"Sin comedor no salen las cuentas"

Los más de 80 menores que comen en el colegio Alonso de Alcalá lo hicieron ayer por última vez hasta que se reactive el servicio; los padres con jornada completa tiran de la ayuda de familiares para dejar a los hijos en la hora del almuerzo

Son las 08:30 horas, y al colegio Alonso de Alcalá entran profesores y estudiantes acompañados por sus padres. Ayer fue el último día que estuvieron disponibles las 86 plazas habilitadas en el comedor escolar. La suspensión del servicio por parte de Royal Menú —afecta a 37 colegios de la provincia— pilló por sorpresa a toda la comunidad educativa.

—¿Que si nos hemos enterado? Y tanto que sí —señala una profesional del centro.

Por la puerta principal llega Pedro Cabrera, padre de una niña de siete años. Pidió plaza en el comedor desde el curso pasado. Tanto él como su pareja trabajan a jornada completa y no tienen disponibilidad de horario en el almuerzo. Es decir, el comedor escolar no es un capricho.

—Además no tenemos los recursos para darle la dieta que ella come. Si no hay comedor, no me salen las cuentas.

El precio ronda los 4,50 euros por día. En el otro centro afectado de Alcalá, el 'Martínez Montañés', es similar, 4,38.

—Hoy mi niña se queda con una familiar. No podría pagar a una persona para que lo hiciera —dice.

En el colegio Alonso estudian 428 estudiantes de Infantil y de Primaria. El caso del comedor no afecta ni a una cuarta parte del alumnado, aunque entre esos pasillos amarillos y verdes el asunto está presente y es comentado.

—Menos mal que no uso el servicio —señala una madre en conversación con este periódico, justo después de dejar a su hija en el centro.

—De la que nos hemos librado —dice otra, los brazos cruzados, en la puerta del colegio.

La dirección del centro está a la espera de recibir indicaciones por parte de Educación. El 'Alonso' emitió ayer una circular, sobre la hora del comedor, para informar a los padres y después tuvo contacto directo con la Ampa. Hubo escaso margen de tiempo.

El problema es el mismo en 25 municipios de la provincia. Todos con la misma escena: las luces están apagadas en el comedor.