Pablo no se queda sin celebrar su octavo cumpleaños

El Ayuntamiento de Cambil en Arbuniel se marca un detallazo con su joven vecino dentro de la campaña de felicitaciones puesta en marcha en pleno confinamiento 

Pablo Quesada Cuesta amaneció ayer un poco más serio de lo normal: lógico, era su cumpleaños, ocho añazos ya, en medio de un estado de alarma que prometía aguarle la fiesta por culpa del coronavirus, esa cosa fea que disfruta haciéndolo pasar mal a la gente: "Se había levantado un poco triste de pensar que sus amigos no iban a venir, que no iba a tener regalos", confiesa Charo Cuesta, su madre. 

Pero no, qué va. Pablo tiene mucha suerte, su familia está volcada con él y no podía consentir que un Martes Santo tan importante para el joven toscareño pasase de largo así, como si nada y avisó a su Ayuntamiento, enfrascado estos días en aliviar la cuarentena a sus vecinos. El Covid-19 ha podido este año con las procesiones, eso está claro a estas alturas, pero en la calle en la que viven los Quesada Cuesta hubo una mínima comitiva, un cortejo brevísimo que salió con un único objetivo: felicitarle, hacerle pasar unos minutos entrañables, celebrar con él que ya es más mayor que hace tres días. 

"Sobre las seis y media de la tarde llegó Protección Civil en un coche, con la sirena, con música de cumpleaños y una pancarta de felicitación; Pablo lo vio raro, pero poco a poco se dio por aludido y, aunque al principio se quedó un poco cortado, le hizo mucha ilusión", detalla la mamá, satisfecha. Había globos en las rejas de la casa, que con disimulo se habían encargado de colocar ahí los papás, su hermana, la abuela...

Todo lo posible para que el hogar del cumpleañero arbunielenense oliese a fiesta: ¡Menudo sorpresón eso de que tres voluntarios del cuerpo, con sus uniformes y todo, te avisen a sirenazo limpio para felicitarte en una jornada tan trascendental! "La verdad es que me parece muy buena iniciativa por parte del Ayuntamiento, es una manera de romper esta situación tan tensa, este sentimiento que tenemos de estar encerrados", celebra Charo Cuesta casi con las mismas palabras que lo hace Fátima López, alcaldesa de Arbuniel, contenta de que sus vecinos puedan disfrutar de unos minutos de alegría "en estas circunstancias tan especiales".

Por si fuera poco, el grupo de wassap del cole de Pablo echaba chispas a fuerza de vídeos, audios y mensajes de sus compañeros, a los que está deseando abrazar en cuanto el coronavirus vuelva por donde llegó, con los que quiere jugar pero ya: "Pablo dice que quiere celebrar su cumple este verano, los echa mucho de menos", aclara su madre. Seguro que sí, y que se olvidarán de este periodo de aislamiento como de una pesadilla, con esa facilidad que solo tienen los peques para hacer de todo una aventura apasionante, ellos que, como escribió el poeta Leopardi, son los únicos que saben hallar el todo en la nada.  

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