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El desahucio paralizado y sin luz de Maria Isabel Guimarães

Por Fran Cano - Marzo 27, 2020
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El desahucio paralizado y sin luz de Maria Isabel Guimarães
La brasileña afincada en Jaén, en la sede de Lacontra, antes de la cuarentena. Foto: Fran Cano.

La PAH implora a la empresa del suministro para que la mujer de 52 años tenga luz en la vivienda que abandonará cuando acabe la cuarentena y complete la mudanza a otro piso

Maria Isabel Guimarães Almeida, brasileña de 52 años afincada en la calle Martínez Molina de Jaén, ya ha pagado la fianza del piso de alquiler donde vivirá cuando concluya la cuarentena. Sólo entonces será efectiva la orden de desahucio de la vivienda que ocupa en precario. Como no puede completar la mudanza por el Estado de alarma, Aqualia ha tenido el gesto de darle agua hasta el traslado gracias a la intervención de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que ahora pide a la empresa encargada del suministro que haga lo propio: una ayuda excepcional en un momento excepcional.

"No puede estar sin luz con el frío que ya hace y que va a hacer. Y tampoco puede ir ahora a la Biblioteca", lamenta Isabel Mateos, portavoz de la PAH, en conversación con este diario. Mateos está en contacto con la direcciones jiennense y andaluza (y extremeña) de la empresa. La respuesta es la misma: necesita un "justo título", le contestan. Es decir, Maria Isabel Guimarães precisa de un contrato de alquiler o de propiedad que no tiene en ese domicilio.

"Sí tiene un título consentido, el permiso de los arrendatario, como recoge la sentencia del desahucio", contrapone Mateos, quien también ha encontrado, según relata, el apoyo del Ayuntamiento de Jaén. "Pedí un informe favorable por ser persona de riesgo", añade, si bien espera un "gesto más", dadas las circunstancias.

LA HISTORIA DE LA MUJER Y DE LA VIVIENDA

Tal y como contó este medio, Maria Isabel Guimarães Almeida residen en una vivienda que es herencia familiar de su pareja, ahora en prisión. Desde entonces lidia con pocos ingresos. Según indicó a este periódico, cuenta con una ayuda de algo más de 370 euros para seis meses. Además, está en el programa de la Olla Comunitaria de la Fundación Don Bosco y dispone de un informe del Centro Municipal de La Magdalena que acredita que está en "una condición especial de vulnerabilidad por encontrarse en riesgo de exclusión social".

En declaraciones a este medio, Guimarães pidió un parque público de vivienda para personas en su situación, en la línea del discurso que defiende la PAH. También contó que había trabajado durante años en la recolecta del café, en Brasil, y como limpiadora y ayudante de cocina en Canarias.

El desahucio se paralizó el 14 de marzo y coincidió con la cuarentena. Desde el día 25, Maria Isabel Guimarães tiene agua en casa, pero sigue sin luz. "Ella tendrá el justo título cuando pueda irse a la otra vivienda, pero es que ahora no puede", remarca Mateos. "Le pedimos a la empresa del suministro que esté a la altura de Aqualia", concluye.

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