revela.

Matarán no vota; es crítico con el proceso democrático. Cree en la libertad. "La palabra está denostada. Y no es más que lo que nos dicen nuestras madres desde pequeños: 'Búscate la vida, trabaja para valerte por ti mismo, participa solo en los intercambios que quieras'. Eso es libertad", concluye el economista. Jiennense, pero austriaco.

 Rallo y Matarán, en una imagen de móvil enviada por el segundo a este medio.
Rallo y Matarán, en una imagen de móvil enviada por el segundo a este medio.

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