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Cuadernillos con actividades para estimular a los mayores

Por Fran Cano - Abril 11, 2020
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Cuadernillos con actividades para estimular a los mayores
La frailera Carmen Mudarra, una de las usuarios de los cuadernillos. Foto: Cedida.

El Centro de Adultos Arcipreste de Hita de Alcalá lleva cuadernillos educativos a los mayores de las aldeas de Alcalá, Castillo y Frailes para aliviar el confinamiento

Iniciativa pedagógica en cuarentena. El Centro de Adultos Arcipreste de Hita de Alcalá ha extendido —con la ayuda de voluntarios y de representantes políticos de la Sierra Sur— cuadernillos con actividades educativa para mayores. El proyecto ha llegado a los alumnos de Mures, Santa Ana, Ermita Nueva (Alcalá), Ventas del Carrizal, Castillo (Castillo) y Santiago de Calatrava. Además, en Frailes la idea ha trascendido a la población.

Encarnación Corral, directora del centro de adultos, explica a este periódico que el claustro, integrado por 12 personas, tomó la iniciativa para que los cuadernillos llegasen a pueblos pequeños, donde abunda la población mayor. "Necesitábamos la colaboración de voluntarios para imprimirlos y entregarlos", señala acerca de la idea, presente también en Santiago de Calatrava gracias a que una integrante del claustro es del municipio.

Los cuadernillos comprenden desde ejercicios de cálculo hasta pasatiempos pasando por tareas vinculadas a la estimulación cognitiva. "Además, cada cual está focalizado en un pueblo", añade Corral. La idea ha salido adelante con la colaboración de los alcaldes pedáneos de Alcalá y con el Ayuntamiento de Frailes.

Mercedes Romero, concejal frailera, confirma este medio que los cuadernillos ya están en posesión de 20 personas. "Pensamos que era muy buena idea, porque ahora para sustituir la actividad que antes tenían en el Centro de Día o en el gimnasio", razona.

Los fraileros que quieran recibir más cuadernillos sólo tienen que llamar al Ayuntamiento, en el número 953/930/002 en horario de 09:00 a 14:00 horas. La medida alivia el día a día de vecinas como Carmen Isabel Mudarra, de 88 años, en la imagen que ilustra el texto. Quedan semanas por delante de confinamiento, tiempo de sobra para leer. Es decir, para aprender.

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