Día 2: Encerrados, pero con puzzles

Diario de Alejandra McKelligan: Mi transformación como legado del coronavirus

Sigo escribiendo y me recuerdo a Ana Frank (autora del Diario de Ana Frank) o a Viktor Frankl (autor de El hombre en busca de sentido). Ambos escribieron durante la misma época (Segunda Guerra Mundial) pero en situaciones muy diferentes y puntos geográficos distintos. Escribimos para contar al mundo lo que sentimos y vivimos dentro de situaciones no deseadas, supongo que con el ánimo de contar al mundo nuestro sentir y luego con el afán de que quien nos lea se sienta de alguna forma identificado y, por tanto, no-solo ante esta complicada realidad.

Ayer fue el segundo día de “estar guardados” en casa, mi hijo de 10 años y yo. Nuestro día lo llenamos de diversas actividades, entre ellas montar un puzzle que aunque hacia tiempo que ya lo habíamos montado, decidimos volver a hacer y dejar que el tiempo fluyera mientras nosotros buscábamos encajar las piezas… Así como todos intentamos encajar esta realidad en nuestras vidas.

Hay piezas que aseguras que encajan perfectamente porque tienen casi la misma forma y la coges ilusionado, pero luego compruebas que no, que no es esa, que es otra. Así los pensamientos, coges uno y piensas que ese te salvará, que ese es el correcto pero luego con el sentimiento que te genera, te das cuenta que ese no es el bueno porque te hace sentir peor, entonces sigues buscando otra pieza, otro pensamiento…uno que te abrace, uno que no te apague la ilusión, uno que te haga volver a soñar y te recuerde que siempre podemos volver a empezar. Esa es la pieza, ese el pensamiento que intento hacer encajar en mi realidad. No me importa si tengo que montar el puzzle miles de veces más para recordar que “todas las piezas encajan”, así nuestra realidad, todo esto encajará PARA ALGO… ahora es pronto para saberlo, irónico imaginarlo, alguno me podría criticar por ello, pero encajarán, estate seguro.

Por la noche hice el gesto de poner la alarma para levantarme a la hora de siempre, pero luego recordé que no “tenía” que madrugar, una extraña tristeza me invadió, hubiera dado lo que fuera por poner una alarma, para llegar a tiempo a visitar a mis clientes y acompañarlos en Fase de Transformación. Después de unos minutos, me contenté pensando “pronto estaré de vuelta” y muy activamente colaborando mas que nunca en su proceso de cambio “forzado”.

Resiliencia es la capacidad que tenemos para salir adelante, seguir con nuestra visión de futuro y encontrar un propósito por el cual levantarnos tras un acontecimiento, experiencia o suceso desestabilizador. Ése es el concepto que nos introduce Viktor Frankl, en su bestseller: “El hombre en busca de sentido”, quien sobrevivió a 4 campos de concentración nazis y quien concluyó que el ser humano, en cualquier situación, puede encontrar el sentido de su existencia. Mientras tengamos algún motivo, por mínimo que sea para vivir, nuestra vida tendrá sentido.

Mañana te cuento más sobre el aroma de las personas, ese olor de tu gente que quizás no te has dado cuenta pero que tu olfato si hecha de menos.