Cerrar Buscador

El Capitán tiene quien le cante

Por Fran Cano - Febrero 09, 2020
Compartir en X @FranCharro

La Eterna Banda del Capitán Veneno llena el Teatro Martínez Montañés de Alcalá y deja otra homenaje de altura a Juan Carlos Aragón

A falta de media hora para la actuación de la Eterna Banda del Capitán Veneno, el Teatro Martínez Montañés de Alcalá la Real está vacío. Es, claro, un espejismo. Porque pasadas las 20:30, las butacas tienen dueño. Vienen las voces y las guitarras de Juan Carlos Aragón, el autor más transgresor del Carnaval, y es como si parte de Cádiz quisiera entrar al teatro. Dos chicos, jóvenes porque Aragón tenía un idilio particular con la juventud, extienden dos camisetas amarillas, del Cádiz, sobre las rodillas. En el público hay de todo: amigos, parejas, hermanos, familias enteras.

Caen las luces, la voz en off pide que los móviles dejen de existir por un tiempo y el telón se abre. Entran los quince discípulos. El tipo, de chaqueta morada, pantalones verdes y sombreros barrocos. Habla Javi Bohórquez, capitán en ausencia del Capitán, y alaba la literatura derramada en vida por el creador. Suena la presentación de La Gaditaníssima, y asoman las cualidades de un grupo que combina voces exquisitas, como la del aclamado Ramoni, con el virtuosismo de Suso a la guitarra.

La Gaditaníssima continúa con el pasodoble En la tacita de plata, dedicado a la alegría y lo conecta enseguida con la crítica social de En el mar mediterráneo, mientras las luces que rodean a la comparsa toman un tono morado que dura nada. De la profundidad a dos cuplés del Juan Carlos más chabacano: el gol de Modric de falta previa calada de un porro y la sugerencia gastronómica a Chicote. Antes de dar paso a la antología, toma cuerpo el momento cumbre "más libre, más canalla" con el popurrí de La Gaditaníssima, y la reivindicación de la libertad mermada en Cádiz con el pasodoble que diferencia las naturalezas de Eurovisión y del Carnaval. El público lo celebra.

DE LOS ÁNGELES CAÍDOS A ARAKA LA KANA

El sentido de la comparsa que este año declina competir en el Teatro Falla es extender el legado de El Cabeza, de manera que en cada actuación hay una mirada obligatoria al pasado, a las comparsas que seguirán acumulando visualizaciones en Youtube.

Suena igual que siempre, aun con otras voces, la presentación de Los Ángeles Caídos, como Un amigo es un amigo, de Los Condenaos, deseado por el público, y hay una magia especial en la cuarteta La Calle, de Los Millonarios.

El repaso al pasado vivo continúa con Hay amores que nacen en primavera, comenzado a tres voces y culminado por todos. El 'Martínez Montañés' está encantado cuando le hablan del camino que lleva al Falla y de la locura que agita Cádiz. Vuelven los cuplés con el estribillo más cantado —menos trabajo, más Carnaval— y hay espacio para el amor de Los Inmortales.

Bohórquez, que reparte besos y murmuros al cielo al cierre de cada letra, subraya la locura de Aragón allá por 2012, cuando presentó a quince gondoleros que cantaban en 'italogaditano'. Son recordados con la cuarteta que cierra el popurrí de La Sereníssima. El pasodoble a las madres de Los Mafiosos es el umbral perfecto al Credo. La parroquia se pone en pie, alentada por Bohórquez, y se vuelve loca. La letra y las imágenes a las que apela el himno ya son historia de la cultura en Andalucía. Se despiden los apóstoles del juancarlismo, dicen adiós, pero son fieles con el público cuando éste les pide 'otra, otra, otra'. Regresan y el cierre es la presentación de Araka la Kana.

Pasó como un ciclón la Eterna Banda del Capitán Veneno por Alcalá. El Capitan tiene quien le cante, dentro y fuera de Andalucía. La incertidumbre dada la calidad del grupo es quién será la pluma cuando acabe el duelo. Quién continuará el legado a su manera.

Fotografías y vídeo: Fran Cano.

He visto un error

Únete a nuestro boletín

COMENTARIOS


COMENTA CON FACEBOOK