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Tres detenidos por una "brutal agresión y tiroteo a dos jóvenes"

Por Redacción - Marzo 08, 2021
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Las víctimas supuestamente habían llegado desde Torreperogil hasta la capital con un kilo de cocaína para venderla a uno de los arrestados

Agentes de la Policía Nacional de Jaén han detenido a tres personas como presuntos autores de una "brutal agresión y tiroteo a dos jóvenes". Según informa el Cuerpo en un comunicado, al parecer las víctimas fueron sorprendidas por varias personas encapuchadas que presuntamente les agredieron con bates de béisbol, disparando e hiriendo a uno de ellos por la espalda cuando huía.

Los jóvenes habían llegado a Jaén para realizar unas compras y pasar el día. Sin embargo, después cambiaron su versión y explicaron que su llegada a la capital obedecía a la adquisición de un vehículo por 10.000 euros que les fueron robados. Aún así, los investigadores no dieron credibilidad a ambas versiones. Fue entonces cuando descubriendo que supuestamente habían llegado desde Torreperogil hasta la capital con un kilo de cocaína para venderla a uno de los detenidos, según explica la Policía Nacional.

EL INICIO DE LA OPERACIÓN

Fue el 24 de agosto del pasado año cuando la sala Operativa del 091 recibió varias llamadas en las que se manifestaba que una persona estaba deambulando ensangrentada por la calle Millán de Priego y había tomado la dirección hacia el hospital. Una patrulla de Seguridad Ciudadana se desplazó hacia el servicio sanitario y obervaron cómo un joven se encontraba tendido en el suelo con un impacto de bala con entrada por la espalda y salida por el pecho.

En un primer momento, el herido les manifestó que había llegado hasta Jaén con un amigo suyo con el fin de ver a una amiga que vivía por la zona de la Magdalena. Explicó que de repente aparecieron cuatro personas encapuchadas que golpearon a su amigo con bates de béisbol y que, al ver tal situación, emprendió la huida recibiendo un tiro por la espalda. Los agentes, una vez asistido en el hospital y quedar custodiado por una dotación policial, se dirigieron a recabar información en la zona donde supuestamente se habían producido los hechos. 

Interrogaron a varios testigos que informaron que tres encapuchados con medias en la cabeza habían golpeado a una persona y que al huir le habían disparado hasta tres veces. En la requisa efectuada, los policías observaron una vaina percutida de pistola en el suelo y dos impactos en la pared, uno de ellos empotrado.

Los agentes recabaron información sobre los hechos tomando testimonio a personas que confirmaban la agresión y el posterior tiroteo. Cifraron en cinco el número de agresores. Posteriormente, trataron de localizar, sin éxito, al amigo del herido desplazándose hasta el Hospital de Úbeda donde había sido trasladado el herido de bala. Desde allí consiguieron localizar a la segunda víctima, requerida para que se desplazara hasta el mencionado hospital con el fin de seguir recabando información. 

La Policía asegura que las dos víctimas eran reacias a mostrar su testimonio debido a un miedo insuperable, ya que, según ellos, los agresores eran capaces de hacerles algo peor, por lo tanto, no querían decir nada al respecto de quién  o quiénes y por qué lo habían hecho. Al final, los investigadores lograron convencer a las víctimas y dieron una primera versión de los hechos. 

VARIAS VERSIONES DE LOS HECHOS

Según la primera versión, habían venido desde Torreperogil hasta Jaén con el fin de realizar unas compras y pasar el día. Aparcaron su vehículo y, nada más salir del mismo, fueron atacados por cinco individuos con los rostros tapados golpeándoles con bates de béisbol. Una de las víctimas echó a correr por una calle de escaleras siendo perseguido por uno de los agresores que portaba una pistola en su mano. Durante su huida notó un disparo en la espalda escuchando dos disparos más. 

Los investigadores no dieron credibilidad a lo relatado y tras mucho dialogar con la víctima, ésta les manifestó que la verdad era que los agresores no les agredieron nada más apearse del vehículo, sino que, al aparcar el coche, vieron a varios individuos pero que no les dieron importancia. Bajaron la calle escalonada con la intención de dirigirse al Gan Eje para realizar unas compras y almorzar. Fue al bajar la calle cuando les agredieron, desconociendo el motivo de tal agresión. Esta versión coincidía plenamente con la segunda víctima que pensó que debieron de confundirles con otras personas.

Pero los investigadores no terminaron de creer las versiones. Había diferentes “piezas” que no encajaban. Por eso, llegaron a la conclusión de que la última versión que ambos habían aportado era falsa y no se atrevían a decir lo que verdaderamente había ocurrido debido al miedo que ambos tenían por lo que había ocurrido. Por ello, los agentes barajaron varias hipótesis a investigar. Una de ellas es que era más que evidente que alguien sabía que los jóvenes, ambos residentes en Torreperogil, ese día y a esa hora iban a ir a ese lugar con algo “valioso”, por lo que los agresores les estaban esperando y decidieron arrebatarles lo que llevaban.

Por otra parte, los investigadores sospecharon que ambos conocían perfectamente a los agresores, ya que, según les manifestaban, no querían decir nada por miedo a represalias más graves, indicio claro de que sabían quienes eran y el motivo de la agresión.

Tras la intensa insistencia de los agentes, una de las víctimas les relató una tercera versión. Dijo que había acompañado a su amigo hasta Jaén para comprar un coche valorado en 10.000 euros. Al llegar al punto de encuentro se encontraron con el vendedor y otra persona. Ambos, junto a las víctimas, se dirigieron hasta el vehículo. En un momento dado, el acompañante del vendedor se detuvo en la calle haciendo un gesto con la cabeza. Fue en ese momento en el que aparecieron el resto de los agresores que supuestamente cometieron la agresión, robándoles los 10.000 euros.

Esta tercera versión de los hechos no convenció a los investigadores. Paralelamente, ambas víctimas estaban siendo investigadas por el Grupo de Estupefacientes de Jaén que culminó con la interceptación de un vehículo que volvía de la localidad de Mora (Toledo) conducido por una de las víctimas, la herida por disparo de arma de fuego, y acompañada por su pareja sentimental. En la requisa del vehículo, los agentes encontraron un kilo y medio de cocaína. Ambos fueron ingresados en prisión.

Tras la mencionada detención, los agentes se centraron en una de las hipótesis en las que estaban investigando desde el primer momento; estaban en la certeza de que la agresión se debía a lo que en el argot policial se denomina “vuelco”: un traficante de drogas le roba a otro la mercancía o el dinero producto de ello. El encaje de “piezas” estaba concluido.

Los investigadores sabían que, una de las víctimas, acompañada ocasionalmente por la segunda (herido de bala) se desplazaron a Jaén, presuntamente con un kilo de cocaína, que vendieron a uno de los arrestados; un traficante sobradamente conocido que les estaba esperando. Éste le entregó 37.000 euros. Una vez efectuada la transacción, las víctimas se marcharon, en ese momento, unos individuos mandados por el arrestado les estaban esperando en la esquina de la calle, donde sucedieron los hechos, para arrebatarles el dinero. Los agentes identificaron a las cinco presuntos autores de los hechos, realizando dos registros domiciliarios y la detención de tres personas. Las investigaciones continúan abiertas.

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