El Palau es todavía una pista maldita

El Jaén Paraíso Interior pierde 3-1 ante el Barça en un partido marcado por el dominio azulgrana

Cayó el Jaén Paraíso Interior en una pista que se la hace todavía imposible en los últimos tiempos con Dani Rodríguez (si se ganó en la anterior etapa en Primera): no hay forma de ganar en el Palau ante un Barça imperial, con cinco triunfos en otros tantos partidos —lleva uno más que el resto de equipos. La cuarta jornada liguera deja al Olivo Mecánico con dos derrotas, un empate y una victoria: cuatro puntos.

De la inocuidad a rondar la remontada. El Jaén estaba falto prácticamente de todo en la primera parte: no combinaba con precisión y le costaba horrores pasar del mediocampo. Para colmo, Ferrao era un dolor de cabeza, capaz ya no sólo de habilitar a sus compañeros con paredes, sino de intentar un remate imposible de tacón.

La más clara la tuvo Adolfo tras un pase de su portero, Juanjo. No pudo embocar a la media vuelta. El dominio culé era notorio, y aunque no se traducía en ocasiones claras, tampoco parecía preocupado. Armó el disparo desde muy lejos Daniel, tocó en Roger y la pelota entró sin opciones para Fabio. Primer tanto del partido.

El segundo lo marcó Ferrao, pero el árbitro lo anuló tras una clara falta sobre Montes en un saque de esquina. "No nos vamos del partido", les dijo Dani Rodríguez a los suyos en el tiempo muerto. La idea cuajó, porque los jiennenses se sacudieron el dominio azulgrana y se ganaron el respeto del Palau.

Avisó Míchel al cazar una bola en el aérea. No pudo batir a Juanjo, pero sí mandó un mensaje al equipo culé: el Jaén no se iba a dar por vencido. Lo confirmó Fran Peña. El ex de Mengíbar encontró un pasillo, se plantó ante el meta local y definió con maestría. Acto seguido, la respuesta vino de Roger. Aprovechó el despiste jiennense en un córner para rematar, pero no encontró puerta.

El Jaén también tuvo el segundo en dos ocasiones marradas por Carlitos. La primera fue una volea magnífica que repelió Juanjo. La segunda, más clara, la sacó Boyis bajo palos después de una dejada estupenda de Campoy. Escapó el Barça de la derrota —quién lo iba a decir tras los primeros diez minutos— al descanso.

DYEGO Y FERRAO DECANTAN EL PARTIDO

Dyego firmó una jugada individual que se convirtió en el segundo tanto azulgrana a los tres minutos de la reanudación. El gol revivió las sensaciones que había dejado la primera parte: un Barcelona mucho más cómodo, con el balón lejos del área y mandando en el partido.

Ferrao buscaba su gol y lo quería de cualquier forma: a la media vuelta o de disparo duro tras una bicicleta. Joselito dejó un cambio de ritmo de los que retratan, pero el tercero no llegó gracias a Fabio. Es decir, el Jaén estaba vivió incluso cuando más apretaba el Palau.

Rodríguez sacó el portero-jugador a falta de siete para el cierre, porque necesitaba al menos un punto en su visita a Cataluña. El técnico amarillo alternaba las posesiones de cinco y de cuatro, con la idea de inquietar, pero Ferrao dio al traste con los planes. El 11 azulgrana se quedó sólo, perseguido sin éxito por Carlitos, ante Fabio y tocó con sutileza por encima del meta para hacer el tercero. La belleza del gol exigía el tiempo muerto de Rodríguez, quien pidió arriesgar en defensa.

Campoy se puso la camiseta de portero-jugador para propiciar ocasiones de gol, pero los intentos no salían: posesión sin pegada significa esterilidad. El Barça no se inquietó, movió la bola cuando restaba apenas un minuto y selló el pleno de cinco victorias en la Liga Nacional de Fútbol Sala. Hay territorios todavía estériles para el Olivo Mecánico.