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Tensiones de personal que se trasladan a la política

Por Esperanza Calzado - Junio 22, 2021
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Tensiones de personal que se trasladan a la política
Pleno Ayuntamiento de Jaén.

Los conflictos laborales y las tensiones políticas llevan al concejal de Seguridad Ciudadana, Miguel Castro, a poner su cargo a disposición del alcalde

Pocos se esperaban que el pleno del Ayuntamiento de Jaén acabase con el concejal de Seguridad Ciudadana, Miguel Castro, poniendo su cargo a disposición de alcalde, Julio Millán. Los conflictos laborales que arrastra el equipo de Gobierno, ahora centrados en el cuerpo de Bomberos y de la Policía Local, evidenciaron una tensión política que desde hace semanas se palpa en el ambiente. Un situación tensa dentro del equipo de Gobierno que se evidenció al terminar el pleno y trasladarse a la visita a las cocheras del tranvía. Los ediles de Ciudadanos no acudieron.

El de ayer era un pleno en el que el nuevo sistema de transporte público iba a ser el gran protagonista. Mañana se firmará el esperado convenio que abra la puerta para su puesta en marcha el año que viene. Sin embargo, los reproches dentro del equipo de Gobierno captaron buena parte de la atención.

Mientras las bocinas de los agentes sonaban de fondo en la Plaza de Santa María, el detonante fue una moción presentada por el PP "por la mejora del cuerpo de la Policía Local de Jaén" y defendida por José Martínez Mena, de Sip-An Sección Sindical Jaén, que denunció el "agravio laboral" que sufren y la falta de incorporación de agentes. Ya en la defensa de la postura de Adelante Jaén por parte de Javier Ureña se vislumbraron esas grietas de las que ya se habla en la calle. 

"Creo que puede ser muy relevante la posición de Ciudadanos sobre este tema porque es una competencia que toca prácticamente a la totalidad del grupo", incidió Ureña, que dejó caer que "en todos los temas que afecta a Ciudadanos el PSOE no se atreve a meter mano, que no está el horno para bollos". Recordó que hasta hace poco, el área dependía de la edil María Orozco, hasta que se le retiró el cargo de teniente alcalde. "Se le quitó la teniente de alcalde, se le puso al señor Díaz, ahora hace un ratito la hemos retomado otra vez...", dejó caer el concejal para vislumbrar los conflictos internos. Se refirió a los "tiempos convulsos que se están viviendo", que efectivamente se evidenciaron en el pleno.

Manuel Ureña, edil de Vox, puso de manifiesto la falta de personal en el cuerpo y denunció que el problema de fondo es que no se cubren las vacantes del personal que se va jubilando, amén de la falta de material. Y en esa incorporación de personal se vio el detonante del enfrentamiento entre concejalías. 

Miguel Castro, con su intervención previamente escrita, acusó al sindicato Sip-An de faltar a la verdad. Por ejemplo, defendió que la estructura del cuerpo no está obsoleta, sino que considera que es adecuada a la plantilla. Alegó que no es cierto que no tengan uniformidad y denunció que el sindicato quiere perpetuar el protocolo Covid, lo que representa trabajar 250 horas menos que el resto de los funcionarios del Ayuntamiento: "Por ahí no vamos a pasar".

Sí es verdad, y lo reconoció el concejal naranja, que la plantilla necesita una ampliación. "En ello estamos trabajando bastante duro". También estuvo de acuerdo en que no se han producido convocatorias para cubrir las vacantes. "Es una lucha continua que he mantenido con la Concejalía de Personal. Está claro que, aunque haya puesto tanto yo como mi equipo, todo el empeño, no ha servido para nada, tanto en la Policía Local como Bomberos. Sólo me he encontrado con obstáculos y promesas incumplidas por parte de la Concejalía de Personal", denunció.

Consecuente con sus convicciones, reconoció que quizás el problema es él, o el partido político al que pertenece. Por eso, puso a disposición del alcalde su cargo. La réplica llegó por parte, precisamente, del concejal de Personal, Carlos Alberca, del PSOE. Llamó grupo "minoritario e insignificante" al sindicato Sin-Ap para recordar que es minoritario y no representa al grueso de la plantilla. Defendió que la plantilla está ajustada a tenor de la proporción fijada por la Federación de Municipios y Provincias. 

"Dice el señor Castro que hace falta más personal, ¿por qué permite que haya gente en activo haciendo labores administrativas, que puede hacerlo un policía en segunda actividad o personal del Ayuntamiento", preguntó a su compañero de filas. "Hay que ser más serio y riguroso al decir que hay que meter más personal porque la decisión tiene componentes económicos", dejó sobre la mesa y defendió que a lo largo de estos dos años se han seleccionado 30 puestos.

Finalmente, el edil popular Javier Carazo acusó a Alberca de hacer la "peor gestión de la historia" del Ayuntamiento en materia de personal. 

No le dio más tiempo para defender su trabajo y sobre la mesa se quedó ese amago de dimisión al que, después, el propio alcalde restó importancia. Preguntado por los periodistas indicó que las dificultades "hay que resolverlas hablando, con diálogo. Comprendió que Miguel Castro quiera más recursos pero recordó que por encima de ello están las "limitaciones" económicas. 

Mañana, se firmará el histórico convenio del tranvía al que están invitados todos los representantes políticos de la corporación. Será el momento de los detalles.

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